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Habían pasado algunos minutos de las 16. El calor era intenso, como si fuera verano, aunque según el almanaque el otoño llegó hace rato. Un grupo de jubilados sentados en ronda dialogaban en el Centro que los agrupa en Villa Zorraquín, en la zona norte de Concordia. Con ellos está Alejo Maxit, 43 años, el entrerriano que ocupa la Secretaría General de ANSES.

Ni bien salió del encuentro aceptó abandonar -al menos por unos minutos- el "perfil bajo" que parece haber cultivado hasta ahora y someterse a un mano a mano con ElEntreRíos, con la mira puesta en la realidad provincial.

"La política tiene que estar orientada a mejorar la vida de los ciudadanos y no a mantener grupos de poder" disparó a poco de comenzar el diálogo, a la par que puso todo el énfasis posible en resaltar una tarea que definió como urgente: que los partidos políticos "dejen de ser clubes electorales" y que la dirigencia no confunda al partido con una "franquicia". De paso, avisó que está dispuesto a aportar lo suyo: "Una mejor política es posible, cercana a la gente, y voy a colaborar en Entre Ríos para lograrlo".
Definiciones
La forma en que Maxit mira a su provincia natal puede que se resuma en estas frases claves que emergieron de sus respuestas:

Reforma política. La provincia dejó de tener un norte. Urge cambiar, dejar de depender de los esquemas de poder que han manejado todo en los últimos 30 años. El sistema político actual está diseñado para dar respuestas a los problemas del siglo pasado. Hay que apostar fuerte a la formación de las capacidades de nuestros dirigentes. Veo con buenos ojos avanzar hacia un sistema de boleta única que pueda contemplar la impresión electrónica del voto.

Partidos políticos. Hay que incentivar la renovación de los partidos políticos. Hoy tienen la tendencia de cerrarse por miedo a la pérdida de poder de algunos pocos. Esta dinámica fue clave para la pérdida de relevancia de los partidos. Se convirtieron en clubes privados de algunos pocos. Tenemos que entender que ser dirigente de un partido no es tener la franquicia.

Poder judicial. La justicia es un poder que estuvo más preocupado para su defensa y crecimiento que por dar un servicio a la sociedad. Esta situación favorece a unos pocos. Claro que se puede modernizar. Hay ejemplos concretos. La tecnología es uno. En Anses logramos realizar un proceso masivo para homologar acuerdos de Reparación Histórica. Totalmente tecnológico, con notificaciones digitales, sin papel. Más transparente, más eficiente y con respuestas más rápidas para la gente.

Tarifas. La realidad es que la energía es cara y el Gobierno Nacional tomó una decisión fundamental: no esconder los problemas, enfrentarlos. La realidad también es que gran parte de la factura que pagamos tiene un componente importante de impuestos. Y en el caso de Entre Ríos es un festival de impuestos.

Narcotráfico. Fueron años y años de una dirigencia que le dio la espalda o fue cómplice de este flagelo. Enfrentarlo demanda atacarlo por varios frentes: fuerzas de seguridad mejor preparadas, equipadas y controladas. Más y mejor educación, más y mejor trabajo, en definitiva tener un futuro mejor para nuestros hijos.

Salud. En Entre Ríos casi el 40 % de la gente no tiene ningún tipo de cobertura de salud. Argentina ha destinado muchísimo dinero en la Salud, sin embargo, sus resultados sanitarios son mediocres. ¿Qué pasó? Se gastó mal, sin control, de manera ineficiente y en muchos casos gran parte de ese dinero de la gente se perdió en la corrupción.

Educación. Desde el Colegio Nacional de Concepción del Uruguay, primero laico y gratuito en el país, a la realidad actual es una película de terror. No avanzamos, retrocedimos. ¿Cómo podemos soñar con una provincia mejor si hoy nuestros hijos abandonan el secundario? ¿Qué futuro podemos esperar con un presente así? Como sociedad, como entrerrianos, debería movilizarnos. Y no es solo un desafío de los gobiernos: es un desafío de las familias, de los maestros, de los sindicatos, de los chicos.

Ambiente y agroquímicos. Debemos ser inflexibles en el correcto uso. Se pueden implementar las mejores prácticas internacionales que nos resguarden. También tenemos que hablar de cuidado del suelo en forma integral. Es uno de los principales capitales de la provincia y lo tenemos que cuidar todos.

