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El lugar donde apareció la Partner
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Cuesta entender cómo, en tiempos de los GPS, los rastreos satelitales, los chips de celulares, las cámaras de seguridad, los entrecruzamiento de datos en tiempo real y los drones escudriñando desde el aire todos los rincones, dos personas pueden desaparecer, como si se las hubiera "tragado la tierra", expresión que usó la esposa de uno de ellos.

Desde el 21 de septiembre hasta el presente, la única novedad importante y concreta en la búsqueda de César Miño y Sergio Quintana fue el hallazgo de la camioneta en que viajaban hacia Encarnación, Paraguay, totalmente destruida, incendiada, sin el motor, en medio de un bosque de pinos en el norte de Corrientes, casi en el límite con Misiones. Aunque todo hacía suponer que la escena del bosque donde la Partner gris fue prendida fuego iba a permitir avanzar en las pesquisas y dar pronto con el paradero de ambos, los días pasan y la Justicia correntina recién se apresta a ampliar el "radio" de búsqueda y divulgar las fotos de ambos, tras admitir que, al menos por ahora, no han dado con ningún indicio.

En efecto, el fiscal del juzgado de Santo Tomé, Francisco Ramos, explicó al Diario Río Uruguay que hasta el momento no hay novedades sobre el paradero de los dos concordienses, por lo que la búsqueda continúa.

Detalló que "se pidió la colaboración de todas las fuerzas de seguridad nacionales" y que el radio de rastrillaje se ha ampliado considerablemente, "ya que la búsqueda que se hizo en la localidad de San Carlos ha sido infructuosa", zona en que fue hallada la Partner blanca en que se movilizaban los dos hombres.

El funcionario judicial anunció que el "paso a seguir será publicar fotos de los desaparecidos para pedir la colaboración de toda la ciudadanía en general". Asombra que recién ahora, a casi 40 días de la desaparición, se esté encarando un trámite que, es de suponer, debió llevarse adelante desde un primer momento.

Días atrás, una persona oriunda de Virasoro le dijo a la justicia correntina que el 25 de septiembre vio la camioneta, a la que pudo identificar por el número de patente, pero no pudo ver a sus ocupantes. Pero, al menos por ahora, esta información tampoco ha sido suficiente para destrabar la investigación y descifrar qué pasó con Miño y Quintana. Según este testigo, el vehículo se trasladaba hacia la localidad misionera de Apóstoles" y se tenía la expectativa de que las cámaras de seguridad aportaran precisiones sobre quiénes iban en su interior.

Las hipótesis sobran, a la par que no hay una sola certeza. Dos de ellas, un ajuste de cuentas y un asalto protagonizado por bandas que eligen como blanco a los que van de compras a Paraguay, han sido las más nombradas, sin que aparezca ninguna prueba que las respalde.

En este escenario, la frase de la angustiada esposa de Miño resume la situación: "Es como si se los hubiese tragado la tierra".

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