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Nelson Rosas, presidente de la Asociación Comercial e Industrial del Departamento Río Negro, señaló que los precios en Argentina están un 50 por ciento más baratos que en la República Oriental del Uruguay y que se trabaja para mantener a los comercios del vecino país con políticas internas.

“En el Uruguay se puede adquirir dólares libremente. Adolfo Solari, titular del Centro de Defensa Comercial de Gualeguaychú, se mostró esperanzado en la llegada de uruguayos y preocupado por la falta de stock en algunos rubros”, afirmó al dejar expresado su apoyo a “la libre circulación de personas, bienes y servicios”.

“Tenemos que llegar al muy comentado y poco practicado Mercosur, siempre a favor de la libre circulación y en contra de cerrar fronteras. Lamentamos mucho lo que pasó en épocas anteriores y, si bien en este momento a nosotros nos perjudica comercialmente, mantenemos con firmeza la apertura de fronteras, algo que queremos quede muy claro. Estamos a favor del pasaje de personas de uno a otro lado y viceversa”, insistió.

Asimismo, el dirigente recordó que los pueblos fueron creados antes de que Argentina y Uruguay fueran países (Fray Bentos, ciudad donde reside, se creó a expensas del Vasco Hargain en 1856, que era de Gualeguaychú): “No podemos negar la relación, las familias que se han conformado a uno y otro lado del charco”.
Diferencia en precios
La Universidad Católica del Uruguay realizó un estudio que arrojó como resultado un promedio de 55 por ciento más barato del lado argentino, lo que indica que muchos elementos valen un 80 por ciento menos que en el Uruguay.

“Como comerciantes estamos preocupados del impacto negativo que se puede llegar a dar en el comercio local”, admitió Rosas, quien precisó que “en el año y pico de pandemia que llevamos, el comercio en el litoral creció entre un 27 y un 35 por ciento, y la plata es la misma. Ese comercio que se iba a Argentina o a Brasil quedó en el Uruguay, desarrollándose la actividad puertas adentro”.

“Estamos tratando de que se tomen medidas para que el impacto no sea tan negativo y que el comercio local se mantenga, en tiempos en que el Uruguay se ha mantenido en una planicie, inclusive mejorando con una fuerte apuesta a la apertura de fronteras. Muestra de esto es el planteamiento que se hizo en el Mercosur para que le dejen hacer convenios con China. Uruguay se quiere abrir a un mundo globalizado. En caso de concretarse lo de China, algunos rubros podrían verse afectados y otros beneficiados”.

“El dólar está controlado y, salvo una disparada en 2002, viene subiendo acorde a la inflación uruguaya, cotizando en la actualidad a 45 pesos uruguayos”, continuó diciendo el comerciante. “Desde hace 20 años, no ha dado otro susto y no hay perspectivas de que suceda nuevamente. Nosotros estamos dolarizados en muchas -autos, casas, campos- , además de muchas cosas como electrodomésticos que están en esa moneda”.

“No hay trabas, salvo algunos controles por el tema del lavado de activos, existiendo una libre disponibilidad. Una persona quiere sacar en una cuenta 10 mil o 100 mil dólares los saca sin problemas”, dejó aclarado.
La visión argentina
Por su parte, Adolfo Solari, presidente del Centro de Defensa Comercial de Gualeguaychú, recordó que “para el Día de la Madre las ventas fueron más bajas que lo esperado, en muchos casos por el faltante de productos, algo que nos pone en alerta porque se puede dar el caso de que con la apertura de las fronteras vengan muchos ciudadanos uruguayos y no tengamos la mercadería que requieran”.

Sobre la devaluación y la emisión monetaria, opinó que “siempre perjudica que al que menos tiene, aquel que llega justo todos los días. Lo primero que suben son los alimentos y los productos suntuosos: al haber menos demanda, no se los puede ajustar a los valores de la inflación. Se da mucha oferta de dinero y poca de productos. Seguramente en el bolsillo de cada uno no haya sobrante de dinero, pero en lo que es la masa de la economía seguro”.

Volviendo a la apertura de fronteras, el entrerriano dijo que “al haber tantas asimetrías entre una ciudad y otra, lo que está buscando el pueblo uruguayo es que el estado ayude a las ciudades fronterizas, algo muy bueno que nosotros como ciudad de frontera hemos sufrido, no recibiendo jamás una ayuda estatal. Al contrario, se perdieron puestos de trabaja y nadie hice nada”.

Para finalizar, marcó que la apertura de fronteras tiene tres aspectos: “Primero que los parientes quieren verse; segundo que mucha gente de la ciudad tiene propiedades en el Uruguay; y tercero está el hecho de que venga plata extra que no pertenece a la ciudad, algo que es bienvenido”.
Fuente: El Día

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