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Un policía que estaba de servicio fue asesinado de un escopetazo en horas de la noche de este domingo en Cerrito, a 50 kilómetros de Paraná.

El funcionario policial se habría acercado hasta una vivienda para mediar en una pelea familiar cuando el agresor, de apellido Molaro, le habría disparado un escopetazo que impactó directo en el pecho. Pese a los intentos y el urgente traslado al hospital, el policía –oriundo de Alcaraz– falleció. Fue identificado como Ercilio Hernán Cortez, de 38 años.

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Momentos después, el presunto homicida –identificado como Raúl Alberto Molaro, de 37 años– se habría disparado, produciéndose su deceso.
El hecho
Ocurrió en una casa de calle Mitre al 300, entre Diagonal Comercio y Avenida Concordia de Cerrito. Un llamado telefónico alertó a la comisaría local sobre un problema familiar entre un padre y su hijo. Desde la Fuerza precisaron que no era la primera vez que se producían este tipo de hechos en el domicilio, pero la Policía siempre iba y mediaba.

El jefe de Policía Gustavo Maslein indicó que la comisión policial “llegó encabezada por el oficial Cortez, junto a dos suboficiales. Mediaron y arreglaron que Molaro hijo se retiraría hacia lo de un pariente, donde vive habitualmente, afuera de Cerrito”.

Como el mismo se demoraba, “ingresaron a la finca, donde no se encontraba. Por ello, se dirigieron a cruzar un patio para ir hacia un galpón contiguo. Iban el padre en fila con dos policías. Cuando llegaron al galpón, el agresor los apuntó con una escopeta a los tres. Molaro padre y el primer policía lograron refugiarse, por lo que el disparo dio en Cortez, quien cayó abatido en el lugar. Posteriormente, Molaro hijo recarga la escopeta calibre 28 y se dispara en la cabeza, quitándose la vida de manera inmediata”.

Respecto del uniformado, indicó que ingresó al hospital sin vida. “El disparo fue a la altura de la costilla izquierda, por lo que los perdigones ingresaron a los pulmones, por lo que no hubo mucho qué hacer”.

Maslein indicó que “era habitual que los policías vayan a lugar por este tipo de inconvenientes, pero siempre eran discusiones de padre e hijo y calmaban la situación. Eso los llevó a a ir con confianza, quizás desprevenidos al lugar”.

“Concluimos que el disparo no era para el oficial, sino para Molaro padre, quien pudo escurrirse y el disparo impactó en Cortez”, manifestó el funcionario policial. Y agregó que el policía fallecido “tiene esposa y dos hijos de 14 y 7 años. Hace más de un año que trabajaba en Cerrito”.

Finalmente, el jefe de la Policía de Entre Ríos dijo que está “acongojado y triste” por la muerte del oficial Cortez en un hecho al que catalogó como “muy cobarde”.

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