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Desde el 20 de marzo y ante el decreto nacional que estableció el “aislamiento social, preventivo y obligatorio”, la Secretaría de Desarrollo Social de la Municipalidad de Paraná viene instrumentando acciones para brindar contención y prevenir la propagación del coronavirus de aquellas personas en situación de calle.

El secretario de Desarrollo Social de la Municipalidad de Paraná, Nicolás Mathieu, precisó que “desde fines de diciembre venimos trabajando para contener a este sector vulnerable de la población”. E indicó que se incrementó el número de camas en la sede de Protección Civil, en calle Carbó, donde ya venía funcionando uno de los refugios y, por otra parte, se habilitó un espacio en el CIC ubicado en calles Fermín Garay y Roque Sáenz Peña.

“El CIC tiene una capacidad máxima de 44 personas y hoy hay 38, mientras que en Protección Civil hay una capacidad para alojar a 25 y actualmente se alojan 18”, detalló el funcionario.
Se amplió la modalidad de atención
Hasta que se decretó el aislamiento este tipo de espacios abría de 20 a 8, brindaba una comida, ofrecía una ducha de agua caliente y una cama. Luego del 20 de marzo se modificó y amplió la modalidad de atención.

“La mayoría de las personas que están alojadas son hombres y llevan muchos años en situación de calle. Esta situación en muchos casos trajo aparejada algún tipo de adicción, generalmente al alcohol, y fue un desafío para todos poder brindar contención 24x7. También para ellos, que de un día para otro tuvieron que estar en una situación de encierro –siempre voluntario– y empezar a respetar ciertas normas de convivencia”, expresó.

Mathieu admitió que al principio se generaron algunos conflictos porque “para muchos de ellos fue un cambio muy abrupto, ya que adentro de los refugios hay ciertas reglas y –por ejemplo– la imposibilidad de consumir alcohol generaba muchas veces lógicas reacciones de ansiedad y abstinencia”.

Fue en este marco que el funcionario resaltó la importancia de haber contado con un equipo de profesionales para atender este tipo de situaciones: “Primero se trabajó en articulación con profesionales del Hospital Escuela de Salud mental y luego se sumaron de la Facultad de Trabajo Social y voluntarios de distintas organizaciones sociales que hoy están brindando talleres de formación profesional, de carpintería o de costura”.

“Aunque se flexibilice el aislamiento, la idea no es cortar abruptamente con el modo en el que venimos trabajando en los refugios. Es decir, más allá de la cuarentena, la idea es poder seguir trabajando a mediano y largo plazo y poder darles alguna perspectiva de futuro, que puedan reinsertarse laboralmente y tengan un proyecto de vida”, explicó.

“Algunos seguramente van a poder volver a trabajar en lo que hacían antes (varios eran albañiles) y ojalá muchos puedan aprender un oficio y ganarse la vida”, dijo Nicolás Mathieu, al tiempo que resaltó que varios tienen beneficios sociales o todavía no, pero les corresponde, por los que se les ayuda a hacer los trámites necesarios.
Fuente: APF Digital

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