Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
La carta, fechada el 21 de noviembre, dirigida a Puiggari, le reclama a la Iglesia que pida perdón por las víctimas de abuso de miembros del clero, que se pronuncia contra los curas pederastas, que fije posición pública. De momento, silencio.

"Habiendo concluido el III Sínodo Arquidiocesano de Paraná, después de leer las 101 propuestas y considerando la invitación que se nos hace a los laicos para participar de la reunión del próximo 25 de noviembre en el Colegio Don Bosco, es que los abajo firmantes queremos acercarle a usted y por su intermedio, a la Comisión Sinodal, nuevas propuestas, las cuales no hemos encontrado en las ya redactadas y que responden a un tema relevante en la actualidad de nuestra diócesis. Las mismas consideramos son sumamente necesarias si queremos una diócesis que al hacer memoria, quiere corregir y enmendar en parte el pasado para recomponer el presente y proyectar un futuro a la luz del Evangelio, a la luz del Espíritu Santo, y para gloria de Dios", expresan en el texto.

La carta lleva las firmas, entre otros, del excura José Francisco Dumoulin y de la laica Mónica Sartori.

El tema que le plantearon al arzobispo, y que no figuró en las discusiones del Sínodo, tiene que ver con los abusos cometidos por miembros del clero paranaense –tres causas se tramitan en la Justicia, contra Justo José Ilarraz, Marcelino Ricardo Moya y Juan Diego Escobar Gaviria—y sobre lo cual le hicieron saber al jefe de la Iglesia de Paraná que "las autoridades de esta diócesis conocen muy bien".

"En ningún punto se habló de cómo acompañar a las víctimas de abusos, sean menores o no, cómo ayudarlas a superar esa parte de la historia de sus vidas y cómo ayudarles a sanar esas heridas ocasionadas por sacerdotes, supuestamente hombres de Dios, en quienes pusieron toda su confianza", dice el texto de la nota que, hasta hoy, no ha tenido respuesta.

En el punto 5 de la nota se habla de otro asunto escandaloso: "Estamos en conocimiento no sólo de la gravedad en la corrupción y abusos a menores, sino también de la transgresión a la promesa de celibato, sacerdotes con doble vida heterosexual y homosexual, en este último caso existen algunos sacerdotes que escandalizan o pervierten con diferentes métodos a jóvenes en sus parroquias o entornos".

En ese sentido, creen necesario "rever estas situaciones, así como la formación, el discernimiento y acompañamiento de todos los candidatos al sacerdocio".

También le reclaman a la jerarquía católica la necesidad de "hacer público un pedido de perdón por todos los pecados y daños ocasionados por abusos, se debe indagar para saber si existen más víctimas donde se produjeron los casos (Villaguay, Seguí, Lucas González o donde corresponda), se deben generar acciones reparadoras y pedir oración por las víctimas a todas las comunidades parroquiales, contemplativas y consagradas".

Todavía esperan una respuesta.
Fuente: Entre Ríos Ahora

Enviá tu comentario