Ubicado en el puesto 26 del ranking, tuvo que bajarse del Wimbledon Grand Slam debido a una lesión en su rodilla derecha de la que aún se recupera y que le permitió volver, al menos por unos días, al país que representa.
Sentado con tranquilidad y una sonrisa que se vuelve marca registrada, el entrerriano se dispone a responder las consultas para la cámara.
¿Cómo lidias con la presión en un partido decisivo?
La mayoría de las veces no salen bien las cosas, mi hermano juega y todo el tiempo le estoy diciendo que los días que las cosas salen bien es todo muy fácil, pero la diferencia se da porque uno juega 30 semanas en el año pero en 20 o más semanas las cosas no salen como a uno le gustan, y es ahí cuando uno tiene que ir a sus rutinas.
Yo no estoy jugando hace un año, vengo jugando hace mucho y trabajando en un montón de cosas tanto con mi psicólogo como con el resto del equipo. Aplicar todas esas técnicas que tiene uno como ir a la toalla, mirar a las cuerdas, pensar las cosas que uno tiene que pensar, en la táctica y no al resultado... un poquito pasa por ahí la diferencia, poder mantenerse tranquilo en el partido cuando las cosas no están saliendo y esperar el momento.
El otro también juega, no es solo uno al que le tienen que salir las cosas bien, de repente el otro siempre te va a dar una chance y empezás a jugar mejor o inclusive no jugando bien en todo el partido podés ganar. Pero mientras más tranquilo estés y lleves la cabeza a lo que tenes que hacer y no en el "uy en lo que erré", "uy lo que pasó", "uy si pierdo este partido", más chances vas a tener de quedarte con el partido. Además el ganar, no importa como sea, te da la posibilidad de al partido siguiente empezar a jugar bien o volver a jugar mal y en algún momento del torneo vas a empezar a jugar bien.
¿Es cierto que Roger Federer te invitó a jugar a su casa y rechazaste la invitación?
(Risas) Sí, suena medio mal eso de "rechacé la invitación", pero de alguna manera puede ser que sea así, que la rechacé.
Fue cuando estaba arrancando, tenía 20 o 21 años y a la semana siguiente había un torneo, el Estoril. Él ya estaba preclasificado y arrancaba a jugar el jueves. Yo arrancaba a jugar el lunes y me invitó a jugar a su casa.
En ese momento yo hablaba muy muy poco inglés. Ahora no soy ningún fenómeno tampoco pero en ese momento me limitaba eso, pero aún en español me hubiese chocado un poco la invitación porque había entrenado dos o tres veces con él y no tenía un diálogo fluido, y aparte de que me perdía ese torneo y era cuando estaba arrancando entonces no veía más que mi calendario, era un "¿cómo voy a ir a entrenar cuando tengo la posibilidad de competir?".
No veía las cosas que había que ver en ese momento y de alguna manera, obviamente, me arrepiento, porque con todos los torneos que tenés creo que hubiese sido una experiencia espectacular. Si bien después tuve la oportunidad de entrenar y de charlar y un montón de cosas, en ese momento hubiese sido una experiencia buenísima.
¿Sentís que la gente valora realmente lo que es estar entre los 20 o 25 mejores del mundo o crees que no están tan empapados de lo que es el tenis y no lo valora tanto?
Por la vida que llevo estoy mucho afuera, entonces como que me pierdo una parte de eso, y a veces cuando mis amigos me quieren mandar mucha información de lo que está pasando en Uruguay prefiero no ser muy consciente de lo que pasa. Es una de las formas que encontré de seguir enfocado en lo que tengo que estar enfocado y de no presionarme, o a veces cuando se trata de un comentario no tan positivo de no enojarme, entonces como que no estoy tan metido en lo que pasa.
Creo que tampoco lo tengo que estar, no me ayuda mucho eso porque soy protagonista de lo que está pasando, más adelante podré ponerme a mirar un poco lo que conseguí, lo que pensaba la gente o no.
¿Considerás que el uruguayo es muy exitista?
Creo que en todos lados pasa eso, a todo el mundo le gusta ver a su jugador o a su equipo cuando le está yendo bien, son los menos los que les gusta verlos cuando les está yendo mal. Cuando uno por ahí no sabe mucho del tema es facilísimo criticar pero pasa en todos los ambientes, es mucho más facil ver la parte mala que ver la parte buena.
Generalmente en alguna red social el que más ganas tiene de decir algo es el que quiere decir algo malo, y de eso y de los buenos comentarios también trato de estar aislado.
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