El atleta consideró que aporta su "granito de arena elaborando mascarillas y barbijos para hospitales y policías, ayudando a la comunidad" de la ciudad santafesina de Rosario, al aprovechar su tiempo libre. "Ya que teníamos tanto tiempo libre, decidimos -con su novia Martina Aguirre- darles una mano a aquellos que se están arriesgando por nosotros cada día que pasa”, refirió el deportista de 27 años.
"Tenemos un grupo junto con vecinos del edificio en el que vivimos, en Rosario, donde pusieron la propuesta de hacer barbijos y mascarillas a la que nos sumamos apoyando la iniciativa de la Fundación La Usina", explicó luego.
Molina sabe de esfuerzos extras a su pasión por el deporte: en 2018, fue noticia por ser el argentino más veloz en la media maratón de Buenos Aires: había cocinado y vendido empanadas para juntar fondos para poder competir.
