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La Dirección Departamental de Escuelas de Victoria “sugirió” a todas las instituciones educativas del departamento, públicas o privadas y de cualquier nivel, una serie de medidas para adaptar el dictado de clases ante la ola de calor excepcional que atraviesa la provincia. Las sugerencias incluyen reducir horarios, adaptar actividades de Educación Física y permitir el uso de ropa liviana, entre otras. El comunicado de la Departamental Victoria se publicó en medio de la controversia que se generó a comienzos de semana con las versiones sobre la suspensión de clases en algunas escuelas que fueron luego desmentidas extraoficialmente por el Consejo General de Educación, organismo que hasta ahora no tomó ninguna decisión a nivel provincial que modifique la rutina de actividades escolares ante las temperaturas extremas.

La Departamental Victoria no emitió una resolución ni dictó una medida obligatoria a las autoridades escolares, sino que les brindó una serie de “sugerencias”. Lo hizo “en acuerdo con los equipos de Supervisión” y anunció que se hará un “monitoreo del estado meteorológico para determinar procedimientos”.

Las medidas incluyen la flexibilización de horarios, que podrán reducirse “una o dos horas por turno de acuerdo a las necesidades institucionales”. Esto deberá “acordarse entre directivos y supervisores”. En estos casos los docentes en sus horarios habituales de clase deberán “garantizar entrega de material pedagógico para el trabajo en el hogar” de sus alumnos, virtual y/o impreso. En caso de suspender clases presenciales, se deberá fortalecer el trabajo con la Biblioteca Virtual del CGE.

En particular sobre las clases de Educación Física, se autorizó que sus actividades sean reemplazadas por otras “propuestas tranquilas”, por ejemplo sobre Educación Sexual Integral (ESI), cuidado del cuerpo, salud, entre otros contenidos.
Todo igual en el CGE
El criterio del Consejo General de Educación es sostener el dictado de clases normalmente. Según explicó un funcionario de la cartera educativa, para adaptar o suspender clases el organismo debería dictar una resolución a nivel provincial, que no está previsto firmar por el momento, y además en ese caso se haría en consulta y coordinación con otros estamentos del gobierno provincial.

En los últimos días se mencionó la resolución 4950 del 2022, que en rigor es el Calendario Escolar, donde se prevén algunas condiciones excepcionales para la suspensión de clases. El documento indica que los equipos directivos de los establecimientos educativos “podrán disponer la suspensión de actividades, previa comunicación a la superioridad” en caso de “factores climáticos que impliquen riesgos para el alumnado y el personal”.

La fuente del Palacio Educativo afirmó que dicha Resolución no da un marco institucional o legal para que las escuelas suspendan las clases por el calor. Consultada sobre las sugerencias en Victoria, las circunscribió sólo a ese departamento y aclaró que varias de las medidas se toman “normalmente” en muchas escuelas de la provincia cuando hace mucho calor, como adaptar las vestimentas y evitar actividades físicas exigentes. Incluso las definió como “de sentido común”.

En definitiva, Entre Ríos se ciñe por ahora al criterio que fijó el Ministerio de Educación de la Nación. Su titular, Jaime Perczyk, aseguró este jueves que “a la escuela hay que ir todos los días” y enfatizó la necesidad de “garantizar el financiamiento para seguir equipando las escuelas con ventiladores y aires acondicionados”. Algo que el funcionario dijo que el Ministerio hace “progresivamente, en un día no se resuelve todo”.
Reclaman condiciones
El principal gremio del sector, la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER), no se pronunció a nivel provincial. Algunas filiales y seccionales lo hicieron por su cuenta, como la del departamento Uruguay. Alegando el “contexto excepcional” de la ola de calor, exigieron que “de forma inmediata tomen las medidas necesarias para dotar a los establecimientos educativos de los insumos, equipamientos y servicios necesarios para afrontar las elevadas temperaturas”.

Asimismo, consideraron que “en caso de no darse todas estas garantías debe suspenderse la presencialidad en procura de salvaguardar el derecho a la salud y la integridad física y psíquica, tanto de estudiantes como de trabajadores”.

Los dirigentes del departamento advirtieron que en recorridas por escuelas se encontraron con “instalaciones eléctricas viejas, baños fuera de servicio, techos y aberturas que requieren refacciones urgentes, patios y pasillos sin previsión de sombra, ausencia de ventilación”, entre otras deficiencias.
Fuente: UNO Entre Ríos

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