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Con un gobernador más en la mesa, Alternativa Federal tuvo este miércoles su cierre de año.

A los nueve mandatarios que hace un mes se habían juntado en la Casa de Entre Ríos se les sumó el santiagueño Gerardo Zamora, un radical que fue kirchnerista, fundó su propio frente provincial y desde 2005 se alterna en el poder con su mujer, Claudia Ledesma, hoy diputada nacional.

Zamora fue de los primeros en llegar a la Casa de Córdoba, el escenario elegido para la cita después de que la opción de un cierre masivo en Costa Salguero quedó en la nada, por la falta de acuerdo entre los organizadores. Ya lo esperaban el anfitrión, Juan Schiaretti, y Juan Manuel Urtubey (Salta), y fue llegando el resto: Juan Manzur (Tucumán), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Domingo Peppo (Chaco), Mariano Arcioni (Chubut), Sergio Casas (La Rioja). La fueguina Rosana Bertone, ausente con aviso, mandó a su vicegobernador, Juan Carlos Arcando, y el misionero Hugo Passalacqua, que fue operado esta semana, al suyo, Ornar Herrera Aguad.

Hubo presencias sorpresivas. A la sede cordobesa de Callao al 300 también llegaron José Ottavis y José "Pepe" Scioli. Además de los ocho gobernadores, los dos vices, Sergio Massa y Miguel Pichetto, que estuvieron reunidos a solas, hubo un plenario de un centenar de intendentes y legisladores nacionales y provinciales, en su mayoría del Bloque Justicialista y del Frente Renovador. También se vio a Pacho O'Donnell, quien llegó con Urtubey.

El invitado especial de la tarde fue el primero en irse. Zamora volvió a dar muestras de su habilidad para hacer equilibrio. Admitió que dentro de Alternativa Federal "hay matices", pero llamó a "seguir consolidando y agrandando el espacio". "¿Cuál es el límite?", le preguntaron. "La palabra límite no me gusta. No hay que excluir a nadie. Esos son los matices que hay que trabajar", reaccionó enseguida. No nombró a Cristina Kirchner. No hizo falta.

El documento que difundieron los alternativos no es muy distinto del que había sellado su lanzamiento, hace casi tres meses. "El Gobierno fracasó. El pasado y el presente de la Argentina nos llevaron juntos, de la mano, a ese fracaso", dice el escrito, de una carilla. Ese juego de tiempos busca explicar el lugar que Alternativa Federal pretende ocupar en el escenario electoral: tan lejos de Cristina y el kirchnerismo como de Cambiemos y Mauricio Macri.

Además, volvieron a hacer una proclamación de apertura: "Queremos que todas las fuerzas sociales, políticas, económicas y sindicales formen parte de este acuerdo", escribieron. Terminado el encuentro, Urtubey ratificó que Alternativa Federal busca ser opción frente a lo que llamó "pretendida polarización". También dijo que ayer no se habló de candidaturas.

Tampoco se discutió la posibilidad de encarar algún tipo de acercamiento con el PJ nacional, alineado con el kirchnerismo. Más allá de las reuniones, la incorporación de gobernadores y dirigentes y las declaraciones casi calcadas, el desafío pendiente de Alternativa Federal sigue siendo cómo saldar el dilema Cristina.

De hecho, en el grupo de diez gobernadores reunidos ayer hay diferencias. Urtubey y Schiaretti no admiten ninguna forma de diálogo con el kirchnerismo, pero otros, como Manzur y Zamora, pretenden más apertura y no imaginan un espacio que no incluya a Cristina (y su intención de voto). El otro gran dilema es quién será el candidato a presidente. Para el cierre de listas faltan apenas seis meses.

Ayer se notó un esfuerzo particular por mostrar una imagen moderna y descontracturada, bien alejada de la liturgia peronista y sus clásicos. Aunque la primera foto "oficial" del aparte entre los gobernadores que difundieron los organizadores poco tenía de ese espíritu (poca luz, colores oscuros, ninguna mujer), enseguida circularon los videos: un editado del plenario al mejor estilo Netflix y hasta una foto en 360 grados de la mesa de los 12.
Fuente: La Nación - Lucrecia Bullrich

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