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El diputado provincial Juan José Bahillo fue entrevistado en el programa de televisión “Cuestión de Fondo” (Canal 9, Litoral) donde dejó definiciones políticas al interior del peronismo entrerriano, pero también para la política en general en el entendimiento que es una herramienta indispensable para mejorar como sociedad.

Fue muy contundente al referirse a las denuncias por supuestas coimas que se han denunciado en el Puerto de Concepción del Uruguay y que jaquea a la familia de Carlos María Scelzi. “No puedo dejar de reconocer que esto tiene una significancia política, que tiene una cierta caja de resonancia política. Y más allá de cómo sea la resolución del tema judicial, separando los nombres propios de las personas, son de los temas que le siguen haciendo daño a la política y que siguen distanciando a la política de la gente. De ese lado, es todo negativo”, advirtió.

En otro punto reconoció la necesidad de realizar una autocrítica en el peronismo, pero también deben salir al encuentro de todos. “Porque si nos seguimos hablando entre los que opinamos iguales, nos escuchamos entre nosotros, y eso no es una autocrítica. Eso es persistir en una postura que puede tener muchos aciertos, pero que también tuvimos muchos errores y no nos hubiera pasado lo que nos pasó”, indicó. En otro tramo, agregó: “Me parece que primero tenemos que charlar entre nosotros, consolidar, reconstruir confianza entre nosotros. Y después rápidamente salir a hablar con la sociedad y salir a hablar con los sectores que te nombré anteriormente. El peronismo tiene la obligación de reconstruir confianza y de expresar futuro y esperanza hacia adelante, porque ojalá yo me equivoque, pero lo que viene es más desesperanzador, lamentablemente”.

Bahillo criticó en el programa “Cuestión de Fondo” a la gestión del gobernador Rogelio Frigerio por su postura ante el gobierno nacional. “Lo que me preocupa es que esas decisiones del gobierno nacional, que le afectan fuertemente a los entrerrianos, y lo afectan a él en su gestión, él sale a defender el gobierno de Milei, casi con un cheque en blanco”, objetó, además de señalar que a nivel provincial Frigerio se inmovilizó esperando que le aprueben las leyes de emergencias, cuando el Estado tiene una ingeniería legal para responder a emergencias alimentarias o de catástrofe natural sin necesidad de “esperar” una ley de emergencia.

Como elogio, resaltó de Frigerio la política de diálogo que ha promovido en las Cámaras legislativas de la provincia que ha permitido y facilitado la aprobación de las leyes.

- ¿Nos comparte una apreciación respecto de cómo recibió la denuncia en torno a los manejos en el Puerto de Concepción del Uruguay?

-Y obviamente con una dosis de sorpresa importante. Me parece que son de los hechos... Bueno, ahora está todo en sede judicial. Hay que dejar que la Justicia actúe y ser respetuoso de los pasos y los procesos de la Justicia. Pero, independientemente de eso, yo no puedo dejar de reconocer que esto tiene una significancia política, que tiene una cierta caja de resonancia política. Y más allá de cómo sea la resolución del tema judicial, separando los nombres propios de las personas, son de los temas que le siguen haciendo daño a la política y que siguen distanciando a la política de la gente. De ese lado, es todo negativo.

-El sábado pasado se realizó en Victoria un homenaje a Juan Carlos Stratta, ex-diputado y ex-intendente. En ese marco, un sacerdote dijo cosas que les pegó mucho en la cabeza a los políticos allí reunidos. Porque habló de la necesidad del arrepentimiento. Y lo hizo ante una primera línea fuerte, porque fueron muchos encumbrados hombres del peronismo, algunos que transitaron y siguen transitando por los estrados judiciales.
¿Cómo le cayó esas frases del sacerdote?


