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Leandro Vildoza tiene 26 años. De Tafí Viejo, en Tucumán, ha llevado su básquet a provincias como Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes. Esta semana, llegó la noticia de que sumará un nuevo destino en su hoja de ruta personal: La Boca, en Capital Federal.

El exbase del Club Estudiantes Concordia se sumará al plantel principal del Club Atlético Boca Juniors. Es la primera incorporación confirmada por el xeneize de cara a una nueva temporada de Liga Nacional y de lo que será, además, su regreso a competencias internacionales.

“La verdad que estoy muy contento por la llegada a Boca. Creo que es un gran paso para mi carrera así que espero aprovecharlo al máximo”, le dijo a @3200deportes el tucumano. “Creo que vamos a hacer una gran temporada y también vamos a tratar de competir a nivel internacional de la mejor manera”, anticipó el basquetbolista que así deja Regatas de Corrientes, tras dos temporadas.
Precisamente, cuando se le consultó por el club de la capital correntina, dijo: “En Regatas creo que terminamos muy bien. Lo único que fue difícil, en la relación con la gente, porque me tocó jugar justo en dos años de pandemia”, lamentó y añadió: “No había gente en la cancha así que no tenía mucha relación directamente. Lo poco que jugué con el público de Regatas creo que fue algo muy lindo. Ellos también tienen una localía pesada, como lo es acá en Concordia, y va mucha gente”, destacó.

Sí, dijo acá en Concordia porque fue donde se prestó a una extensa charla con 3200, el código del deporte para su canal de Youtube. El basquetbolista habló de todo: de su pertenencia y cómo sigue al “Verde”, club que defendió por 3 temporadas; su gusto por Concordia; las primeras sensaciones de que su primo Luca haya sido contratado por una franquicia de la NBA; de sus sueños de ir a Europa y su futuro en un rol como el que hoy cumple su padre Ubaldo.

Además habló de fútbol, su otra gran pasión. Hasta destacó a su Atlético Tucumán y especialmente a su ídolo, Luis Miguel “El Pulga” Rodríguez, que este viernes se consagró campeón de la Copa de Liga con la camiseta de Colón de Santa Fe, título que por primera vez alcanza en primera división el “Sabalero”.

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—Estás en un intervalo en la temporada, ¿cómo son los días cuando no estás jugando?
—Por lo general no solemos tener tanto tiempo como ahora, por la situación que estamos. Pero por lo general tomamos dos semanas para despejarnos, olvidarnos un poco del estrés de la temporada y de nuevo empezamos a entrenar o mejorar lo que cada uno creemos que debe mejorar o le faltó la temporada anterior.
Personalmente, empiezo con lo físico. Trato de mejor físicamente, en aspectos que noté que me faltaron. Después, lógicamente, mejorar aspectos individuales del juego para llegar de la mejor manera a la pretemporada.

—Luca Vildoza, tu primo, fue contratado por los New York Knicks. Cuando te enteraste, ¿qué pensaste?
—Le mandé un mensaje, hablé con él pero obviamente no quiero joder porque todo el mundo le debe estar escribiendo. Se me vienen a la cabeza cuando, todos los veranos, yo iba a la casa de él y jugábamos al básquet uno contra uno. Y nos terminábamos peleando. Ahora no puedo creer que él esté donde está. La verdad que es un orgullo para mí y toda mi familia. No me quiero imaginar para mis tíos lo que deben estar viviendo.

—Recuerdo una foto tuya con él, de niños, que una vez nos compartiste. ¿Qué cosa de ese niño no puede perder nunca un jugador?
—Cuando lo veo a él, veo que se divierte. Obviamente tiene un talento innato, ya nació con ese talento pero lo veo igual que cuando jugaba ahí en Mar del Plata, con la misma sonrisa, se divertía y eso no lo perdió. Obviamente, mejoró en un millón de aspectos porque pasó mucho tiempo pero eso no perdió nunca: la sonrisa.

—¿Y vos te divertís todavía jugando al básquet?
—Yo no tengo el talento de él (risas), pero trato de que sí. Hay momentos que sí. Por ahí te ponés a pensar en la presión de que tenés que ganar sí o sí pero, al fin y al cabo, termina siendo un juego, algo que me gusta y tengo que disfrutarlo.

—¿Cómo eras vos de niño? ¿Entonces, ese Leandro pensó en estar hoy jugando en Liga Nacional de básquet?
—Yo era un gordito (risas). Yo era igual que ahora, el mismo carácter. Lo que sí no cambié es el carácter, me vivía pelando con todo el mundo y mi viejo por ahí me echaba a casa porque me iba de boca. Eso no lo cambié pero sí mejoré mucho el físico, traté de entrenar mucho, perfeccionarme. No espera estar donde estoy pero sí trabajé soñando en alcanzarlo. Soñaba todas las noches en llegar a donde estoy.

