El Fiscal José Arias, a cargo de la investigación del proceder de los dos efectivos, los acusa por varios delitos: Privación ilegítima de la libertad, abuso de autoridad, falsificación de documentos e incumplimiento de los deberes de funcionario público.
La "denuncia" que habrían inventado aludía al robo de un celular. Los policías señalaron a un presunto culpable del inexistente delito, que pasó varias semanas en prisión preventiva hasta que se constató que todo era una farsa.