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Alejandro Balbis
Alejandro Balbis
Alejandro Balbis
El artista y compositor uruguayo, Alejandro Balbis, charló con Elentrerios previo a su llegada a Concordia para presentarse este viernes en el escenario de Pueblo Viejo, en el marco de una Gira Litoral Argentino en Entre Ríos, que está llevando a cabo, haciendo un recorrido por sus discos. También se presentará esta semana en Concepción del Uruguay, Gualeguaychú y Liebig.

El cantautor, nacido en Montevideo, cuenta con una extensa trayectoria en la música del Río de la Plata, con participaciones, tanto en la producción de discos, como colaborando con su música, con grandes artistas y bandas de la talla de Bersuit Vergarabat en los discos “Hijos del Culo” y “La Argentinidad al Palo”, De bichos y flores de La Vela Puerca (las canciones "José Sabía" y "El viejo" son en parte de su autoría), “Volumen 1” y “Crisis” de Las Pastillas del Abuelo, “Cuando el Río Suena” de Adriana Varela, Contraseña de Jaime Roos, “Sea” de Jorge Drexler. También participó de trabajos con Falta y Resto, Canario Luna, No Te Va Gustar, Árbol y La Mancha de Rolando.
Su llegada a Concordia
“Contarles a la gente de Concordia que voy a estar en Pueblo Viejo, es la quinta vez que, si no me equivoco, vamos a estar ahí; nos sentimos cómodos y contenidos; creo que la gente está acostumbrada a vernos en ese escenario, se genera un lindo ida y vuelta, me gusta tocar en Concordia, tengo un intercambio muy bonito y una larga relación con la provincia entera, una cosa seria, como toda relación, yendo a todos los lugares donde se pueda, uno se va formando. Porque ser entrerriano no es lo mismo que ser uruguayo, cómo se ven las cosas, cómo nos relacionamos con nuestro paisajes, cómo nuestro paisaje nos influencia, nos configura, configura nuestra obra artística también”.

Balbis comentó que la provincia de Entre Ríos es consumidora de su obra y de la música uruguaya en general: “A mí me parece que trasciende mucho la música, no un músico especial, no hay un nombre, me parece que hay como una vertiente artística conglomerada de artistas que hay en Uruguay que logra una empatía importante que no es de hoy. La cantidad es un valor. La gente es lo único que nos queda, cómo haces para que la música entre en un grupo enorme de personas, cómo es una ciudad, una provincia o un país. ¿Cómo haces? O con un gran poder, que pongas todo sus resortes de poder a funcionar para que esto suceda y que te bombardeen de música por los oídos y hasta por los ojos”.
Primeros trabajos
De su presente, con dos discos publicados, y un extensa carrera, Alejandro comentó sobre las influencias: “Es difícil a veces tener una lectura certera o segura de sí mismo, una lectura que yo pueda decirte visualmente estando dentro de la misma maquinaria y en el mismo tiempo es como saberla toda en tiempo real. Hay cosas que se están haciendo, cosas que están sucediendo hoy, que tienen que ver con la cultura de los países, que tienen que ver con que originalmente éramos una región sola, nos sentíamos una región no te digo un país, sentíamos una cosa hasta de intereses que seguramente no tenían que ver con nosotros y quedaron divididos los países. En un momento de la historia, de acuerdo de los intereses de las personas que cortan el jamón y que lo que hacen ahora, lo tenemos que pagar todos después”.
