El reelecto intendente de San José pidió a la población tomarse “unos minutos para reflexionar” antes de emitir el voto.
“¿Qué pasaría con los frigoríficos de San José si un capricho ideológico llevara al país a prescindir de sus dos principales socios comerciales?”, apuntó el dirigente peronista, a lo que agregó que “la pregunta se responde sola”.
El domingo vayamos por la positiva
Al igual que todos los argentinos, el próximo domingo los entrerrianos volveremos a ir a las urnas y es necesario tomarnos unos minutos para reflexionar sobre el momento bisagra en que estamos transitando. Y es que, tal vez como nunca antes, las propuestas están sobre la mesa con una claridad cristalina y lo que está en juego quedó en evidencia luego del último debate.Podemos entender que después de haber cumplido dos veces con el deber cívico, y tras una campaña que ha superado todos los límites de violencia verbal y simbólica, la ciudadanía demande una política de menor intensidad. Lo que no podemos ni debemos es subestimar la importancia que tendrá, de cara al futuro, la decisión que colectivamente vamos a tomar el próximo 19 de noviembre.
Digan lo que digan algunos, Argentina es un gran país. Y lo es en parte gracias a los sólidos consensos sobre los cuales fuimos construyendo nuestra democracia. Desde siempre entendemos que el mejor lugar para los chicos es la escuela, pública y gratuita; que el hijo de un trabajador puede tener acceso a una carrera de educación superior, con esfuerzo pero sin que ello implique endeudar a la familia; o que en caso de tener alguna urgencia médica cualquiera puede ser atendido en un centro de salud o en un hospital público sin pagar un peso.
Que a un jubilado se le entreguen de forma gratuita los medicamentos que necesita para tener una mejor calidad de vida; o que reciba un complemento en su jubilación porque el monto que le toca percibir de acuerdo al régimen previsional privado que funcionaba hace unas décadas es una miseria, son indicadores de un Estado presente. Acompañar a las jóvenes madres con una asignación y una tarjeta alimentaria es contribuir entre todos con la crianza de los más chiquitos (por no mencionar que también representa una inyección de miles de millones de pesos que van sobre todo a los pequeños comercios).
Es cierto que no alcanza. Es verdad que las escuelas, universidades y hospitales requieren una enorme inversión; que las jubilaciones están por debajo de lo que quisiéramos y que las demás prestaciones pueden ser insuficientes, pero la herramienta para corregirlas no es la motosierra. Ninguna de estas cuestiones va a funcionar mejor si, en nombre de la libertad, las dejamos a merced de las leyes del mercado; nadie va a ser más libre si tiene que pagar por sus derechos.
La persona que guíe los destinos del país debe poder demostrar capacidad y responsabilidad. Quedó claro en el debate presidencial del último domingo cuál de los candidatos puede exhibir y cuál adolece de estas características. Imaginemos un escenario en el que un presidente, además de ignorar cuestiones elementales del comercio internacional, se exprese como lo hace Javier Milei respecto de estados soberanos como lo son Brasil y la República Popular China. ¿Qué pasaría con los frigoríficos de San José si un capricho ideológico llevara al país a prescindir de sus dos principales socios comerciales? La pregunta se responde sola.
Se ha dicho mucho en los últimos días que un ballotage implica un voto “en contra de”, y yo propongo hacer justamente lo contrario. Lejos de una “campaña de miedo” -que no existe- los invito a ir por la positiva. El futuro inmediato de la Argentina nos interpela. Las oportunidades que se nos presentan en el corto y mediano plazo pueden significar una transformación de nuestra matriz económica y el despegue final hacia el desarrollo que todos esperamos. El diálogo, la búsqueda de consensos y la unidad nacional que propone Sergio Massa son el camino para alcanzar ese desarrollo.
Gustavo Bastian