Ruta 18. Este gobierno no hace anuncios que no puede cumplir. Obra que se inicia se termina, ese es el compromiso. La ruta 18 es un buen ejemplo de cómo se trabajaba en la gestión anterior. Muchos anuncios y poca realidad. Su puesta en valor fue anunciada en el 2010, exactamente el 27 de septiembre del 2010. Por el tiempo que pasó, da la sensación que se trató de un juego de re determinaciones de precios para ganancias de unos pocos y anuncios políticos, y no en un interés genuino de mejorarle la vida a los entrerrianos. El compromiso del gobierno es poner en valor la ruta 18 y que a mediados del 2019 tengamos una infraestructura acorde que con las necesidades ciertas.
"Entre Ríos dejó de tener un norte"

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"Soy de Colón, en Colón nací, viví mi niñez, en Colón están mis padres, mis amigos y mis afectos" se apuró a decir Alejo Maxit cuando ElEntreRíos le preguntó si se definía como entrerriano, porteño o las dos cosas.

Maxit es Ingeniero Industrial con un Máster en Finanzas y cuenta que decidió participar en política porque le resulta insoportable que "el 30% de los argentinos" vivan en la pobreza. "No creo que sea un destino natural y estoy convencido que se puede cambiar y quiero ser parte y poner todo mi esfuerzo para ser parte de ese cambios" dice, ni bien se enciende el grabador y comienza el diálogo:

- Entre Ríos lleva gran parte de su historia expulsando jóvenes que no encuentran en su territorio un destino laboral, un futuro. ¿Es posible imaginar políticas duraderas de desarrollo sustentable que reviertan ese éxodo?

- Entre Ríos expulsa a sus jóvenes porque dejó de tener un norte. Somos un provincia que dejó de pensar en su futuro hace muchos años. Necesitamos hacernos dueños de nuestro futuro, dejar de depender de otros para nuestro desarrollo -hoy dependemos del Estado Nacional-, dejar de depender de los esquemas de poder que han manejado la provincia los últimos 30 años.

- Difícil que no se esté de acuerdo con un objetivo así pero el asunto pasa por el cómo... ¿Cómo lograrlo?

- Hay muchas líneas para empezar el cambio. Enumero algunas y empiezo por la principal. Para lograr sustentabilidad debemos trabajar sobre el capital humano. Ese es el principal recurso que tiene Entre Ríos y que tiene nuestro país pero que desde hace muchos años estamos dándole la espalda.

Trabajar para potenciar el capital humano de la provincia es trabajar por una educación inclusiva y de calidad y cuando hablo de calidad, hablo de elevar los índices de nuestros chicos en comprensión de textos y capacidad de resolver problemas, hablo de una juventud con espíritu crítico, con capacidad de innovar y enfrentar los cambios como oportunidad y no una amenaza.

Pero también debemos trabajar en el corto plazo en el cambio de nuestro sistema político y las capacidades de nuestros dirigentes. El sistema político está diseñado para dar respuestas a los problemas del siglo pasado, no podemos encarar el futuro con ideas y concepciones del pasado.

- ¿A qué se refiere Maxit con la expresión "sistema político"? ¿Qué actores abarca ese sistema que atrasa?

- Cuando hablo del sistema político hablo en sentido amplio del sistema que gobierna o tiene incidencia en el gobierno de nuestra provincia: dirigentes de los partidos políticos, de las organizaciones sindicales, de las organizaciones empresariales, de las organizaciones de la sociedad civil. Debemos y podemos darnos una nueva conversación, una conversación enfocada en construir un futuro mejor y no pensada en las ventajas transitorias y coyunturales.

- Parece haber consenso de que hay que dejar atrás la boleta sábana, como lo ha anunciado el gobernador Gustavo Bordet. Pero, ¿hacia dónde avanzar? ¿Qué piensa Maxit al respecto?

- Todo lo que sea transparentar a la política es positivo y es importante trabajar en mejorar el sistema electoral. Desde el Ministerio del Interior se lo está haciendo muy seriamente junto a las provincias y buscando consensos para implementar mejoras sustentables.

En el caso del debate en Entre Ríos, creo que tenemos que ir hacia sistemas más transparentes, que garanticen la seguridad del acto electoral y que al mismo tiempo le brinden al ciudadano la posibilidad de elegir con más información a cada uno de sus representantes. En este sentido, veo con buenos ojos avanzar hacia un sistema de boleta única que pueda contemplar la impresión electrónica del voto.