Trayectoria e inicios
Y de su trayectoria agregó: “No tuve un plan, yo saque mi primer disco solista con mi nombre, con mis canciones, recién en el año 2009, pero yo empecé a cantar, casi en lo profesional, en el año 1980, yo no tuve un plan y si hubiera tenido un plan, hubiera hecho esto mucho antes, no a los 50 años como me está pasando a mí y también tiene que ver con lo que hablamos anteriormente, o te alias con los poderosos de alguna forma, que no tiene nada de malo es un camino, con una empresa que ayuda a tu carrera y que la gente sepa que vos existís, y llegar a una ciudad gigantesca como Buenos Aires, con la cantidad de cosas que hay, en Argentina la cantidad de cosas increíbles que hay, como cosas no tan increíbles, ósea como haces, bueno yo esto, no tuve otra que usar el camino número dos, el de la hormiguita , capaz si hubiera tenido la oportunidad de hacerlo por el camino número uno capaz lo hacía, firmaba un contrato discográfico y lo hacíamos con todo su poder, con el poder de otros que trabajan con el también, y ahí sonaba en todas las partes del mundo, el material vende también no es que se hace solo”.
Desembarco en la Argentina
Con respecto al camino que desarrolló para llegar a esta realidad, nos contó: “Yo viví 20 años en la ciudad de Buenos Aires, iba todos los días a trabajar, dando clases, enseñándole a cantar a la gente, organizando coros. Posteriormente, esos mismos coros comenzaron a convertirse en proyectos un poco más serios, en obras de teatros, murgas, espectáculos en general. Cuando quise acordar muchos de mis alumnos empezaron a dar clases. Hace tantos años que estaban, que salían a la par conmigo, y empezaron a dar sus clases, sus vidas, sus carreras, sus ramificaciones. Aparte, no soy el único, hubo unos cuantos muchachos que hicieron eso. Hoy hay cientos de proyectos de murgas uruguayas y después las ramificaciones que ha tenido hacia otras áreas del espectáculo y música y de las murgas porteñas, porque también trabajé muchísimo con las murgas porteñas. En fin, eso generó que el oído del argentino medio empiece a habituarse a una escolaridad, a una forma, a una voz”. “La primera vez que fui a cantar a la ciudad de Buenos Aires fue en el año 1982, con la murga Firulete, y no es que hice un plan. Estábamos ahí, hacíamos A y se lograba una cosa increíble. Yo tenía 14 años. Después tuve un impasse sin venir a la Argentina porque estuve en Uruguay haciendo de todo y en el año 1996 empezamos de gira con el Contrafarsa por el interior de la Argentina. Ahí empecé a conocer un montón de gente en el país y cuando quise acordar me mudé a acá, en el 1997”.
Su forma de trabajo
Con respecto a las diferentes tareas que realiza con su música, el producir un material o tocar delante de la gente, el músico manifestó: “Cualquiera de las dos labores son territorios muy habituales para mí, el escenario por supuesto y el estudio de grabación. Absolutamente los dos son mis lugares, conozco todas las etapas de las grabaciones, he grabado en cientos de discos literalmente. Míos hice dos, he grabado en discos de la Vela Puerca, la Bersuit, La Mancha de Rolando, Las Pastillas del Abuelo, y de un montón de bandas pocos conocidas y algunas otras desconocidas, he tenido doce o catorce participaciones en disco por año, uno de los discos donde participe es en el de Jorge Drexler y después él termina ganando un Oscar, imaginate”. Del escenario, agregó: “Me gustan todas las formas de estar en el escenario, solo, con mi guitarra y unos papeles, o con mi banda completa que somos ocho y si me pones una orquesta sinfónica de 260 integrantes voy a ser feliz y me va a encantar y lo vamos a hacer y ponemos 140 componentes más si es necesario y tengo idea al respecto. Me gusta lo diminuto y lo gigantesco por igual. Vos sabias que Beethoven cuando estrenó el Himno de la Alegría lo hizo con 7000 tipos, sabes lo que es un coro de 7000 personas. Me muero, me explota la cabeza”.
