Reunidas las pruebas necesarias solicitadas por el fiscal en turno, la investigación avanzó con un relevamiento de cámaras de seguridad en la zona donde habría ocurrido el violento episodio, tomando distintos testimonios y realizando diversas tareas de inteligencia. Al verse involucrado en el caso, una vez individualizado el agresor optó por hacerse presente en dependencia policial elisense, donde hizo entrega de una escopeta sin marca visible (calibre 16), manifestando que fue la utilizada en el hecho que se le estaba imputando.
La Fiscalía, por entonces a cargo de Sebastián Blanc, ordenó su correcta identificación y la confección de un acta de secuestro del elemento, quedando imputado en la causa.