“El tema económico este año será fundamental por cómo la gente lo sufre y, principalmente, el artesano que viene desde muy lejos”, advirtió en primer término. “Lo que uno quisiera tener, a veces lo ve dificultado y yo tengo el deber de decirlo. El artesano viene con espíritu de venta, porque esa es su vida: moverse para llevar un peso a su lugar de origen y a eso nosotros no lo podemos manejar”, explicó luego.
“Muchas veces se dice que las artesanías son caras, pero tienen su técnica y su materia prima con precios altísimos, por eso hay que darles facilidades a los artesanos, por ejemplo a través del manejo de tarjetas de débito dentro del predio”, agregó como dato. En ese sentido, lamentó que “hay cosas que llevan mucho tiempo de concreción como organizadores y, cuando asumieron las nuevas autoridades a todo nivel, cambió mucho la gente que uno tenía de referente”.
Respecto a la cantidad de participantes, “con las dos carpas, llegaremos a 300 expositores: artesanos, manualistas, rueca, originarios y luthiers. La intención es brindar buena calidad antes que cantidad, porque mi función es de curador de artesanías; los propios artesanos lo ven y el comité de ética está todo el tiempo en la feria siguiendo de cerca las técnicas y las materias primas”.
“Unimos, en una misma carpa, la parte de rueca de plata y oro, luthería, manualistas e indígenas, pero cada uno con un sector diferenciado. Y en la otra carpa estarán únicamente los artesanos que competirán por los premios”, detalló a continuación.
“El artesano viene desde muy lejos y se nos ha puesto viejo en edad, por eso hay que cuidarlo cuando llega al supermercado más grande del país en artesanías. Van a estar alojados en escuelas, centros barriales y otras instituciones, divididos en partes. Nos falta tener un lugar definitivo para alojarlos, que también se pueda utilizar para otras cosas durante el año, que bien se puede gestionar”, terminó diciendo en esa línea.
Oficio motivador
“La luthería, por cierto, es muy cara”, reconoció coordinador técnico de artesanos durante la entrevista radial.“Encima, estamos en una zona de carpas donde el calor y la humedad influyen en los instrumentos musicales, por eso muchos que vienen con violines, violas o guitarras, sienten que la ambientación no es la adecuada. No es lo que uno quisiera, por lo menos de mi parte, como miembro de la organización”, evaluó.
“Van a venir excelentes luthiers que van a estar mostrando desde cómo construyen sus instrumentos hasta de qué manera los ejecutan. Por eso, quien se arrime podrá hablar con ellos e interiorizarse sobre su trabajo, aunque después no compre el producto”, adelantó.
