Aparentemente, un colectivo con unos 35 muchachos sanjosesinos se disponía a retirar del lugar pero los estragos de las precipitaciones -que eran contundentes en ese momento- hicieron que se quedara empantanado a metros del local.
Los jóvenes debieron descender del vehículo para empujar y retirarlo del barro, al momento en que comenzaron a recibir -sin motivo aparente- piedrazos por parte de otro grupo que salía del evento bailable.
Inmediatamente, los cuatro agresores elisenses -que luego fueron identificados- comenzaron a golpearse con unos cinco sanjosesinos que fueron al ataque, produciéndose una marea humana de gente peleando.
Una vez detenida la riña por los policías que trabajaban en el lugar, se constató que uno de los elisenses había sufrido una aparente dislocación de mandíbula, mientras que otro que lo acompañaba -con domicilio legal en Arroyo Barú- varios hematomas a causa de los golpes.
En tanto, el colectivo sufrió la rotura de tres vidrios laterales a consecuencia de los cascotes arrojados, lo que derivó en una denuncia policial por parte del propietario.