- ¿Alcanza con eso para cambiar la política o hay que ir por más?

- No alcanza. Creo que cercana a esta discusión está la cuestión de la fortaleza de los partidos políticos. Es fundamental que empecemos a acercar estas estructuras a la gente. Que dejen de ser clubes electorales y se transformen en ámbitos donde se piensan políticas públicas para la provincia, que sean ámbitos de formación para sus dirigentes y ámbitos de encuentro con los vecinos, para pensar juntos el presente y futuro de Entre Ríos. En esto tengo puesta mucha energía. Creo que una mejor política es posible, cercana a la gente, y voy a colaborar en Entre Ríos para lograrlo junto a todo el equipo de CAMBIEMOS.

- ¿Acaso CAMBIEMOS no tiene también los vicios de la vieja política?

- Es verdad que no está exento del peligro de reproducir esos vicios, de replicar un sistema político más preocupado por defender sus intereses que los intereses de la sociedad, acotado a mesas cerradas y sordo a escuchar a otros actores, sin apertura para escuchar las propuestas de otros y mejorar las propias.

Pero justamente por eso el presidente nos instruye como equipo a trabajar colaborativamente con actores del sistema interesados en que a la argentina le vaya bien. Acostumbrados a los liderazgos autoritarios, muchos critican como debilidad la capacidad de Cambiemos de dialogar y aceptar aportes. Por eso podemos gobernar en minoría en las cámaras y no obstante lograr aprobar importantes leyes.

La construcción de poder de Cambiemos está basado en escuchar las voces diferentes, está basado en superar los egos que dominan a nuestro sistema político. Nos acusan de ser débiles , y yo creo que es nuestra fortaleza y el antídoto contra los viejos liderazgos mesiánicos y autoritarios.

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Alejo Maxit con Patricia Rodríguez, de ANSES Concordia Agrandar imagen
Alejo Maxit con Patricia Rodríguez, de ANSES Concordia
- Vayamos a un tema álgido de estos días. Los últimos aumentos han llevado la tarifa de la electricidad a niveles muy difíciles de afrontar por sectores medios, Pymes, etc. ¿Qué puede hacer la provincia al respecto? ¿Qué cuota parte de responsabilidad tiene?

- El Gobierno Nacional tomó una decisión fundamental: no esconder los problemas, enfrentarlos.

Durante más de una década el anterior gobierno implementó una política cortoplacista que solo benefició a unos pocos en detrimento del resto de las provincias y en detrimento del futuro de todos los argentinos. Un ejemplo claro: entre el año 2000 y 2015 los precios de la economía subieron un 1400%. La tarifa de electricidad en el Área Metropolitana de Buenos Aires subió un 30%.

Fue un enorme esfuerzo fiscal, mal administrado, con mucha corrupción como en muchas otras áreas y además injusto: no solo estos beneficios se concentraron en las zonas más ricas del país, sino que por cada dos pesos que recibía el quintil más rico, el más pobre recibía 1.

En ese gasto injusto, se gastaron de todos los argentinos un aproximado de 150 mil millones de dólares… Imaginen todo lo que se podría haber hecho en términos de infraestructura para el país con ese dinero. Sin embargo, recibimos un país con cortes permanentes de luz, sin defensa para inundaciones, rutas destruidas y más de 30% de pobreza. A este problema heredado, y que estamos enfrentando como hay que hacer si queremos un país para que vivan nuestros hijos, se le agrega el problema existente en cada una de las provincias en relación a sus cuentas.

Gran parte de la tarifa que se paga en Entre Ríos (como en muchas otras provincias) no tiene que ver con los últimos aumentos anunciados en el precio mayorista (que define el gobierno nacional) sino que se debe a los costos de distribución de ENERSA y a los impuestos provinciales. La mala administración de lo público nuevamente se traduce en mayores costos para el ciudadano y al parecer se lo quiere esconder echándole la culpa al gobierno nacional. Nos tenemos que preguntar ¿para qué tantos impuestos? ¿para qué se utilizan? ¿Cómo se está administrando ese dinero de la gente? Es deseable que el gobernador imite lo que hizo Vidal en Bs aS y baje los impuestos que impactan en los servicios básicos.

- Si la factura de la luz es un festival de impuestos, entre ellos hay ni más ni menos que un 21% de IVA. Nación no parece estar dando el ejemplo cuando pide a las provincias y municipios que disminuyan la carga fiscal.

