Es que, a raíz de una demora de dos meses, los funcionarios habían tomado la decisión de no seguir prestando el servicio hasta percibir sus haberes adeudados.
Si bien la empresa Newtronik era la encargada del pago como concesionaria de las maquinitas tragamonedas, fue el Instituto de Ayuda Financiera a la Acción Social (Iafas) el que se hizo cargo de una parte de los fondos, con el objetivo de que la sala volviera a abrir sus puertas.
Con el depósito de uno de los meses, los efectivos policiales regresaron al casino y la actividad se normalizó, aunque existen rumores acerca de una posible suspensión del servicio adicional si para mañana no se abona el mes que quedó pendiente.