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Las redes sociales se volvieron espacio de queja y memes, en publicaciones que artistas de Concordia hicieron entre este miércoles y jueves para contar lo que sucede cuando desde la Secretaría de Cultura los “invitan” a formar parte de la Fiesta de la Citricultura, que se llevará a cabo el 11 y 12 de diciembre.

Según manifestaron, a bandas de renombre y reconocidas por la calidad de su trabajo les ofrecen una suma de $15 mil pesos, eso luego de haberles ofrecido $10 mil y haber obtenido un no como respuesta, por lo que “mejoraron” el monto.

La queja que más resonó fue la de la banda Maniquí, que recientemente ganó un concurso nacional que se llevó a cabo en Buenos Aires, en el que participaron más de 300 grupos. Además, vienen de grabar un disco que tuvo buenas críticas a nivel país. La calidad caracteriza a este grupo, que decidió decir que no y dar a conocer lo que vivió.

Pablo, el guitarrista, utilizó sus perfiles en redes sociales para hacer un descargo. “Un trago amargo y una sensación de impotencia me invadieron hoy, resulta que hace unos días llega a Maniquí (mi banda) una propuesta para tocar en la fiesta nacional de la citricultura, entre charlas en cuanto al arreglo para poder participar nos ofrecieron $15.000 “casi de contado”, me lo tomé a modo de chiste pero era cierto”, dijo y reflexionó: “Entonces me pregunto, ¿tan bajo hemos caído culturalmente? ¿Quiénes aceptan esos pagos que no tienen sentido? ¿Saben cuánto sale costear un espectáculo? ¿Pagan sala de ensayo? ¿Tienen instrumentos de verdad? ¿VIVEN DE LA MÚSICA? O hacen como yo que tengo 5 laburos para vivir dignamente y 2 de los 5 los uso para sustentar mi vida artística… recapacitemos artistas, esto no es solo culpa de la ignorancia de las autoridades, también es culpa nuestra por aceptar la caca que nos sirven para comer”.

“Si no tienen presupuesto no llamen a nadie, que vengan a tocar los artistas que mandan de nación con presupuesto de nación entonces, porque ellos no vienen por 15.000, ellos si pueden cobrar lo que se merecen por todo lo que invirtieron en su trayectoria, nosotros no, no lo merecemos… gracias, muchas gracias por tanta desigualdad…”, expresó.

Por último, aclaró: “Ah! Y no… no tocamos con mi banda Maniqui en la citricultura, no vamos a ir en contra de nuestros principios, a las bandas que aceptan esas migajas les pido que recapaciten y piensen en el daño cultural y la desigualdad que generan estas situaciones...Y a la comisión, espero que estén al tanto de la burla y estafa que esto significa para los que aportamos y estamos al día con nuestros impuestos”.

Por su parte, el baterista escribió: “¿Saben cuánto ofrecen a una banda concordiense para tocar en la Fiesta NACIONAL de la Citricultura? 15 mil pesos. Y si decís que es una miseria te ofrecen 5 mil más. De viáticos de transporte y comida ni hablemos, debe ser que vivimos acá cerca nomás, comemos en casa 30 minutos antes de tocar y vamos cargando los instrumentos a pie. Y antes de que pregunten, un artista reconocido a nivel nacional no cobra menos de 4 millones de pesos por tocar en un evento de tal magnitud. Nada. Un proyecto musical serio con un equipo de trabajo integrado por 10 personas, con más de un millón de pesos invertidos en equipamiento y años de laburo intenso para lograr un producto profesional tiene que ir a armar, probar sonido, tocar y desarmar (movida que te impide hacer cualquier otra cosa ese día) cobrando $1.500 por cabeza por un día de trabajo. ¿Qué tipo de proyecto se sostiene de esa forma?”.

También mencionó: “Pero claro, si hay bandas que se mueren por tocar hasta gratis en un escenario grande por la difusión que eso implica, ¿de qué nos quejamos? En Concordia ni siquiera hay espacios para hacer eventos culturales autogestionados, todo implica trabas, burocracia, impuestos, permisos, al punto de que es imposible. Hay gente que ayuda hasta donde puede y labura bien, sí, pero los que ponen las reglas y cortan la torta son unos hijos de mil p… que se cagan en lo que hacemos. Concordia tiene una larga tradición de cagarse en el laburo de los artistas. Los inútiles que manejan la cultura en nuestra ciudad no tienen la menor idea del esfuerzo que implica nuestro trabajo, tal y como cualquier otro”.

Para finalizar, contó: “Yo ya toqué en la Citricultura. Ya fui gratis. Ya representé a la ciudad a nivel nacional en dos proyectos diferentes. Ya tuve que tocar a las 3AM por cambios en la grilla para un corsódromo completamente vacío. Ya me cagué de hambre esperando durante horas sin que me ofrezcan siquiera un vaso de agua”.
Los memes
Además de ser espacio para la queja, las redes sociales sirvieron para compartir algunas imágenes graciosas que hicieron referencia al tema.

Los "memes" circularon principamente en historias de Instagram y estados de WhatsApp y pusieron un poco de humor a la difícil situación.

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Fuente: El Entre Ríos

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