- La factura de luz se ha vuelto un festival de impuestos, como lo es el combustible, porque siempre lo más fácil es inventar impuestos antes de buscar alternativas para mejorar la eficiencia del estado. Es como agregarle un agujero al cinturón, si tenés esa alternativa no te cuidas. El aumento de los impuestos que se ha dado a la largo de nuestra historia esconde las ineficiencias del estado y fueron unas de las principales trabas para el desarrollo de la argentina.

Pero yendo a la cuestión del IVA, tenemos que preguntarnos para qué utilizamos la recaudación. Está asignado a mantener la jubilaciones, el tesoro y principalmente a las provincias. Por eso me extraña cuando algunos gobernadores plantean este punto, a meses de acordar un pacto federal que tiene como objetivo reducir la carga impositiva de la Argentina.

- ¿Pero cuán equilibrada y justa es esa remisión de fondos a las provincias? La discusión de la coparticipación se viene postergando desde la Reforma Constitucional de 1994 y la sensación es que Nación se queda siempre con todo y retacea los envíos al interior

- Las cosas cambiaron. Un ejemplo muy gráfico: entre 2003 y 2015 el gobierno nacional controló el 40% de la recaudación de AFIP. Las provincias se llevaron el 23%. Este año, a partir de los acuerdos firmados, la porción de Nación bajó al 20% y las provincias recibirán un 33%. Jubilaciones y programas sociales se llevan el otro 47%.

Pero el gran paso es que el gobierno nacional puso en discusión la carga impositiva de Argentina. Los impuestos nacionales comenzaron a bajar. Es momento que las provincias y municipios se hagan cargo de su parte.

- No parece coherente con ese reparto más equitativo con las provincias el anuncio de que un tramo de la ruta 18 no será autovía. ¿Cómo se entiende esa determinación?

- Este gobierno no hace anuncios que no puede cumplir. Obra que se inicia se termina, ese es el compromiso. La ruta 18 es un buen ejemplo de cómo se trabajaba en la gestión anterior. Muchos anuncios y poca realidad. Su puesta en valor fue anunciada en el 2010, exactamente el 27 de septiembre del 2010. Por el tiempo que pasó, da la sensación que se trató de un juego de re determinaciones de precios para ganancias de unos pocos y anuncios políticos, y no en un interés genuino de mejórale la vida a los entrerrianos.

El compromiso del gobierno es poner en valor la ruta 18 y que a mediados del 2019 tengamos una infraestructura acorde que con las necesidades ciertas. Estamos enfocados a invertir en infraestructura, no a comprometernos en proyectos inviables con fines políticos / económicos.

Pero entendamos que no sólo en Entre Ríos hay infraestructura en estado crítico, terminal. El abandono del norte del país por ejemplo fue absoluto. La parte más pobre del país fue relegada al olvido por el Estado Nacional y eso cambió. Pero los recursos no son infinitos y debemos administrar recursos escasos en función de necesidades a lo largo y ancho del país.

- El Poder Judicial evidencia un desborde por el crecimiento exponencial de las denuncias, en especial en campos como la violencia de género. También queda claro que la investigación de los delitos contra la administración pública le insume hasta más de una década en algunos casos. ¿Es posible acordar una reforma que la agilice? ¿Qué se necesita para dar cumplimiento al artículo 208, que crea la Fiscalía especializada en corrupción?

- La sociedad le pone una nota muy baja a la justicia. No le genera confianza y no cree que esté preocupada por protegerla. Es un poder al que se lo percibe más preocupado en su defensa y crecimiento que por dar un servicio a la sociedad y ello favorece a unos pocos.

Claro que se puede modernizar. Hay ejemplos concretos. La tecnología es uno. En ANSES logramos realizar un proceso masivo para homologar acuerdo de Reparación Histórica. Totalmente tecnológico, con notificaciones digitales, sin papel. Más transparente, más eficiente y con respuestas más rápidas para la gente.

La sociedad nos está demandando respuestas a todos los poderes, incluida la Justicia, que es parte fundamental de las soluciones que debemos encontrar cuanto antes si queremos vivir en una provincia mejor. Sin justicia no hay lucha contra el narcotráfico posible, sin una justicia ágil e independiente, no hay lucha contra la corrupción que pueda llevarse adelante. ¿La pregunta es si la personas que manejan la justicia de Entre Ríos están dispuestas a este cambio?

