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Hace una semana atrás, la jueza Alicia Vivian daba por concluida la etapa testimonial del debate y anunciaba que el jueves 22 a las 9 se iba a leer el adelanto del veredicto contra Javier Broggi, ex director de Cultura de Urdinarrain en la primera gestión de Alberto Mornacco, fue acusado de corrupción de menores.

Luego de la denuncia pública que realizó la revista Análisis sobre lo que era un secreto a voces, las denuncias contra Javier Broggi fueron incrementándose, pero por sólo dos casos fue llevado a juicio, porque el resto de los supuestos abusos ya había prescriptos. Igualmente, para el Ministerio Público Fiscal fue un arduo trabajo el llevar a juicio a este hombre porque la línea entre los abusos simples prescriptos y los hechos por los que fue llevado ante la Justicia, son muy finitos.

Javier Broggi fue un hombre clave dentro del gabinete de la primera gestión gubernamental de Alberto Mornacco como Director de Cultura y Turismo, y a su vez cumplía funciones en el Colegio Nacional de dicha ciudad. Era una persona respetada por todos, que había logrado inmiscuirse dentro de muchas familias gracias a su carisma y su nivel cultural, pero para los peritos psicológicos que examinaron a Broggi en la etapa investigativa, todo tenía que ver con su personalidad perversa.

El fiscal Lisandro Beherán rememoró en su alegato los casos por los que fue llevado a juicio, que se cometieron en el Museo La Estación y en la habitación de su domicilio de calle 25 de Mayo, donde vivía con su madre. Indicó que los actos dejaron "una huella psíquica que alteró el desarrollo sexual de las víctimas"; y que "la naturaleza y características de esos actos es la que define la corrupción de menores".

La personalidad perversa de Broggi, "puede ser compatible con la pedofilia". "Sabe cuándo y con quién llevar a cabo estos actos", y estos "no pueden ser vistos de manera aislada sin su contexto, había un plan perverso", aseguró Beherán.

Beherán afirmó que "Broggi logró engañar a todos en Urdinarrain, a grandes y chicos. Los seducía por sus vínculos, aparecía como una persona culta, era amistoso, lograba intimar en las familias y eso también formaba parte de su plan, porque de esa forma llegaba a los menores. A ellos les enseñaba colección de cajas de cigarrillos, o monedas de todo el mundo, o mostraba la tecnología con la que contaba. Todo lo hacía para atraer. Broggi era un pescador".

Solicitó una pena de 16 años de prisión y -si el Tribunal lo condena – requirió la prisión preventiva hasta que adquiera firmeza la sentencia, porque "Broggi es una persona sin vínculos, tiene facilidad para moverse, no visita a su madre en Urdinarrain, ha vivido en Villa Libertador San Martín, vive en Gualeguay e incluso tiene una novia en Europa, por lo que la carencia de arraigo origina un peligro de fuga".
Fuente: Diario El Día

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