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Francisco Azcue, ex fiscal de Concordia, dejó la justicia para dedicarse a la política. En el programa Cuestión de Fondo (Canal 9, Litoral) explicó su decisión y compartió también los desafíos que avizora en el escenario electoral.

En lo partidario se referencia con el radicalismo. Específicamente con el senador nacional Martín Lousteau, fundador del espacio Evolución, sector interno que selló una alianza con Rogelio Frigerio, con quien se mostró y publicó una foto en los últimos días.

Tiene 35 años y se recibió en el 2012 en la Universidad Nacional del Noreste de Corrientes. A los 29 años fue presidente de la juventud radical. Luego de ejercer la profesión como abogado penalista, en el 2018 ingresó a la Justicia y hace un par de días tomó la decisión de dedicarse a la política, por lo que renunció a su cargo como fiscal.

En el programa Cuestión de Fondo (Canal 9, Litoral) explicó que a través de su labor como fiscal pudo conocer una realidad más profunda en lo social de Concordia; denunció que hace 40 años la viene gobernando un mismo sector y que para él ha llegado la hora del cambio para salir del estancamiento.

La decisión de regresar a la política no solo estuvo animada por esta situación, sino también por el desaliento de las últimas embestidas desde el poder contra aquellos que se atrevieron a investigar a los corruptos o en todo caso de limitar las investigaciones de los fiscales.

“Acá lo que se juega son dos modelos, dos formas de hacer política. Una forma de hacer política que nos ha destruido (…) donde todos son curros, donde se ha utilizado a la política para permanecer en el poder y tener beneficios personales. Nosotros venimos a plantear otra cosa. Nosotros queremos transformar nuestra ciudad; queremos que Concordia vuelva a ser productiva”, aseveró.

-Sabemos que concursó en la Justicia y no le fue bien, pero del mismo modo podía continuar con el cargo. No obstante, decidió abandonar el Poder Judicial y regresar a la actividad política. ¿Cómo fue esa decisión?

-Fue una decisión que la venía madurando durante mucho tiempo. Mientras fui fiscal pude conocer la realidad de mi ciudad (Concordia) desde otro lugar. Antes venía de ejercer la profesión en el fuero Penal y había sido presidente de la juventud radical de Concordia. Y cuando tuve la posibilidad de trabajar como fiscal y llevar adelante investigaciones penales, de acusar en el marco de esos procesos que hacen a grandes rasgos la función del fiscal, pude conocer la ciudad desde otro lugar. Y, tal vez con mucha más intensidad porque uno despliega una serie de actividades tendientes a recolectar evidencias y que le permite conocer la realidad del lugar. Y esa decisión (la de volver a la política) fue madurando porque me di cuenta que nosotros, obviamente, atacamos la consecuencia del problema. El Derecho Penal llega cuando hay una serie de elementos, de circunstancias que detonan y provoca el apartamiento del individuo.

-Más allá de la circunstancia del concurso, que no sabemos si fue determinante o no, ¿adopta esa decisión porque se sintió defraudado de la Justicia o de lo que estaba ocurriendo?

-En primer lugar, para mí fue un grandísimo honor haber sido fiscal. Creo que he crecido mucho durante todos estos años. Fue un gran honor. Mi salida de la Justicia no tiene nada que ver con el concurso; creo que ahí hay una distorsión de la verdad en cuanto a esa cuestión. Se concursaron dos cargos en Concordia de los cuales las personas que quedaron mejor posicionadas ya estaban ocupando otros cargos, por lo cual nadie iba a perder su cargo, si ese era el problema o el punto. Mi salida de la Justicia no tiene que ver con eso.

-Se viven momentos difíciles y complejos para varios fiscales. Está la destitución de la doctora Cecilia Goyeneche, otro caso al ser denunciado el fiscal Ignacio Aramberry. Es más, la doctora Goyeneche advirtió que había un mensaje hacia los fiscales desde el poder sea político o judicial como para encorsetar y no seguir avanzando en determinadas situaciones.

