Pese a su corta trayectoria luego de haber sido habilitada al tránsito como autovía, el peso de camiones de carga parece haber hecho meya en su conservación, lo que origina riesgos al circular y aumenta la peligrosidad para sus cientos de usuarios cotidianos y ocasionales.
Circulando por la extensión de su traza, al sur del Departamento Colón se suceden tramos de irregularidades importantes, varias ondulaciones y grandes hundimientos en su superficie.
Para ejemplo, basta con avanzar -con atención y precaución- por el carril derecho, en el sentido de circulación de norte a sur, a partir del kilómetro 145, a la altura de Colonia San Anselmo.
Tambaleos y zigzagueos involuntarios prácticamente continuos, con el vehículo yendo de un lado al otro de la cinta asfáltica, por momentos hacen perder la estabilidad si se sale de las huellas por las cuales se venía circulando, casi como si se tratara de vías ferroviarias.
Acercándose al arroyo Urquiza, límite natural de los departamentos Colón y Uruguay, el descalabro de la ruta parece mermar hasta que su mal estado se vuelve a hacer presente metros antes de atravesar el puente.
Si el recorrido continúa en la misma dirección, luego de cruzar el curso de agua las irregularidades se intensifican, presentándose cada vez más profundas, por lo menos hasta el puesto caminero de Bella Vista.
