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A catorce días de su desaparición, Martina Farías –la joven entrerriana de 16 años que se fue de la casa en la que vivía en Buenos Aires y no regresó– sigue siendo intensamente buscada. Beatriz Irene López, su cuidadora, fue detenida.

Según se supo, la adolescente habría escapado del lugar, donde era maltratada, golpeada y obligada a realizar las labores domésticas del hogar por su cuidadora, quien además “la obligaba a vender la mercadería que ella producía, como sándwiches de miga o de milanesa”. En el caso intervino el Área de Niñez del municipio de Lanús.
Su cuidadora fue detenida
Beatriz Irene López, la mujer con la que Martina vivía, fue aprehendida el domingo 14 de junio, luego de un allanamiento de la Policía bonaerense en su domicilio ubicado en calle Bolivia al 1400.

Durante su arresto, la fiscal Mariela Bonafine –titular de la UFI N°4 de Lanús especializada en violencia de género, que interviene en el caso junto con la Subsecretaría de Género Integración y Niñez del Municipio a cargo de Patricia Beltramino– ordenó realizar excavaciones en el patio trasero de la casa, en un operativo de búsqueda que incluyó a agentes de las comisarías 1° y 2°, del Comando de Patrullas, de Policía Científica, de División Canes, de Bomberos Voluntarios de Lanús, y de Asistencia a la Víctima y Niñez del municipio. No encontraron nada.

Finalmente, el martes 16 al mediodía, López prestó declaración ante la fiscal. La mujer “fue esquiva y poco clara” y, en su relato, apuntó contra la joven alegando que se había escapado anteriormente en dos oportunidades “porque no aguanta el encierro”.

De acuerdo con los testimonios de testigos, vecinos y de la propia adolescente, López “maltrataba, golpeaba y explotaba como a una sirvienta a Farías”. “Además la obligaba a vender la mercadería que ella producía, como sándwiches de miga o de milanesa”. Por tal motivo, la fiscal Bonafine decidió imputarla por el delito de “reducción a la servidumbre” que prevé, según el artículo 140 del Código Penal, entre 3 a 15 años de prisión.
Lo último que se sabe de la adolescente
En los videos de las cámaras del Municipio de Lanús se puede ver cómo Martina salió corriendo de su domicilio el miércoles 3 de junio a las 17 horas y fue a pedir ayuda a lo de un vecino que vivía a dos cuadras. Al verla llena de moretones, el hombre se ofreció a acompañarla a la comisaría para que realizara una denuncia.

“No, porque me va a matar”, le contestó la joven en referencia a su cuidadora.

Lamentablemente, eso es lo último que se sabe de Martina que, por el momento, todavía sigue desaparecida. “El problema es que ese día hubo un apagón generalizado en la zona y, por lo tanto, no quedaron registros de ninguna índole”, explicaron desde el Municipio. Hay una versión que da una pista, un kiosquero cerca de una estación de tren de Moreno que dice haberla visto.
La historia de la adolescente
La historia familiar de Martina es compleja. Nacida en Entre Ríos, Martina y sus cuatro hermanas fueron separadas para ser adoptadas. Tres de ellas quedaron bajo la tutela de Verónica Farías, una médica especialista en ginecología y obstetricia que, afectivamente, jamás se habría hecho cargo de ellas.

“A las chicas las cuidaba la abuela Norma, es decir, la mamá de Verónica”, explicaron. Cuando la mujer falleció, hace aproximadamente cuatro años, Farías “repartió” a sus hijas. A la mayor la mandó a un internado; a la del medio se la llevó a vivir a Pinamar; y a la más chica, Martina, se la dio a una amiga de su mamá llamada Margarita. Pero la mujer no soportó la convivencia con la nena (“Decía que era rebelde y que tenía problemas psicológicos”) y se la entregó a su hermana Beatriz, su “cuidadora”.

Si bien la adopción de Martina y sus hermanas se realizó de manera legal, lo que no es legal es la guarda y, por tal motivo, Verónica Farías (la madre adoptiva que viajó el martes 16 desde Pinamar) se prestará a brindar testimonial junto a su abogado. “Farías sabía perfectamente con quien vivía su hija porque todos los meses el enviaba dinero a López para que le pagara la cuota de la escuela”, dijeron fuentes de la investigación acerca del Colegio del Sur, al que asistía la adolescente.

Verónica Farías sostuvo que Martina estaba viviendo en la casa de la hermana de la madrina –su madrina sería Margarita y la hermana de la madrina sería Beatriz Irene López– y deslizó que la adolescente iba a una escuela especial, donde había avanzado mucho con todas sus “cuestiones particulares”.

“Si bien es cierto que Martina padece una discapacidad (de acuerdo con un certificado emitido en 2012, la joven presenta un trastorno negativista y desafiante y además tiene una dislexia que se inició a los 6 años) el colegio al que va no es una escuela especial. Es un colegio privado inclusivo”, agregaron allegados a la causa.

Por lo pronto, habrá que esperar el testimonio de Farías. Mientras tanto, Martina sigue desaparecida.
Fuente: Infobae

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