-Primero, debo coincidir con ustedes que no hubo discursos políticos. No fue un acto político, por más que algunos hayan querido forzar ese análisis. Sería una falta respecto a Juan Carlos Stratta y a la familia de Laura Stratta y a quienes lo organizaron, fundamentalmente, estuvo Emilio Martínez Garbino. La organización de eso creó un reconocimiento a la persona de Juan Carlos Stratta. Obviamente, cuando nos juntamos los políticos se habla de política, no lo vamos a negar a esto. Tiene una significancia política ese encuentro. Si el discurso, o quienes hicieron uso de la palabra, o recordando a Juan Carlos, o haciendo algunas reflexiones que tienen que ver con el rol de la política, como en este caso. El sacerdote lo conocemos porque está muy comprometido con los sectores más vulnerables. Tengo la suerte de conocerlo desde hace muchos años, porque tiene un trato, un vínculo muy estrecho con un hermano mío. Por lo cual a través de él he tenido tratos en otras oportunidades, y lo conozco ya hace tiempo. Y dio un discurso, más que un discurso, algunas reflexiones, de volver a ubicar la política donde tiene que estar, donde nunca se debió haber ido. Que es una vocación de servicio en función de los que más necesitan, de los más vulnerables, de los más pobres. Y no el alejamiento que ha tenido la política de esos sectores más necesitados. Yo te diría un tirón de oreja. Por lo menos así lo viví yo, con muchísima honestidad intelectual, obviamente planteando. Pero, planteando también además de ese tirón de oreja hacia los políticos, hagámonos cargo, también reivindicando que la herramienta para resolver las cuestiones que tenemos pendientes, que no son pocas, es la política. El daño, o la separación, o la grieta que hay entre la política y la sociedad no se va a solucionar, no le vamos a solucionar los problemas a la gente destrozando la política o poniéndole una bomba a la política. En todo caso con mejores políticas como se van a solucionar estas cuestiones. Y más allá de que hoy no cotice políticamente, tengo algunos años ya. Hay un clima de época en el cual la política no cotiza. Un clima de época en el cual se la descalifica fuertemente a la política y no se la tiene en cuenta como herramienta de solución de los problemas que tenemos pendientes. A donde la cancelación del otro, el odio, la discriminación, los discursos con fuerte contenido de crueldad, están como de moda. Bueno, yo no me compro esa moda. En todo caso, tengo que ser paciente y entender y aceptar por qué la sociedad -y no enojarme con la sociedad-, acepta esto y tolera esto. Pero es la política la que va a solucionar estos problemas. En todo caso estas cuestiones irán a pasar. No es la cancelación del que piensa distinto.

-La autocrítica le hace falta a toda la clase política. El tema de la autocrítica sigue faltando en el oficialismo y en la oposición que son que son ustedes hoy. Es como que les cuesta reconocer que se equivocaron en esto y en aquello y que esos errores o esos planes premeditados para profundizar hechos de corrupción.

-La sociedad interpela con una crudeza importante a la política. La brecha hace cuatro o seis años era entre un sector de la política y otro sector de la política y la sociedad era como expectante. Hoy, la brecha es entre la sociedad y la política; salvo lo de (Javier) Milei que es prácticamente la anti política.

-Pero, está bien que la sociedad reclame en función de que ustedes son administradores de dineros públicos. Y no todos toman conciencia de que administran dinero público.

-Nunca hay que perder de vista eso, de ninguna manera. A mí no me gusta hacer la autocrítica del sector en público, porque no me parece que es tirándonos piedra entre los peronistas de una avenida a la otra cómo vamos a arreglar los problemas. Esto no significa que no admita que necesitamos un proceso fuerte de autocrítica. Pero, además, la autocrítica no nos debe movilizar como el pasaje bíblico “mirando hacia atrás las estatuas de sal”. Esa autocrítica tiene que ser una autocrítica por la positiva, que nos permita reconstruir algunos paradigmas del peronismo -por el espacio que yo ocupo- que, sin abandonar las convicciones y los principios fundacionales más importante que tiene el peronismo, tenemos que reconstruir el vínculo con la sociedad; con la clase trabajadora, con los sectores más vulnerables donde hay una parte muy importante de nuestro electorado; con los sectores productivos, peronismo han tenido fuertes políticas que tiene que ver con el desarrollo productivo, con los valores agregados con los desarrollos productivos, con el federalismo y con el Estado presente. El Estado tiene que estar presente. La gente percibió que no estaba presente el Estado y si estaba presente se perjudica cada día más. Pero, no el Estado porque cuando corremos al Estado no queda nada. Cuando corremos al Estado lo único que queda en los barrios más humildes y más carenciados es la cercanía con el narcotráfico. Entonces, después tenemos en todo caso que pensar qué Estado queremos ahí, en esas situaciones. Pero, la autocrítica de estos casos tiene que ser para -sin dejar atrás la bandera y las convicciones del peronismo- reconfigurar el peronismo y entender este tiempo. El primer fracaso de un político es enojarse con el electorado. El electorado votó de la manera que votó por algo y debemos ser respetuosos. En todo caso, nosotros tenemos que interpretar este nuevo mensaje del electorado y sin resignar las banderas; reconfigurarnos para lo que demanda esta sociedad. Sobre todo, en términos de corrupción interpretar eso y aportar una propuesta a futuro que sea de esperanza, de expectativa y de reconstrucción de confianza con la sociedad. Es una tarea importante y muy ardua, nos tenemos que darla.