-Bueno, fue una circunstancia que influyó y mucho. Por un lado, uno realiza todo un trabajo porque le pone la vida a esto y lo hice con mucho gusto, realmente. Aparte, me apasiona la investigación criminal y como decía, fue un honor haber trabajado en el Ministerio Público Fiscal. Pero, uno ve que todo ese trabajo no provoca una solución; los problemas siguen; la ciudad en lo que tiene que ver con los crímenes, con delitos, está cada vez peor. El sistema está colapsado y esto –para mí- tiene que ver con una decisión política, también. Es decir, yo en este caso salgo de la Justicia y vuelvo a la política porque estoy convencido que es desde la política se llevan adelante las transformaciones profundas. Y, por supuesto, también influyó en esta decisión, porque además de todos estos problemas estructurales que tiene la Justicia, que tiene la Fiscalía, hay también una decisión política de limitar a los fiscales. Aparte, una maniobra que atenta contra la independencia del Poder Judicial y contra los principios y las bases del sistema acusatorio. Y esto lo hemos visto con reiteradas maniobras que son parte de un plan. Entonces, cuando vemos lo que le pasó a Cecilia Goyeneche… para mí fue, es y será la mejor fiscal en la historia de Entre Ríos. Una fiscal brillante no solamente por su formación académica por el conocimiento que tiene, sino por sus virtudes como investigadora. Ha llevado adelante investigaciones, por ejemplo, en “la causa contratos” (Contratos truchos de la Legislatura entrerriana) que ha desenmascarado una maniobra que formaba parte de un mecanismo que era ejecutado por personas que pertenecían a distintos partidos; no a un político en particular como ocurrió con el señor (Sergio) Urribarri, sino que ya estamos hablando de un mecanismo, de un sistema que estaba enquistado en nuestra provincia. Entonces, cuando se realiza toda esta maniobra, por supuesto que uno cuando ve toda la película completa, se da cuenta que es parte de una maniobra, de un plan que tiene distintos episodios, distintas jugadas… y lo de Goyeneche fue tal vez “La Meca”; porque aparte fue bastante grotesco por momento todas las maniobras que iban desplegando en el marco de lo que fue esa persecución y esa destitución. Por eso, también tomé esa posición y esa reacción. Muchos me dicen por qué no hice la denuncia o por qué no actué…

-¿Le tocó investigar casos de corrupción en la administración pública de Concordia?

-Me tocó trabajar con (el fiscal) José Arias en algunos casos que, bueno, trabajamos juntos. No la llevé yo a la causa. Las causas más conocidas que llevé tiene que ver con el crimen organizado.

-¿Y cuánto le pesa el hecho que Enrique Cresto después de haber sido funcionario nacional, retorne a la intendencia de Concordia, en una ciudad que ha sido gobernada históricamente por el peronismo? ¿Cuán difícil fue su decisión de ir como precandidato a intendente?

-Hace 40 años que gobiernan las mismas personas, si se las analiza: se fueron sucediendo mismas familias, nombres. Cuando uno iba de gobernador, el otro estaba de ministro… 40 años. Y cuando se analiza la situación en la que está Concordia, todos los problemas estructurales que tiene se da cuenta que se está enfrentando, se está disputando el poder a personas que han encontrado con esta forma de hacer política, una forma de enquistarse, perpetuarse en el poder. Por eso sé que el desafío es muy grande y estoy dispuesto a asumir las consecuencias. Por eso estamos trabajando en este espacio plural, un espacio amplio. De mi parte dentro del espacio Evolución que integra el Frente Juntos por Entre Ríos, donde sabemos los desafíos y justamente, es muy grande el desafío y por eso lo queremos afrontar.

-Se lo ha visto a través de una fotografía con Rogelio Frigerio. ¿Tuvo reunión también con Pedro Galimberti?

-No, no.

-Quiere decir que hoy por hoy se encuentra más cerca de Frigerio que de Galimberti.

