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Por Mario Alarcón Muñiz." data-share-image="https://media.elentrerios.com/fotos/2014/09/14/o_1410706134.jpg" > Enviar Imprimir
Tal asunto, el más delicado que anualmente deben tratar los representantes del pueblo, requiere siempre un estudio profundo y pormenorizado. Se trata de la ley más importante del año. No es cuestión de sacarla a las apuradas porque se vienen las vacaciones o porque el PE pide prontitud y el menor ruido posible o todo eso junto.

Se trata del plan de gobierno para el año venidero, los proyectos a ejecutarse, las obras públicas, los servicios que presta el Estado -nada menos que justicia, seguridad, salud, educación, entre otros-, las remuneraciones de los trabadores estatales, la recaudación, la atención de las deudas, la administración correcta de los fondos públicos, en fin, la vida provincial o poco menos.

Si se toma conciencia de la enorme importancia del presupuesto, no es posible apurar la gestión como si se tratara de sacarse un peso de encima y después a descansar. En este caso no es un peso de encima. Son 43.000 millones de pesos, monto global del presupuesto.

Para atenderlo se ha previsto una recaudación de 41.500 millones. Déficit clarito: 1.500 millones de arranque, sin tener en cuenta la muy probable inflación, ni los aumentos de sueldos que inevitablemente se producirán y no están contemplados en este proyecto.

Es evidente que el déficit será superior. Nadie se atreve a calcularlo, pero no se duda que será mayor. La propia evolución de las cosas así lo determinará. En principio, si se cumple el presupuesto tal como está programado y los números no cambian, habrá un déficit de 1.500 millones. Para cubrirlo se necesitará aumentar los impuestos o tomar deudas y en este caso que pague el que viene. Es elemental. Pero nadie reacciona frente a esto.

El sueño de los buenos sueldos

Los sueldos del Estado constituyen el mayor monto presupuestario. Superan los 16.000 millones de pesos, para una planta permanente de 65.378 empleados, más 3.351 de trabajo temporario. Es decir 68.729 personas.

El año en curso contempló sueldos para 64.351 empleados estables y 3.206 temporarios, en total 67.557. El cálculo más simple indica que habrá el año que viene 1.172 empleados más. ¿A qué cantidad llegaron las jubilaciones y retiros durante el presente año? El dato es necesario para saber en qué medida aumentará la burocracia en 2015 y cuántos pesos más le costará al contribuyente mantenerla. No viene mal saber que en 2007, al asumir Urribarri la gobernación, la planta de personal llegaba a 56.892 personas con empleo estable.

Los sueldos del Estado también merecen atención. La categoría 10, última del escalafón público, asigna un básico de 936 pesos al empleado que recién se inicia, más algunas remuneraciones en negro. El maestro de grado aparece con un sueldo inicial de 2.485 pesos. El agente de policía percibe un básico de 1.565, más adicionales por antigüedad y otros conceptos, lo mismo que el básico de enfermería, situado en 1.603 pesos, según el proyecto de presupuesto.

Los aumentos que no se han contemplado para el personal raso, son significativos cuando se trata de otras funciones. Un legislador percibirá 60.422 pesos mensuales; el gobernador 37.388; un ministro 33.989; el secretario de la Cámara de Diputados o del Senado 45.891; el presidente del Tribunal de Cuentas (designado en violación de la Constitución, art.217) 55.655 pesos; el vocal del Superior Tribunal de Justicia 55.655; el juez de primera instancia 47.304 pesos. A estas tres últimas categorías corresponde agregarle el adicional por antigüedad que puede llevar la remuneración hasta el doble de lo indicado.

Una suerte de realismo mágico

Si hay un dato curioso acerca del venidero presupuesto, es el relacionado con las obras públicas. El tratamiento de los diputados en comisión fue rápido y culminó con dictamen favorable hace tres días. Sin embargo, no fue sencillo conseguirlo. Muchos legisladores advirtieron que no se contemplaban obras necesarias en sus respectivos departamentos y plantearon el reclamo antes de soportar las consabidas quejas de sus vecinos electores.

No se sabe muy bien a quién se le ocurrió, pero se alcanzó una solución salomónica que sería original si no encontrara antecedentes en los dos últimos presupuestos. Así las cosas, las obras propuestas por los diputados se incluyeron en el presupuesto. Muy bien. Allí figuran. Pero sin financiación. Si por ahí aparece plata, se harán. De lo contrario seguirán esperando.

Un caso emblemático -entre otros varios- es el de la defensa Norte de Concepción del Uruguay. Figuró en los presupuestos de 2013 y 2014. En julio pasado el gobernador prometió públicamente licitarla en octubre. No dijo de qué año, porque octubre pasó, nada por aquí, nada por allá y ahora los diputados anotaron la obra para 2015, sin plata. Es decir, un dibujito. “Si se consiguen fondos, se hará”, explicó el presidente de la comisión de presupuesto y hacienda, diputado Marcelo Bisogni, que no sólo es representante de Concepción del Uruguay, sino también precandidato a gobernador.

Algo parecido sucede con la defensa de Ibicuy, el reasfaltado de la defensa Sur de Concordia y la reparación de la defensa de Villa Paranacito, sólo para citar obras de hidráulica. Figuran, pero no están. Una suerte de realismo mágico.

Todo indica que en los próximos días Entre Ríos tendrá presupuesto. Los diputados le darán media sanción al proyecto probablemente el miércoles y luego pasará al Senado, donde el trámite será más veloz todavía. ¿Estudiar? ¿Para qué? Si el jefe lo hizo está todo bien. Vamos de vacaciones. Nos espera un año de precandidatos, candidatos, encuestas, aflicciones, caminatas, choripaneadas, aprietes y en una de esas…votos.
Por Mario Alarcón Muñiz." data-share-image="https://media.elentrerios.com/fotos/2014/09/14/o_1410706134.jpg" > Enviar Imprimir

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