Cómo es Alejandro Balbis a la hora de componer
“No tengo receta, la única receta es el juego para mí. Se empieza jugando solo o con otros músicos, jugando a los acordes como uno juega a cosas, juega a tocar acordes, y cuando querés acordar el juego terminó y estás trabajando y a veces pasa que no, dejo el juego, la guitarra y me voy a tomar mate y lo dejo que sea, si la tarde va a ser así que sea, más cuando tenés hijos chicos cambia un poco. Yo no sé hablar mucho de la coyuntura, salvo que me haya pasado algo shockeante en el momento, pero si no es el momento, capaz que 40 años después puede surgir, como cuando escribí mi canción dedicada a mi abuelo, 40 años después que murió”.
Mensaje para los jóvenes que inician su camino en la música
“Que la vida del músico es dura acá y en cualquier lado, que se prepare porque va a ser dura, no, no va a zafar, va a ser dura de verdad, pero yo la elijo una y un millón de veces, y si vuelvo a vivir vuelvo a ser músico, acá, en China o en cualquier parte del mundo, es dura la música, pero es la que elegí y la que voy a seguir eligiendo, no la cambio por ninguna otra vida”.
Referentes
Con respecto a sus influencias en sus inicios, el músico fue contundente: “Sí, obvio, Alfredo Zitarrosa, yo lo conocí; Jorge Lazaroff; Eduardo Mateo; el mismo Jaime Ross; Rubén Rada, esos son los referentes que estaban ahí a mano, porque yo entre los 12 y los 15 años los conocí a todos, porque cuando empezamos a cantar no había murgas de niños. Ahora sí, existen el Carnaval de la Promesa y otras propuestas. Antes era la única murga de niños que había, estábamos en todos lados, conocimos a todo el mundo y en esos años aprendimos a cantar, a hacer arreglos, a escribir a compaginar espectáculos. Teníamos 17 años y teníamos un ritmo que no lo tenía nadie, ritmo intenso de laburar, del laburo de moldear el espectáculo, saber qué música usar, cómo escribir, cada uno empezó a remontar en cosas distintas”.
Un recuerdo impactante
Sobre qué recuerdo le ha quedado más marcado en su carrera, Balbis expresó: “Hay una imagen cuando regresa la democracia en el año 1984. Había 200.000 personas, era un río de gente porque lo hicieron en el Obelisco de Montevideo, donde arranca una avenida bastante larga y ancha, entre árboles que llegan hasta la fuente donde está el velódromo municipal y la pista de atletismo, digo para el que conoce Montevideo; en ese tramo, que son un montón de cuadras, había 200.000 personas, y el escenario estaba ahí arriba, fue impactante”.
La actualidad de la murga
“El carnaval se ve modificado por el humor de la sociedad y los cambios planetarios, hay un cambio de época muy importante en Latinoamérica, uno también influencia y lleva el carnaval a otros lugares, y hace que aparezcan otros discursos. El carnaval habla de la coyuntura, es complejo ahora hablar y no empezar a quedar de un lado o del otro y en realidad cuando empieza todo a martirizarse, a politizarse en el mal sentido, porque yo soy de los que creo que todo es planteado por la política. Igual pienso que el carnaval no tiene que ser una arena de discusión política exclusivamente, porque el carnaval tiene que ser para todos, para todo el mundo. Hay gente que le aburre la discusión política y a otros que van y la buscan, tienen que estar todos los colores, el carnaval es para todos, y para gente que no le gusta también, te la tenés que fumar, capaz está sentado al lado tuyo y bueno, así es la vida, así es la democracia, la democracia es lo único que tenemos, y vivir libremente”.
Su presentación en la Gira Litoral argentino en Entre Ríos
Voy a cantar canciones de mis dos discos y canciones nuevas. En Pueblo Viejo algo pasa, es una relación ida y vuelta, tanto de un lado como del otro. Es fundamental la construcción de una relación y la formación de un público. Si vos dejás una mala impresión, se va a propagar la mala impresión, es difícil revertir una mala primera impresión, pero en Entre Ríos me ha pasado contar con buenas relaciones humanas, con buena gente”.
Fuente: elentrerios.com

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