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En cinco días comienzan las clases en la ciudad de Buenos Aires y en la provincia de Jujuy, pero solo la primera tiene, hasta el momento, publicado su protocolo de regreso en la modalidad presencial. Algo similar sucede en el resto del país: a semanas de que se reanude el ciclo escolar 2021, solo cinco provincias, además de CABA, establecieron públicamente cómo articularán las clases en marzo: la Provincia de Buenos Aires, Entre Ríos, Formosa, Neuquén y San Luis.

La información surge del primer “Monitoreo de protocolos de regreso en clases presenciales”, elaborado por el Observatorio Argentinos por la Educación, y que recaba los datos de acceso público a los que puede llegar cualquier padre o madre argentino que tiene un hijo edad escolar. Según explicaron desde la organización, la inquietud del estudio surgió a la hora de relevar los lineamientos de cada provincia en materia de diseño e implementación de protocolos Covid. A falta de un único lineamiento federal, cada provincia elabora su propio protocolo.

Quien determina la modalidad del regreso a clases varía según la provincia. En Entre Ríos, lo hace el Consejo General de Educación; en la provincia de Buenos Aires es tarea conjunta del Ministerio de Educación y las autoridades municipales; y en la ciudad de Buenos Aires queda a criterio de cada escuela. Allí cada colegio determinará la modalidad de regreso en clases de acuerdo al protocolo, que establece que deberán primar las clases presenciales, pero se puede utilizar la modalidad virtual según sea necesario.

El nivel de presencialidad al que se aspira varía según la provincia. La ciudad de Buenos Aires apunta a un esquema de presencialidad en la medida que las condiciones de cada escuela lo permitan. En Buenos Aires, Entre Ríos, Formosa, Neuquén y San Luis prima el esquema mixto. A modo de ejemplo, la provincia de Buenos Aires propone que en las escuelas con mayor matrícula se divida a cada curso en grupos de hasta 15 personas que combinarán actividades presenciales y no presenciales.

Las posibilidades que tiene cada escuela a lo largo del país plantea escenarios muy distintos a la hora de volver a las aulas. Para María Cristina Gómez, directora de la Red de Educadores Innovadores, la bimodalidad planteada está fundada en las dificultades de infraestructura y de logística que tiene la realidad educativa argentina. “La primera porque no todas las escuelas disponen de aulas de 50 m2 o más para albergar grupos de 15 chicos promedio. La segunda, porque con el sistema de horas cátedra se torna casi imposible conciliar la presencialidad en toda su carga horaria si se tiene que alternar en varias ‘burbujas”, explica.
Protocolos
La duración de la jornada escolar varía, según la provincia, entre las dos y cuatro horas. Los protocolos de Formosa y San Luis no especifican puntualmente una duración máxima requerida por jornada. La provincia de Buenos Aires es la que menos horas dispone hasta ahora: autoriza, al menos para una primera etapa, solo dos horas para los niveles inicial, primario o secundario. La que más horas permite es la ciudad de Buenos Aires, que estipuló 4 horas 15 minutos para la primaria y secundaria. En el nivel inicial este número desciende a 3 horas 15 minutos.

El uso de barbijo en el nivel primario es obligatorio para los seis protocolos publicados. Pero varía según la provincia en el nivel inicial. San Luis, Formosa y Entre Ríos consideran que allí es obligatorio. La provincia de Neuquén lo recomienda, en la provincia de Buenos Aires es opcional y para la Capital Federal es obligatorio a partir de los dos años.

*Por María Ayzaguer
Fuente: La Nación

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