Se trata de una cargadora retroexcavadora XCMG, modelo XT870, adquirida a la empresa Irongroup SA de Buenos Aires a través de la licitación pública N° 005/17, segundo llamado, con recursos municipales. Tras una inspección ocular, habían quedado en evidencia numerosos inconvenientes en su parte mecánica como estética, llegando a contabilizarse más de 30 observaciones.
“La cantidad de problemas es mucho mayor a lo que imaginábamos”, aseguró Scherpf para luego pasar a detallar que “tiene roto el perno de la pata de la pala delantera, el fuelle del extremo, se encuentra picada la chapa con herrumbre y brota el óxido como si estuviera repintada, lo cual es muy preocupante, porque hasta se llueve dentro de la cabina”. El comentario se produjo justo después que el edil Ariel Kreiman de Cambiemos reclamara al Ejecutivo una respuesta al pedido de informes requerido desde su bloque el 23 de abril. Entre las cuestiones a contestar, figuran si al momento de realizar la compra, los responsables de la conocían esta situación, si el estado de la máquina se tuvo en cuenta al momento de hacer las comparaciones con las otras ofertas presentadas, cuáles son las garantías con las que cuenta la máquina, ya sea del motor como de los distintos componentes de la misma, y si quedó al momento de la entrega algún registro formal detallando los deterioros de la máquina.
“Siendo una maquinaria nueva, ya que se dijo que era 0 kilómetro, no debería tener ninguno de estos problemas. Parecen estar mejor las máquinas de 1965 que esta”, agregó ironizando el concejal vecinalista.
