Tras los años, hoy está fundamentado que la banda ancha de la compañía francesa tiene la mayoría de clientes en Concordia, y por eso es que durante los últimos días toda la ciudad se ha sentido semiparalizada con las deficiencias del servicio.
Es que la mayoría de los clientes, sobre todo los ubicados en los barrios céntricos y en el propio microcentro, están sufriendo un descenso de la velocidad alarmante. Desde la zona de la Unidad Penal N° 3 hasta el barrio puerto, contando la zona del hípico hacia el norte y todo el área comprendido entre estos puntos se han contado casos de un mal servicio que baja hasta al 90% del rendimiento.
Para ser más exactos, el servicio que debería ofrecer 6 megas de bajada, uno de los más contratados, está otorgando 0.5 megas. Números porcentuales similares aparecen en las demás ofertas de 1, 3 o 10 megas de varias casas, según testimonios que se enviaron a este medio.
¿Para qué sirven las quejas?
Pero lo peor sucede cuando el cliente intenta ponerse en contacto con la empresa. Tras llamar al 0800-555-9999 y contar el problema, varios usuarios han obtenido la insólita respuesta de que es un problema propio de su computadora, a pesar de lo evidente de la situación general.
En cambio, otros pocos usuarios han tenido una pequeña luz de esperanza: cuando establecían la queja, desde el otro lado del teléfono reconocieron la problemática general del servicio. Sin embargo, argumentaron que al ser un problema estructural de la red la empresa debe recibir una cantidad importante de quejas de los usuarios para saber que es un drama de la zona y no un caso en un millón.
Por ello, desde varias comunidades y grupos informáticos concordienses se alienta a todos los usuarios afectados a que llamen a Arnet y establezcan su queja, a pesar de que no tengan esperanzas a que se solucione. Tras ello, piden que se solicite un número o código de reclamo para establecer fielmente que la solicitud de mejora del servicio se estableció y que se tiene en cuenta.
El último paso será esperar. Habrá que tener paciencia y esperanza: quizás se solucione tan rápida y enigmáticamente como se rompió, o quizás la empresa se de cuenta que es un problema mayor y finalmente se decida a reparar el cableado.
