Tras ocho años en funcionamiento, la fosa original se encuentra pronta a cubrirse, por lo que se dio inicio a otra que será un 50 por ciento más amplia y tendrá una vida útil de 10 años.
Simultáneamente, está en marcha un proceso de saneamiento y clausura del primer pozo, sobre el cual se realizó un relleno controlado desde el punto de vista ambiental.
Del basural a la ruta
El material extraído durante la excavación tiene dos destinos.Una parte de la tierra retirada es acopiada en el lugar para las futuras tareas de enterramiento de residuos.
En tanto, el resto es transportado hacia el obrador de la futura ruta provincial 23, donde se utiliza para el levantamiento de la calzada en distintos tramos de la obra.