-Le repito: formo parte del espacio Evolución y nuestro espacio conforma un frente que es Juntos por Entre Ríos que postula a Rogelio Frigerio como candidato a gobernador. Esa es la situación en términos de construcción política. Por eso es que nosotros tenemos esta posición, esta postura, esta actitud frente a los desafíos que se vienen. Nosotros creemos en la construcción, no creemos en la rosca. Concordia tiene casi el 50 por ciento de sus habitantes por debajo de la línea de la pobreza. En Concordia están operando bandas narcos criminales desde hace mucho tiempo; y se les ha brindado el escenario favorable para que esas estructuras narcos criminales proliferen. Y eso lo puedo decir con seguridad, porque me tocó investigarlos. En nuestra ciudad tenemos problemas muy comunes: estancamiento, que si uno ve y piensa no sólo cómo estamos, sino cómo podríamos estar. Nuestra ciudad lo tiene todo. Nuestra ciudad no hace muchos años supo ser una ciudad de punta, una ciudad desarrollada, una ciudad productiva porque tenemos todas las condiciones para serlo. Entonces, cuando uno ve la realidad de Concordia que tiene que ver con el desarrollo, con la pobreza, con estas situaciones –por ejemplo- que afectan a la calidad de vida de la gente y que tiene que ver con la seguridad… nosotros ponemos la realidad sobre la mesa.

-Pero, ¿usted ve que hay una comunidad que está dispuesta a cambiar esos 40 años de historia?

-Sí, claro que sí.

-Tan seguro lo afirma.

-Sí. La gente hoy quiere un cambio; la gente hoy está esperanzada en que Concordia cambie. Porque hoy la bomba ya explotó. Nosotros estamos viendo que está detonando por todos lados, y la gente es eso lo que nos transmite cuando vamos a cada barrio.

-Por eso le insistimos con el regreso de Cresto. Que deja un cargo nacional con un presupuesto enorme y regresa a la intendencia y, de hecho, mañana Concordia será la única ciudad de la provincia donde se solucionó la demanda del transporte público de pasajeros, por ejemplo, y los colectivos funcionarán normalmente.

-Sí, pero esta cuestión tiene que ver con parte de una estrategia política en base a sus aspiraciones que tenga de acá al futuro, dado que no puede postularse de nuevo como intendente, tendrá otras aspiraciones, no lo sé. Repito: nosotros sabemos a qué nos enfrentamos; pero estamos en este camino dispuesto a trabajar, a construir, a sumar. Somos un espacio amplio, plural; hay muchísimas personas que vienen del peronismo, por ejemplo, y se han sumado, se han acercado.

-Y qué ocurre si Gustavo Bordet decide ser candidato a intendente de Concordia, porque en este programa ha dicho que no descarta esa posibilidad. Creemos que encabezará una lista como diputado provincial, pero, de todos modos, qué pasa si decide ser intendente.

-Lo enfrentaremos. ¿Qué va a pasar?… Nada. La gente sabe que es parte de lo mismo.

-¿Cuánto poder sigue teniendo la familia Urribarri hoy por hoy en Concordia?

-Se ha visto devaluada después de todo este devenir no solo por las causas (judiciales) y la reciente condena; tiene que ver con lo que ellos han construido y destruido.

-La consulta la hacemos porque en algún momento en otros escenarios electorales se analizó la posibilidad que Mauro Urribarri sea precandidato a intendente.

-Puede ser. Nosotros no descartamos nada. Acá lo que se juega son dos modelos, dos formas de hacer política. Una forma de hacer política que nos ha destruido, que tiene que ver con hacer un culto de la pobreza, llevando una política asistencialista; bastante perversa también porque tiene que ver con esto de atentar inclusive contra la dignidad de las personas. De tener al pueblo adormecido, después arriarlo a las elecciones; maniobras que ya hemos visto durante muchos años, donde todos “son kiosquitos”, donde todos “son curros”, donde se ha utilizado a la política para permanecer en el poder y tener beneficios personales. Nosotros venimos a plantear otra cosa. Nosotros queremos transformar nuestra ciudad; queremos que Concordia vuelva a ser productiva. Para eso tenemos que sentar las bases para el desarrollo, tenemos que volver a ser confiables. ¿Alguien harían un negocio con una persona que es “un chanta”, que no es confiable, que lo va a traicionar? No lo haría. Por qué invertir su tiempo y su patrimonio en semejante riesgo. Por eso tenemos que volver a ser confiables; jugar con reglas claras. Y también creemos que hay que hacer un trabajo muy profundo en Concordia, en toda Entre Ríos, pero especialmente en Concordia, que tiene que ver con las personas que están desplazadas del sistema. Porque esta forma de hacer política trajo como consecuencia que la mitad de la población esté fuera del sistema. Ahí sí creo que desde el Estado hay que hacer un trabajo muy delicado, muy serio, para trabajar con esas personas, sin atentar contra su libertad.
Fuente: Análisis Digital

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