—Estudiantes Concordia. ¿Qué sentiste al ingresar por la ruta a Concordia nuevamente?
—Tengo muy lindos recuerdos. Más que nada sentí una sensación muy linda cuando entré a la cancha, el otro día cuando jugaron y había gente. Te daban ganas de entrar a la cancha, lo ví y sé lo que se siente estar ahí dentro. Después a la ciudad y a la gente le tengo mucho cariño porque los 3 años que estuve acá me hicieron sentir uno más.
—¿Cómo recibiste, en su momento, la noticia de la venta de la plaza? Y antes de eso, ¿cómo fue enfrentarte al Verde en Liga Nacional?
—Cuando me entero lo de la plaza, sentí tristeza porque Estudiantes fue el club que me dio la oportunidad de debutar en la Liga Nacional. Capaz si Estudiantes no me daba la oportunidad, yo no estaría donde estoy. Siempre voy a estar agradecido. Me sentí triste porque los 3 años que estuve hicimos grandes temporadas, siempre en los primeros planos del país. Sabemos que se hizo todo el esfuerzo y ojalá algún día vuelva a donde se merece estar.
Enfrentarlo tampoco fue nada lindo. Más que nada con la gente que son insoportables (risas). Cuando los tenés en contra no es nada lindo. También me hicieron reconocimientos, que fue muy lindo. Nunca me había pasado así que te digo estoy agradecido, por siempre.

—Más allá de la categoría, se sigue el presente? ¿Lo estás viendo al “Verde”?
—Sí, sí. Tengo amigos que están jugando ahora, con los que compartí cancha acá. Y antes también estaba Tico (Juan Ignacio Conti) que era el asistente así que tengo contacto permanente con él. Siempre, esté donde esté y pueda verlo, lo voy a ver por el solo hecho de ser Estudiantes.

—¿Cómo cerró la temporada para vos, más allá del resultado? ¿Se agotaron, entregaron todo verdad? ¿Qué balance hacés?
—El balance, más que nada, es positivo más allá de que perdimos el clásico. Creamos una identidad y Lucas (Victoriano, DT que ahora dirigirá a Instituto de Córdoba) se vio representado por el equipo, en su forma de jugar. Nunca bajamos los brazos. Perdimos bien contra un buen equipo pero no hay que desmerecernos porque salimos terceros en la fase regular. Obviamente que te quedás con el sabor amargo de poder llegar a más.

—Terminó la temporada y se despidieron. No había nada más que hacer. ¿Qué le dijeron a Paolo Quinteros, que siga? ¿Le dicen algo?
—No hace falta decirle nada. Él es muy profesional, se entrena todos los días para seguir jugando así que no hace falta que le digamos. Creo que hay Paolo para rato. No hace falta decirle nada, solamente agradecerle porque nos trató de la mejor manera.

—Tenés una campera que dice España. ¿Te gustaría jugar en la Liga Española o en Europa?
—Si me encantaría, obviamente. Hay muchos jugadores, del os mejores del mundo. Obviamente me gustaría probarme y ojalá algún día tenga la oportunidad. Esta campera me la regaló un asistente que vino de España, me la dio así que justo me la puse.

—Hablemos de fútbol. ¿No son tantos los jugadores de básquet que miran fútbol?
—Hubo equipos en los que estuve que eran muy futboleros y otros que no. Entonces, llegaba el lunes y eran muy aburridos porque no decían nada.

—¿Si te pusieras el buzo de técnico o como hincha, cómo te gustan que jueguen los equipos? ¿Qué tipo de equipo te gustan?
—A mí me gusta Atlético así que nos metemos un poquito atrás y corremos para adelante.

—¿Un 4-4-2 está bien para vos?
—Sí, sí pero es porque me identifico con mi equipo. Sino elegiría el Barcelona de Guardiola.

—¿Y si vos jugás, a dónde te gusta ubicarte?
—Yo me pondría de 9, siendo el técnico yo. Después, si llegara otro técnico, seguro que me manda al banco porque soy malísimo.

—¿En un futuro, te imaginas vinculado al deporte desde otro lado? ¿Tu viejo te habla como ser entrenador, por ejemplo?
—Me gustaría sí porque sabés que mi papá es técnico. Lo pensé también y sí, me gustaría ser técnico. Obviamente tendría que manejar un poco el carácter y la paciencia porque tengo muy poca, pero es una buena opción para el día de mañana. Y más que nada porque tengo la ayuda de mi papá, que me va a guiar.

—“El Pulga” juega en Colón, salió campeón de la Copa de Liga. Vos jugaste en Unión. ¿Cómo se maneja esa idolatría?
—No, los amigos que tengo en Unión me putean siempre. Pero bueno, que puedo hacer. No es culpa mía, él eligió Colón.
Sobre el programa
3200, el código del deporte es un programa multiplataforma que se transmite los sábados, de 19 a 21, por FM 88.9 Oíd Mortales Radio de Concordia. Lo realizan Guillermo Acosta, Jonathan Leiva, Sergio Rastelli y Melina Giménez. Y sigue toda la semana con publicaciones exclusivas en Twitter, Instagram, Youtube y Facebook. Allí los podés encontrar como @3200deportes.
Fuente: @3200deportes

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