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El abogado Julio Majul, Julito -como le decían quienes sentían por él admiración y estima- falleció este martes 12 de marzo, a las 13.30 horas, en el sanatorio San Lucas de Gualeguaychú. Tenía 75 años.

Según trascendió, desde hace un tiempo largo venía luchando contra una neumonía de la que no logró reponerse.

“Pese a la fragilidad de su salud durante diferentes momentos, Julio se las ingenió para participar de los acontecimientos sociales y políticos de su comunidad. Cercano a los periodistas, enviaba información permanentemente sobre diversos temas: desde el acontecer en el ámbito del ajedrez hasta columnas de opinión sobre distintos temas de actualidad”, destacaron en el sitio Radio 2820.

Dentro de su hacer cabe destacar la presentación del amparo que logró el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) ordenando el desmantelamiento del barrio náutico Amarras del Gualeguaychú en Pueblo General Belgrano. Frente al reiterado incumplimiento por parte de la empresa Altos de Unzué, la Municipalidad de Pueblo General Belgrano y la Provincia de Entre Ríos -todas las partes condenadas por el máximo órgano de justicia argentino- y la profundización del conflicto ambiental, Majul siguió reclamando legalmente hasta su muerte que se cumpla la ley y que se repare el humedal dañado. Todavía no se hizo justicia.

Encabezó las impugnaciones presentadas ante la Justicia Electoral a la candidatura a Intendente de Gualeguaychú de Mauricio Davico. Esta fue su última acción judicial con trascendencia mediática. Crítico a las diferentes estructuras partidarias, tuvo amigos en todos los partidos.
Despedida de la Junta Abya Yala
A continuación, El Entre Ríos reproduce el mensaje de adiós que difundió la Junta Abya Yala por los Pueblos Libres:

"Los miembros de la Junta Abya Yala por los Pueblos Libres despedimos al amigo y compañero Julio Jesús Majul con el dolor del adiós y acompañamos a sus familiares y demás amigos en el sentimiento.

Con la pesadumbre de esta hora, expresamos nuestro agradecimiento público a este paisano redondo, sin dobleces, que nos marcó a todos no sólo con su prédica sino con su testimonio.

Participación comunitaria, esfuerzo para esa participación, decencia en esa participación, valentía y determinación para encarar los problemas y manifestar las ideas, son algunos de sus legados. Así como el interés por el arte, por el deporte, por la biodiversidad, por los derechos humanos, que supo contagiarnos a toda hora. Somos muchos los que podemos dar fe de sus aptitudes excepcionales.

Pero nada puede definir a este querido hermano Julito, siempre Julito, si no decimos que ha firmado sus palabras con su conducta. Y si no decimos que sus convicciones se conjugan en él con un trato tan generoso y comprensivo, con un trato tan amable y dulce, que con su palabra y sus gestos y su trayectoria es capaz de dar calidez en todo momento y lugar, incluso en los debates más filosos.

En el libro “Fibras del Abya Yala, cartas por la conciencia y la unidad de los pueblos” resumió nuestro amigo muchos de nuestros pensamientos colectivos, en los que él mismo fue un puntal desde la fundación de nuestro centro de estudios, por su formación integral, su entrega, y su talento para hallar los puntos en común en posiciones que a primera vista parecieran irreconciliables.

Su desvelo: la ideología dominante en la Argentina, que él resumió en la sigla MERD por “mentirosa, egoísta, represora, desnacionalizante”. De ahí su libro “Patria o Merd”.

Como sabemos que la Pachamama nos escucha, hoy nos inclinamos ante el compañero con cuna en Gualeguaychú para expresarle nuestro compromiso por una Patria sin Merd.

Hace un par de años escribió la obra “Kakistocracia”. Ahí transcribió el tango Quévachaché como resumen del capitalismo salvaje. “Dame puchero, guardate la decencia”. El sarcasmo no puede ser más punzante.

Allí expresó Julio algunos de sus sueños, como éste: “El narcotráfico será declarado enemigo público, y se arbitrarán cuantos medios se nos ocurra, no solo represivos sino culturales, educativos y de mejorar vidas, para hacer el máximo posible para terminarlo”. Si lo hubiéramos escuchado, hoy no estaríamos hundidos en la zozobra.

Julio, querido maestro, Entre Ríos te llora y te aplaude. Gracias por honrar la vida. Julito, querido hermano, en nuestras recientes conversaciones nos confesaste tu lucha por caminar. Hoy abrazamos a tu familia y te abrazamos, con la certeza de que el ejemplo de tu vida camina firme en nuestros corazones".

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Fuente: Radio 2820 - Junta Abya Yala

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