Estas circunstancias no afectan solamente a Entre Ríos, sino que toda la zona núcleo padece el retroceso que domina el patrón pluvial de gran escala, con excepciones en algunos sectores del NOA y áreas de la región cuyana.
La sequía y los cultivos
Con el correr del mes de febrero, las reservas de humedad se han ido deteriorando sin que las lluvias semanales logren recomponer las pérdidas. A esta situación, se añade que “la sequía del sudeste de la provincia que ganará territorio durante la próxima semana”.Por último, destacaron que ““si bien el fenómeno de La Niña ya no es el principal causante de las deficiencias pluviales, el acople con una dinámica regional desfavorable, ha devuelto las precipitaciones a un régimen que resulta muy pobre. Cuando consideramos todo el trimestre de verano (diciembre-febrero), aparece el sur de la provincia como el que ha sufrido la mayor volatilidad en la oferta de agua y el sudeste, con los acumulados más pobres”.