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En octubre de 2019, Rosana Fernández fue a una consulta médica en la que le descubrieron un aneurisma cerebral. Para estar segura de empezar un tratamiento volvió a consultar y la respuesta médica fue la misma.

Es docente, aportante de Iosper y pide soluciones a la obra social que, según asegura, está dilatando los trámites de derivación para un tratamiento que tiene carácter de urgente.

En una carta enviada a El Entre Ríos, la mujer concordiense dio detalles de cómo son los días de espera y qué respuestas le dieron hasta el momento.

“En octubre de 2019 se me descubre un aneurisma cerebral, la médica que me lo diagnostica me deriva urgente a tratamiento endovascular dado el peligro de muerte. Consulté a otro médico y me dio el mismo diagnóstico” cuenta en el escrito, y agrega: “Consulto a Iosper Concordia por la derivación a otra provincia y la respuesta es que mejor es quedarse en Entre Ríos. Me dijeron que tenía que hacer otros estudios y comenzó el calvario”.

Según indica la mujer, la autorización que necesitaba llegó un mes después y que cuando en enero la clínica de Paraná hizo la presentación para comenzar con el procedimiento, su legajo fue olvidado.

“Hay dilataciones, respuestas constantes para desgastarme y que me muera de una vez por todas”, aseguró.
La carta completa
"Me llamo Rosana, tengo 44 años, vivo en Concordia y soy docente aportante del Iosper durante 21 años, mi marido y yo; y del fondo voluntario.
Les cuento mi historia, comienza en octubre del 2019, se me descubre aneurisma cerebral ( si se rompe produce sangrado y puede acarrear a la muerte y, en el mejor de los casos ,incapacidades neurológicas y motrices graves). La médica que me lo diagnostica por medio de resonancia magnética me deriva urgente a un tratamiento endovascular dado el peligro de muerte (por lo tanto, no puedo trabajar desde esa fecha y con las consecuencias económicas que acarrea). A los días hago otra consulta a un médico neurocirujano donde coincide con el mismo diagnóstico y la gravedad del mismo, consulto a la mutual Iosper Concordia por la derivación a otra provincia y la respuesta es que es mejor quedarse en Entre Ríos.

Por medio de la mutual nos conectamos con la clínica modelo de Paraná, que al no tener especialistas en el tratamiento requerido por los médicos sugirieron la consulta del neurointervencionista DR Maehara Raúl en el “Icer” Paraná. Éste accede a atenderme el 24 de octubre, observa los estudios previos y llega al mismo diagnóstico que los otros dos médicos de Concordia, y sugiere el mismo tratamiento que ellos aconsejaban, una embolización endovascular. Pero necesita hacer más estudios para ver el tamaño exacto y si no hay más aneurismas por medio de una angiografía cerebral que se debía realizar en forma inmediata en los próximos días, ahí empieza mi calvario, al grado tal que la autorización viene un mes después (a esa altura estaba angustiada estresada con pánico a estar sola, al encierro y me enfermé. No se me puede hacer y me la realizan el 19 de diciembre de 2019 ,2 meses después de saber que tengo aneurisma cerebral).

Luego el médico da su diagnóstico definitivo y dice qué elementos se debe utilizar en la embolización, la clínica prepara todo y se presenta en el Iosper en enero de 2020,la mutual se olvida de mi legajo en prótesis y aduce para dilatar que falta esto y aquello, y la pandemia, respuestas constantes para desgastarme y que me muera de una vez por todas. Hay un desinterés total tanto de la delegada Concordia Iosper, como la directora provincial por el gremio de Agmer Diana Heep y los otros directores gremiales.

Estoy siguiendo con mi vida con angustia, pánico de que llegue mi muerte en cualquier momento por la incapacidad homicida de los médicos auditores, presidente y directores del Iosper, donde como los emperadores romanos (el dedo de César) bajaban o suben el pulgar. Acá en el Iosper solamente lo bajan sin piedad, pensando solamente en su economía y en el bolsillo de ellos. Me he enterando, a causa de mi caso, que no soy la única a la que le niegan su tratamiento y poder salvar su vida, son cientos de afiliados que tienen que recurrir a la justicia dado que los emperadores romanos le bajaron el pulgar. Ocupan cargos para su beneficio sin importarles la vida del prójimo.

Llegué al dia de hoy sin ningún tipo de respuestas de parte de la obra social e intimando por medio de la justicia el derecho irrenunciable a la vida y para que la sociedad vea que tipo de dirigentes que manejan Iosper. Todo lo dicho está documentado y las pruebas presentadas en la Justicia.

Rosana M Fernández.
DNI 24696562

Afiliada a Agmer. Delegada Suplente."
Fuente: El Entre Ríos

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