A partir de ese momento, y mientras se iniciaban las demandas judiciales correspondientes -contra un médico de apellido Nicolau, la Clínica Parque y la compañía de seguros Prudencia-, la vida de Karen cambió drásticamente: debió abandonar la carrera de arquitectura que cursaba, fue trasplantada, operada nuevamente para extirparle un tumor del pulmón y debió seguir rigurosos tratamientos médicos, a la vez que su salud se volvía cada vez más frágil.
Hace un tiempo, al cuadro de Karen se le sumó una enfermedad hepática que complicó aún más su salud, por lo que gran parte de la comunidad decidió colaborar con los costos que su tratamiento le generaba a la familia, a través de una colecta emprendida por sus compañeros de la escuela secundaria y una venta de pollos asados del Grupo Ayuda Solidaria Identificada.
Sus restos fueron trasladados de Buenos Aires a Villa Elisa, donde ayer fueron velados y luego sepultados en el cementerio municipal.