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Pedro Báez incitó la interna peronista en la provincia. En declaraciones radiales se refirió al peronismo, al gobierno de Mauricio Macri y al gobierno de Gustavo Bordet. Defendió la gestión kirchnerista y particularmente las políticas implementadas desde el Ministerio de Cultura y Comunicación de la provincia durante el gobierno de Sergio Urribarri. Dijo que el gobierno de Macri generará las condiciones comparables a la época del “luche y vuelve” de Perón.

“La derecha argentina y la oligarquía tienen prejuicios con los gobiernos nacionales y populares, porque consideran que tenemos malos modales con los mercados, los medios y los periodistas”, consideró. Respecto del gobierno de Bordet, aseguró que la obra pública que se entrega como viviendas vienen de la época de Cristina Kirchner. “El peronismo en la provincia dio demasiado en términos simbólicos y eso provoca fuertes diferencias que creo que hay que saldar mediante una disputa interna”, señaló e instó: “Que los entrerrianos definan si se impone la opción de gente que no quiere que Macri siga, o la opción de aquellos a los que les da lo mismo si Macri sigue”.

El ex secretario de Cultura de la provincia brindó declaraciones a la radio de la UNER el sábado, invitado por el programa Cazadores de utopías. El motivo del diálogo radial fue el Día de la Militancia. Como dirigente de la agrupación “Luche y Vuelve”, habló de “la resistencia peronista que se abrió con la caída de Perón en el ‘55”. “Su partida al Paraguay fue el 23 de septiembre del ‘55, unos días después del bombardeo. Hubo un intento de regreso en el 64, abortado por el gobierno de (Arturo) Illia. Finalmente se concretó, hace 46 años. Ese vuelve fue producto del luche. Es una lucha y lo recibí por tradición retransmitida oralmente y por lo que pude leer”, contó.

“Después de años que parecía que Argentina ya no volvía a esas épocas de censura a la militancia política libre, hoy lo estamos perdiendo”, dijo y puso un ejemplo: “Hace pocos días se armó un escándalo, operado desde una central. El hecho fue que una maestra invitó a los chicos ante la visita del intendente de Avellaneda. Una nena con un piano mostró cómo sabía ejecutar la marcha peronista y eso motivó tratamientos periodísticos xenófobos, antiperonistas, que censuraron a la maestra, al intendente y los padres de la nena. Me hizo acordar a aquellos tiempos, cuando el poder intentó borrar todo tipo de vestigio de memoria popular y pretendieron impedir que se nombrara a Perón o cualquier referencia al peronismo. Hubo una falta de libertad importante, y esta etapa tiene muchos puntos de contacto con aquella. Entonces, supone desafíos tan grandes como aquella”, manifestó.

Luego se lo consultó sobre “Néstor Kirchner como militante”. “No se puede no recordar a Néstor y Cristina, otros tantos que se conocen y anónimos que sufrieron cosas indecibles y aún la siguen sufriendo, porque dieron hasta lo que no tenían. Y no hablo en términos económicos. Cuando la militancia tronchó libertades, vidas, forzó al exilio, quitó familiares y amigos. Todos tenemos hombres y mujeres con nombre y apellido que simbolizan y personifican eso. Pero hay un gran héroe anónimo. Es eso, reflexionar sobre grados de movilización, la organización que tiene la militancia argentina para afrontar estos desafíos. Estamos en una etapa de las más bravas. Pero también con condiciones objetivas para tener esperanza, levantarse todos los días y presentar pelea, aun cuando no hay fuerza para eso”, instó.

Ahondó el concepto diciendo que hay “semejanza con aquellas épocas, donde ese cuerpo anónimo de militancia peronista dio mucho más y fue generosa la entrega”. Recordó que cuando Lanusse le prohibió volver a Perón, “la militancia cantaba ‘Lanusse, marmota, Perón va a volver cuando le canten las pelotas’”. “Pero los que ponían las pelotas eran los que estaban acá, la militancia juvenil. Nosotros estamos con muchos puntos de contacto, buenos como malos. Cuando perón volvió se amasó consenso social que quería la vuelta y tuvieron que facilitarlo porque si no, la mayoría abrumadora obligaba a una salida no controlada”. “El perjuicio y daño que lleva el gobierno de Macri, a la postre generará ese tipo de condiciones”, sostuvo.
“Recuperar viejas prácticas”
“La lucha de las mujeres afortunadamente nos convertirá en una sociedad mejor, más justa, solidaria, consciente, con más derechos”, afirmó. Sobre las nuevas formas de militancia, dijo que “siempre hay que buscar el atajo”. “Creo que hay que recuperar viejas prácticas, porque se pueden hacer muchas cosas. Pero lo insustituible es el cara a cara, el diálogo, estamos frente a un tiempo que nos puso la tecnología y las redes sociales, que no son herramientas que no son diseñadas ni manejadas por nosotros sino por el enemigo. Hay que ver cómo no nos dejamos atrapar por esas herramientas que proponen reemplazar el vínculo humano para convertirnos en maquinitas y creer que una fuerza política no tenga que sustentarse en lo humano, sino en un mensaje por whatsapp. Ese es uno de los tantos desafíos de esta etapa”, consideró.
Equivocaciones
“Mi visión está teñida de subjetividad, de tratar de hacer un análisis que hay que complementarlo con lo que dicen otros. Yo he revisado, he hecho una reflexión crítica y nos habremos equivocado en muchas cosas no sustanciales, sino que tienen que ver con las formas. A veces las formas se convierten en cuestiones de fondo, pero en términos generales tengo orgullo y voy a reivindicar hasta el final de mis días, los trazos gruesos de toda la gestión y particularmente de Comunicación y Cultura. Es una batalla cultural que hay que dar, lo nuestro, perfectible, fue un intento de eso”, evaluó.
Fuente: Análisis Digital

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