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Crédito: Maxi Failla
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Comenzó mejor Boca. En un partido en el que los dos intentaron buscar las espaldas de los laterales, fue el local el que mejor provecho le sacó. Porque esa situación abrió la cancha y por el medio empezaron a llegar las situaciones de gol.

La primera la tuvo Cristian Pavón, quien quiso definir ante una mala salida de Martín Campaña, pero dudó y el arquero tapó lo que habría sido la apertura del marcador. Un rato más tarde lo tendría también Benedetto, con una jugada similar, que terminó con una mala definición del delantero. El arquero también le iba a sacar un fuerte remate a Fernando Gago.

Pero todo cambiaría a los 27 minutos. Una pelota quedó suelta en el borde del área, Alan Franco quiso despejarla y con imprudencia terminó dándole una patada a Pablo Pérez, que buscaba su chance. El árbitro Fernando Rapallini cobró penal y Benedetto, con potencia y precisión, puso el 1-0.

Lejos de quedarse con la mínima ventaja, Boca fue por más. Ajustó aún más las piezas e hizo desaparecer a Independiente del partido. Con tal superioridad pudo llegar al segundo a los 45 minutos: Pavón sacó a pasear a Fabricio Bustos, sacó un centro exquisita y Benítez, solo en el segundo palo, cabeceó para ampliar la diferencia.

Entró mejor el Rojo en el segundo tiempo y en los primeros diez minutos puso en aprietos a Boca. Pero los movimientos que hizo Ariel Holan, que estaba perdiendo su invicto, no le alcanzaron al equipo para llegar al descuento. Y con el correr del complemento, el peligro se fue alejando del arco de Agustín Rossi.

Boca, que llegó al tercero tras una mala salida de Campaña y una buena definición de Benedetto, redondeó una actuación cargada de carácter y fútbol, lo que le faltaba para la recta final del torneo. Hoy le sacó cuatro puntos a River, con nueve en juego, y comenzó a acariciar una corona que creía que se le podía escapar.
Boca 3 - 0 Independiente
Fuente: Clarín

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