El hecho ocurrió en calle Andrés Pazos de Paraná, entre Corrientes y San Juan. Un hombre de 37 años subió al techo de una playa de estacionamiento y amenazó con arrojarse al vacío. Tendría una denuncia por violencia de género y la Justicia le impuso una exclusión del hogar.
Personal de Operaciones Especiales y un mediador trabajaron durante toda la tarde para convencerlo de que no tome una drástica decisión. El encargado de la playa de estacionamiento, Jorge Rivero, expresó que “a medida que pasaban las horas el peligro iba a ser mayor. De todas formas íbamos a poner toda la buena voluntad para que trabajen tranquilos y quede a disposición de la Policía”.
Finalmente, a las 21:45, el hombre decidió bajar. Fue trasladado al Hospital San Martín para realizarle estudios médicos. Luego, será derivado al Hospital de Salud Mental.
Una situación familiar compleja
El abogado del hombre, Juan Domingo Cabrera, contó que se trata de una situación familiar compleja. “Diego es empleado de una granja avícola. Es una buena persona y es un buen padre. Pese a la cuestión judicial, confiamos en que sus problemas no van a pasar de lo ocurrido, no es una situación grave”.Asimismo, relató que “lo estaban notificando de las medidas en Tribunales y salió intempestivamente y a los gritos, diciendo que se iba a matar. No supimos nada, hasta que nos avisaron que subió al tinglado. Estaba muy ofuscado por la actuación de la Justicia en su caso. Teme perder el trabajo y ha llegado a esta situación límite por diferentes motivos”.