-Después de algunas semanas de intenso trabajo legislativo, pareciera que ahora hay como una meseta porque se sesiona menos. Se tratan proyectos de menor impacto. El gobierno dejó de mandar proyectos uno detrás del otro como que venía haciendo. ¿Esto es así?

-Sí. Venían muchos proyectos con carácter de emergencia, con lo cual nosotros… Llevamos la emergencia en Obra Pública, la emergencia Educativa y el de la Obra Pública salió bastante recortada porque también tenía que ver con el tema vial que hoy se votó en la constitución del fondo vial y se presentó otro proyecto de emergencia en materia Cultural que todavía no se va a tratar en la sesión que viene.

- ¿A qué proyectos de emergencias le dijeron que no?

-Hemos acompañado casi todos los proyectos. Está ahora el proyecto de emergencia Cultural que está para la próxima sesión. Habló en nombre propio, porque todavía en el bloque hay un debate muy intenso si lo vamos a acompañar o no. Y hay otros que nosotros adelantábamos que no íbamos a acompañar o que no estábamos de acuerdo en el articulado. También debo reconocer que hubo una escucha y una predisposición a la construcción de los acuerdos del oficialismo. No es que el oficialismo se encerró y dijo “bueno, no acordamos esto”.

-El gobierno impulsó una reforma fiscal que logró la aprobación por unanimidad en el Senado y después cajoneó ese proyecto e impulsó la aprobación de uno que fue elaborado por usted.

-Celebramos que el Poder Ejecutivo haya retrocedido en ese proyecto porque era prácticamente un impuestazo a los sectores medios y a la producción y haya tomado el proyecto nuestro. A mí me cuesta y me siento incómodo con la auto referencia, pero también hay que destacar que no son todas pálidas más allá que esto no significa o no conecta rápidamente con la gente. Porque hay una historia en el accionar de la legislatura donde la oposición no presenta proyectos de creación de nuevos impuestos, porque siempre son incómodos políticamente. En este caso, nosotros, la oposición propusimos la creación de nuevos impuestos.

-En esto de las emergencias aprobadas, por qué no se logró incorporar algo relacionado con el control de toda esa discrecionalidad que suponen las leyes de emergencia con las compras y las contrataciones directas.

-No, no se pusieron límite. Lo que sí se sacó fue la emergencia que venía con algunas facultades y prerrogativas hacia Vialidad o hacia obra pública, que el Senado eliminó del proyecto original. Cuando ya llegó a Diputados ya no lo teníamos, que es la parte de emergencia en materia vial, eso lo sacaron, que eran contrataciones directas, en realidad lo sacó el Senado, con lo cual no llegó a nosotros. Nosotros decimos que no es necesaria. La votamos a la emergencia para que no haya dudas de que reconocemos la importancia y que estamos para acompañarla. Ahora, hay muchas cosas… la emergencia en materia alimentaria me estaba olvidando. La emergencia en materia alimentaria la votamos en abril. Había transcurrido más de cuatro meses. El Ministerio de Desarrollo Social tiene las herramientas administrativas para hacer las compras de los insumos, de los alimentos y de los elementos para atender en situaciones, por ejemplo, de inundación. No es necesario la declaración de la emergencia. También hay herramientas administrativas que permiten -ajustadas a toda la normativa- atender estas situaciones. A mí me parece que el gobierno de Frigerio a veces se inmovilizó en los trámites administrativos, esperando la emergencia, cuando podría haber avanzado de acuerdo a la normativa, sin esperar necesariamente la emergencia.
Cuestionamientos a la gestión Frigerio
- ¿Qué le cuestiona a Frigerio en estos 160 días de gobierno?

-Entiendo que el gobierno provincial tiene un contexto de imprevisibilidad importante por los desatinos del gobierno nacional.

-Diferentes a otros gobernadores.