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- A propósito del narcotráfico, el entrerriano siente que en la última década y media se perdió la lucha contra las drogas y que la cantidad de adictos ha crecido exponencialmente y con ello el delito y la inseguridad. ¿Es la ley de narcomenudeo la respuesta represiva? ¿Cuál sería la respuesta asistencial, puesto que el adicto es un enfermo y muchos de ellos además son pobres y no tienen cómo pagar tratamientos costosos para intentar salir?

- La semana pasada estuve en México que es un ejemplo impactante de lo que significa el narcotráfico. Es una problemática que siempre vimos lejana pero que hoy está instalada en Entre Ríos, por más que algunos no quieran reconocerlo y hasta logró infectar a nuestras instituciones. El poder narco es despiadado, no reconoce clases sociales y sus principales víctimas son nuestros hijos.

Los resultados de la lucha a nivel nacional en estos primeros dos años de gestión son realmente impresionantes, el cambio es evidente. Pero todavía falta muchísimo y ojalá ese cambio ocurra en Entre Ríos. Fueron años y años de una dirigencia que le dio la espalda o fue cómplice de este flagelo. Enfrentarlo demanda atacarlo por varios frentes: fuerzas de seguridad mejor preparadas, equipadas y controladas. Más y mejor educación, más y mejor trabajo, en definitiva tener un futuro mejor para nuestros hijos.

- ¿Cómo hacer realidad la educación inclusiva y de calidad de la que hablas si es una farsa la obligatoriedad de la escuela hasta terminar el secundario? Hay abandono escolar no sólo en nivel medio sino incluso en primaria.

- La Educación es responsabilidad de la provincia y su decadencia también es producto de años y años de abandono, de una dirigencia de espaldas al problema, de espaldas al futuro de nuestros hijos. Frente a un mundo más complejo y desafiante lo que hicimos fue empeorar nuestra educación. Nos tenemos que hacer cargo de este problema de una vez por todas. De tener el Colegio Nacional de Concepción del Uruguay (primero laico y gratuito en el país) a la realidad actual es una película de terror. No avanzamos, retrocedimos.

Estoy convencido que la educación es el pilar fundamental del cambio. Mauricio Macri lo repite incansablemente, sin jóvenes preparados para el desafío de un mundo complejo, competitivo e hiperconectado, no hay un país mejor posible. Desde ANSES, uno de nuestros ejes principales es brindar apoyo con becas para que los jóvenes puedan terminar sus estudios. Que terminen el secundario y que sigan avanzando en instancias superiores de formación.

Estamos muy mal, hay que reconocerlo para poder cambiarlo. ¿Cómo podemos soñar con una provincia mejor si hoy nuestros hijos abandonan el secundario? ¿Qué futuro podemos esperar con un presente así? Como sociedad, como entrerrianos, debería movilizarnos. Y no es solo un desafío de los gobiernos: es un desafío de las familias, de los maestros, de los sindicatos, de los chicos. Juntos debemos trabajar en mejorar los contenidos en las escuelas, mejorar los espacios de formación, darles más herramientas a los docentes, crear espacios de formación y actualización para los docentes, tener mejores reglas donde se incentive la responsabilidad y el esfuerzo.

- Es verdad que la educación es responsabilidad de la provincia pero antes dependió de Nación y es frecuente escuchar críticas al proceso de transferencia que encargó el propio peronismo en una de sus gestiones, porque -se dice- no fue acompañada con las partidas que correspondían.

- La historia de la educación argentina es la triste historia de un hijo que ninguno de sus padres se quiere hacer cargo. La realidad es que hace 28 años se definió que los gobiernos provinciales se hacían cargo de la educación, si el promedio por chico son 14 años de educación quiere decir que al menos dos ciclos completos se han hecho bajo esta realidad.

En estos años hubo más discusión sobre política salarial que educativa. Se centra la educación en temas retributivos, se perdió el eje de la discusión de una educación inclusiva y de calidad. Mientras tanto los políticos y los responsables de la gestión púbica de la educación solo debaten el poder.

Tenemos que dejar de mirar lo que hace el Estado Nacional y comenzar a mirar lo que tenemos y cómo lo podemos mejorar genuinamente, evitando anuncios populistas de corto plazo que nos llevaron a esta situación. Reconstruir el sistema educativo nos llevará mucho tiempo, energía y creatividad. No tenemos un minuto que perder.

- Hay localidades importantes que hoy por hoy no pueden dar respuestas en sus hospitales a prácticas médicas tan elementales como los partos. Ha decrecido el número de profesionales especializados. ¿Propuestas para revertir esto?

