Cabe recordar que el bebé, de aproximadamente dos meses, se había descompensado a las dos cuadras de la salida de la Terminal de Gualeguay. Estaba inconsciente y daba la sensación que ya no respiraba. El niño estaba morado y la desesperación se había adueñado de todos los pasajeros del micro.
La madre logró entregar el pequeño al guarda, Esteban Lizzi, para posteriormente desvanecerse, al igual que otras personas, en medio del pánico.
En ese momento Lizzi, quien formó parte del cuartel de Bomberos de Gualeguaychú durante 17 años, comenzó a realizarle RCP, para intentar reanimar al niño. Pudo sacarlo de la convulsión en que se encontraba, mientras llegaba al lugar una ambulancia de Larroque. "Es algo tan lindo salvar la vida de un bebé", destacó Esteban Lizzi. "Fue una situación complicada por la situación de pánico que se vivió, pero gracias a Dios tuvo un final feliz".
Ahora fue la madre del bebé quien utilizó las redes sociales para postear un cálido agradecimiento al salvador de Mirko.
"Hoy que ya estamos recuperados de ese gran susto quiero darle las Gracias a Esteban Lizzi este gran Hombre que el día 29 de septiembre nos ayudó a salvarle la vida a Mirko, mi pequeño bebé", comenzó Marina, en una carta que publicó en su cuenta de Facebook.
"De verdad, muchísimas gracias por ayudarnos en ese momento de desesperación. Le debemos mucho a usted y a Dios por cruzarlo justo en ese momento. De corazón, deseo que Dios bendiga grandemente su vida y la de todos los que fueron parte de ese momento", remarcó.
"Hoy Mirko está entre nosotros súper saludable con su sonrisita de todos los días. Él es un niño muy feliz y hoy verlo lleno de vida y sonreír me llena el alma. Creo sinceramente que Dios lo puso a usted en el lugar y momento justo", reconoció la mujer, al tiempo que agradeció el llamado del chofer. "Gracias por llamarme y preocuparse por la salud de mi bebé".
"Besos y abrazo Marina Reynoso, mamá de Mirko", cerró.
El trabajador que se convirtió en héroe es papá de dos nenas, de 11 y 13 años, además de un bebé de un año y medio. "Dios puso en mis manos toda su voluntad para sacar adelante a ese bebé", concluyó Esteban.