-Sí. Hay una imprevisibilidad que se le suma a la nueva gestión. A otros no se le sumaba esta imprevisibilidad. A la vista está que el gobierno nacional no ha logrado la sanción de una sola ley y ha habido buena voluntad de un sector importante de la legislatura de llegar a algunos consensos para otorgar la ley. Pero, hay una ineptitud muy fuerte en la gestión legislativa. Estuve en la Cámara de Diputados de la Nación, y cuando veo lo que veo no lo puedo creer. La falta de experiencia y de conocimiento. Ese contexto y la decisión de vaciar de fondos a las provincias, ninguneando a las provincias, quedándose con fondos que son de las provincias. El gobierno nacional dice discrecionales, no son discrecionales, son de las provincias. No es que si te quiero te lo doy, y si no te quiero, no te los doy. Son fondos afectados por leyes, por contratos que se firmaron. El superávit fiscal es un invento de Milei. Es así, no soy economista, pero es así. Porque si yo dejo de pagar la deuda, obviamente, a fin de mes me va a quedar plata en el bolsillo. Pero, si yo pago la deuda, no va a quedar. Así de sencillo: no hay superávit fiscal. En este contexto de ahogo a las provincias, entiendo que algunas cuestiones el gobernador y su equipo se inmovilicen. Pero, hay cosas que se inmovilizaron de manera innecesaria. La obra pública. Vi una nota en la revista ANÁLISIS. En la cual se detallan las 55 obras que se reanudan. Y recuerdo que varias de ellas, por ejemplo, una en Gualeguaychú, que es la Escuela María Elena Walsh, y una escuela en Ibicuy, que detalla el grado de avance que tenían: el 99% de avance tenían. El campus de la UADER, de acá de Paraná, tenía el 99% de avance. No les faltaban nada para terminar. Nada. Ahí hay una falta de conocimiento, de inexperiencia, de ineptitud, o una decisión demasiado obtusa de decir paramos todo.

- ¿Es más fácil terminarlas que pararlas?

-Claro. Porque después vas a tener un montón de cuestiones, la renegociación, la actualización de precios, vas a salir perdiendo más. Creo que ahí hay un error importante. Y después me preocupa, porque le puedo entender a Frigerio la inmovilidad por las cuestiones nacionales. Lo que me preocupa es que esas decisiones del gobierno nacional, que le afectan fuertemente a los entrerrianos, y lo afectan a él en su gestión, él sale a defender el gobierno de Milei, casi con un cheque en blanco. Más allá que plantea algunas cuestiones, dice este es el Norte, hacia dónde tenemos que ir, es hacia dónde tiene que ir el país. Y es un gobierno que en poco más de cinco meses ha generado un ajuste salvaje, que se ha traducido concretamente en despido en el primer trimestre en 100.000 empleos menos, hay 300.000 cuentas sueldos menos, hay un ajuste muy fuerte sobre el poder adquisitivo de los trabajadores, sobre el poder adquisitivo de los jubilados. La verdad que le puedo entender cómo lo perjudica, ahora lo perjudica y lo apoya. Eso es lo que no entiendo.

- ¿En estos meses, en algún momento, el gobernador habló con usted?

-En un par de oportunidades, le di un par de opiniones sobre distintas cuestiones.

- ¿Lo llamó para consultarlo?

-No. Nos encontramos en un hecho político, un acto institucional. Le pedí dos minutos, me lo otorgó, le marqué una cuestión. Me pidió que le pasara más información, se la pasé y lo tomó al tema. Y después tuvimos el inicio de la gestión, pero más que nada una reunión institucional y más formal con Laura Stratta, con la Presidenta de nuestro Bloque, con él, la cual fue una reunión muy cordial.
El diálogo como valor político
-Habló de las críticas, ¿qué le puede destacar?

-Creo que la capacidad de diálogo que ha bajado a las Cámaras, es una decisión política del gobernador, esta capacidad de poder entendernos, de llevar adelante una gestión responsable en las Cámaras, y poder… porque la sanción de las leyes es un mérito compartido: del oficialismo que acepta negociar y consensuar, y del aporte y la responsabilidad de los bloques opositores. No nos podemos arrogar eso como una cuestión sólo nuestra. Yo creo que hay una vocación por el diálogo, por la escucha, pero también un desconocimiento de algunas cuestiones de la administración pública y de cómo funcionan algunas cuestiones en nuestra provincia que esperemos se solucionen rápidamente.
Energía y política
¿Y en qué instancia está el proyecto de crear una Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) entrerriana? ¿Se avanzó en algo?

-No, vamos a pedir una reunión. Tengo una reunión con especialistas, y vamos a pedir que se convoque a la Comisión de Energía para tratar este tema.

-En los últimos tiempos se realizaron dos reuniones en Gualeguaychú, primero con Sergio Massa, después con Miguel Ángel Pichetto. ¿Esto es un espacio que se ha conformado? ¿Hay otros encuentros previstos?