- Aunque a veces se piense otra cosa, la salud pública es responsabilidad del gobierno provincial. Su pésimo estado es ejemplo del efecto de años y años de una dirigencia que le dio la espalda al problema. Como pasó en muchas áreas de la gestión, Argentina ha destinado muchísimo dinero en la Salud, sin embargo, sus resultados sanitarios son mediocres. ¿Qué pasó? Se la gastó mal, sin control, de manera ineficiente y en muchos casos gran parte de ese dinero de la gente se perdió en la corrupción.

Lo concreto y dramático es que en Entre Ríos casi el 40 por ciento de la gente no tiene ningún tipo de cobertura de salud.

Desde nación se está trabajando en la instalación de la Cobertura Universal de Salud, la cual consiste en asegurar que todas las personas reciban los servicios de salud que necesitan, con adecuado acceso y calidad. En Entre Ríos debemos trabajar en este sentido junto al Ministerio de Salud Nacional.

Respecto del déficit de profesionales, ¿cómo puede ser que seamos el país que más dinero gasta en salud, pero nuestros médicos en muchas provincias prefieren irse a trabajar a países vecinos? De nuevo aparecen con fuerza los efectos de una pésima administración provincial. Gestionar mejor nuestros recursos, planificar seriamente, combatir la corrupción, nos va a permitir, por ejemplo, poder pagar mejores sueldos a nuestros profesionales para que se queden en nuestras ciudades y pueblos. Se está haciendo a nivel nacional, podemos hacerlo en Entre Ríos.

- Por último, ¿cómo mira Maxit la polémica creciente por el uso de los agroquímicos en Entre Ríos y en general el desafío de proteger el ambiente?

- Hay preocupación genuina de muchos vecinos sobre el uso de los agroquímicos y esto hay que escucharlo y atenderlo. Pero como dirigentes tenemos que estar a la altura del desafío y no hacer demagogia utilizando el miedo como estrategia. Somos una provincia con un potencial agroindustrial fenomenal y ese desarrollo no puede estar de espaldas a tener buenas prácticas medioambientales. No cuidar nuestros recursos naturales sería estar pegándose tiros en los pies en el camino de un mejor futuro. Además, somos una provincia con una belleza natural envidiable, el potencial turístico que tenemos es enorme. No cuidar nuestro entorno sería estúpido.

La tecnología aplicada a la producción agropecuaria nos permite ser una potencia a nivel mundial en esta materia. La productividad alcanzada y el buen manejo del suelo son referentes en el mundo. Pero, insisto, debemos prestar mucha atención al buen manejo de los agroquímicos. Su buen uso, lejos de ser una amenaza, es una oportunidad. Encontremos los espacios de diálogo para vencer los miedos, con información seria, con estudios responsables, con controles de verdad.

Por otro lado, desde el punto de vista medio ambiental, tenemos que atender también qué está pasando en los municipios que aún no han sabido resolver en forma ecológica la gestión de los residuos, por ejemplo. Al tema hay que abordarlo de manera integral y seria, entre todos los actores involucrados y pensando en una provincia con oportunidades de desarrollo fenomenales si cuidamos los recursos que la hacen tan rica y hermosa.

No dejemos que nos hagan creer, como pasó durante muchos años, que hay una sociedad enfrentada. Que “el otro” es el enemigo, que a ese otro hay que derrotarlo. Este tipo de demagogia irresponsable nos llevó a conflictos impensados, violentos y contraproducentes entre hermanos. Hay caminos posibles de desarrollo en común, tenemos que volver a encontrarnos para discutir la provincia que queremos. Podemos hacerlo de manera responsable y seria, sin demagogia, juntos.
¿Qué piensa Maxit de...?
-Rogelio Frigerio

- Es un líder político que puede ayudar a que Entre Ríos vuelva a ser una provincia relevante y con futuro.

-Gustavo Bordet

- Tiene el gran desafío de gestionar una provincia que está en crisis por la gestión de sus compañeros partidarios sin cambiar las razones de la decadencia. Difícil parada.

-Sergio Urribarri

- Un ejemplo claro de lo que no se necesita para Entre Ríos. El proyecto personal sobre el resto. Yo lo llamo el modelo Urribarri Sociedad Anónima. Lo malo es que no tiene el monopolio de este modelo de gestión.
Fuente: El Entre Ríos (Edición Impresa)

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