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Para recordar a los vecinos fallecidos y aquellos que salvaron su vida, sobre la Avenida Gobernador Quirós y Noailles de Colón se colocó una placa que recuerda el siniestro y su memoria, junto al Nogal, que vigila las aguas del río Uruguay.

Relato de una tragedia

Hace exactamente 56 años, los colonenses se despertaban con las primeras noticias de lo que fue uno de los capítulos más trágicos para la comunidad: el Buque “Ciudad de Buenos Aires” se había hundido, comienza diciendo un comunicado del área de Prensa del Municipio de Colón.

Uno de los famosos “Vapores de la Carrera”, el 27 de agosto de 1957 había zarpado de Dársena Norte a la hora 17 con 78 pasajeros de primera clase, 63 de segunda y 89 tripulantes. Pasadas las 22, el “Ciudad de Buenos Aires” se acercaba muy lentamente al canal principal. Para más precisiones entre el kilómetro 123 y la boya del kilómetro 124, desembocadura del Paraná Bravo. Frente a Carmelo, en la vecina orilla.

Al mismo tiempo, el carguero “Mormacsurf”, que circulaba desde Rosario y hacia Buenos Aires, debido a “la niebla existente”, embistió violentamente al Ciudad de Buenos Aires y hundió su proa sobre el lado de babor.

El vapor se hundió en sólo 19 minutos después del choque; al escorarse rápidamente a babor muchos pasajeros quedaron colgando de su estructura y al soltarse caían al agua fría o sobre el casco mismo. Muchos encontraron los bancos salvavidas que se habían desprendido de la cubierta y otros quedaban flotando, arrastrados por la corriente y “perdiéndose de vista en la niebla”.

Los que vivieron para contarlo describen escenas de inenarrable desesperación. Los caídos o arrojados al agua trataban de mantenerse a flote sobre una espesa capa de fuel oil mientras se escuchaban los desgarradores gritos de mujeres y niños.

Se dice que los pedidos de auxilio “fueron escuchados por el personal de Prefectura del Guazú Guacito y movilizaron lanchas y botes” (otras versiones dicen que sólo tenían un bote). El combustible derramado cubría los cuerpos y eso hacía que resbalaran y no pudieran ser izados.

Patética es la imagen de una criatura de dos meses que había sido sostenida casi una hora en alto por su padre mientras flotaba en un salvavidas hasta que se deslizó de sus brazos acalambrados, desapareciendo en la negrura del agua y de la noche.

El lamentable suceso dejó como saldo la muerte de 95 personas muertas o desaparecidas en el siniestro, de los cuales, 72 eran pasajeros y 23 tripulantes, varios de de nuestra ciudad y de Concepción del Uruguay, informó finalmente el Municipio de Colón.
Fuente: elentrerios.com

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