-Hay encuentros previstos. Creo que esto está en el marco un poco de lo que charlábamos antes, de empezar a charlar entre nosotros. Creo que el peronismo tiene que, en el marco de esta autocrítica, también hablar con todos, porque si nos seguimos hablando entre los que opinamos iguales, nos escuchamos entre nosotros, y eso no es una autocrítica. Eso es persistir en una postura que puede tener muchos aciertos, pero que también tuvimos muchos errores y no nos hubiera pasado lo que nos pasó. Fuimos, de alguna manera, no tuvimos la generosidad que quizás debíamos tener en la conformación de los frentes electorales. Nos permitimos algunas cuestiones, algunas cuestiones en política de gustos personales que son un error, por lo general; y dejamos afuera a algunos sectores, a algunos compañeros. Y me parece que primero tenemos que charlar entre nosotros, consolidar, reconstruir confianza entre nosotros. Y después rápidamente salir a hablar con la sociedad y salir a hablar con los sectores que te nombré anteriormente. El peronismo tiene la obligación de reconstruir confianza y de expresar futuro y esperanza hacia adelante, porque ojalá yo me equivoque, pero lo que viene es más desesperanzador, lamentablemente.
El país y la provincia
- ¿Cómo ex funcionario nacional qué es lo que más le preocupa de las medidas que viene adoptando Milei?

-Primero, el modelo económico. No hay un modelo económico, hay un ajuste solo fiscalista, no hay un modelo productivo, no hay un modelo desarrollista, no hay un modelo industrialista. Me preocupa enormemente eso, con lo cual no veo una reactivación de la economía, y si no hay una reactivación de la economía no va a haber inversión, no va a haber inclusión laboral, no va a haber generación de nuevos puestos de trabajo. Y después veo una ineptitud muy fuerte, yendo más a lo específico que trabajé yo en el último año y medio, en la política exterior. Porque la política exterior, una de la parte comercial, se trabaja en conjuntos entre Cancillería y la Secretaría de Agricultura, que es la apertura de mercados. Ahí veo un destrato y un maltrato hacia nuestros principales clientes, como por ejemplo China, Brasil, la Unión Europea, son los tres países más importantes, de donde van mayoritariamente nuestras exportaciones, y no nos queda uno por generar tensión.

- ¿Y cómo se ve afectada la producción entrerriana con Milei?

-No tengo los números de la producción entrerriana, pero sí la capacidad instalada al 31 de marzo a nivel país bajó 14 puntos, estaban en un 56%. Y hubo una nota la semana pasada, no recuerdo los números, pero hay una caída importante. Hay una caída importante interanual que yo creo que está alrededor del 8%, lo cual es muchísimo. En una provincia como tenemos nosotros: productora de alimentos con valor agregado, en este modelo económico en el cual le han subido de manera importante los costos por el Impuesto País, por la devaluación, pero eso no se ha traducido en mejora en los precios de venta, y en una fuerte caída de la demanda del mercado interno, no tengo ninguna duda, sin tener los números, de que todo nuestro entramado productivo está en serio riesgo con su rentabilidad. Y lo que es más doloroso con la sostenibilidad del empleo.
La actitud de Edgardo Kueider
- ¿Cuánto van siguiendo y cuánto les preocupan los movimientos del senador Edgardo Kueider? Poe ejemplo, la diputada nacional Blanca Osuna estaba muy enojada, muy molesta, no habló de traición, pero estuvo muy cerca de eso. ¿Han hablado con él respecto de lo que pueda votar en la Ley Bases?

-No he hablado con él, ya hace bastante que no hablo, creo que desde fines del año pasado.

- ¿Por alguna cuestión especial?

-No, no. No he coincidido con él. No hemos tenido un tema en común. No me gusta polemizar con los compañeros, pero no me gusta la actitud de Kueider en el sentido de interpelar al peronismo como si él no fuera el peronismo. Cuando él dice que los peronistas se deben una autocrítica de por qué la gente votó a Milei, le diría que él no viene de un partido vecinal. Nos interpela a nosotros como que si él fuera de otro espacio político. En todo caso, la autocrítica, la interpelación la hacemos en primera persona del plural.

- ¿Gustavo Bordet se distanció de Kueider o siguen tan unidos como siempre?

-No puedo dar esa respuesta, francamente. Tengo entendido que Kueider tuvo algunas disidencias el año pasado por algunas cuestiones en materia energética, eran iniciativas de Kueider que está en su legítimo derecho de tomarlas y no tiene que pedirle permiso a Bordet.
Fuente: Análisis Digital

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