Desde el día cero de su gobierno, José Mujica buscó la forma de mejorar la relación de Uruguay con Argentina. El 14 de enero de 2010, antes de asumir, viajó a Buenos Aires y restableció el vínculo. El 2 de Junio de ese año recibió a Cristina Fernández de Kirchner en Anchorena.
Desde el día cero de su gobierno, José Mujica buscó la forma de mejorar la relación de Uruguay con Argentina. El 14 de enero de 2010, antes de asumir, viajó a Buenos Aires y restableció el vínculo. El 2 de Junio de ese año recibió a Cristina Fernández de Kirchner en Anchorena.
Todo parecía mejorar cuando luego del fallo de La Haya y que los K los dejaran solos, los piqueteros de Gualeguaychú levantaron el corte al puente que mantenían desde 2006.
Pero hasta ahí llegaron los logros. Durante los otros 4 años, todo fue dolores de cabeza en la relación bilateral. El episodio más sensible fue el del dragado para Martín García en el que los gobiernos no pudieron ponerse de acuerdo en 2012.
En el medio hubo denuncias de presuntos intentos de soborno que, al hacerse pública, complicaron todo. La cancillería uruguaya intentó negar las versiones difundidas por El Observador, pero el embajador itinerante Julio Baraibar luego lo confirmó.
Además, se venció el contrato con la draga de Riovía y ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo, los gobierno decidieron dejar desierta la licitación que habían abierto y empezar ambos Estados a realizar el mantenimiento del canal. Tres años después, el asunto sigue con problemas.
Para peor, en 2013, Mujica tuvo un desliz frente a un micrófono abierto ("Esta vieja es peor que el tuerto"), que tensó el vínculo.
Hubo problemas con el comercio, el turismo y el puerto.
