En uno de los párrafos de la carta, las entidades de la capital del citrus denuncian que "se negocian tributos como si fueran pelotitas de tenis". Y agregan: "No puede ser que en materia de bebidas alcohólicas se coloquen impuestos internos a unas sí y a otras no, siendo en el caso de la cerveza una bebida de lo más popular. Evidentemente el alcoholismo no se quiere combatir y si así fuera lejos está de ser este el camino indicado".
Aquí, la carta completa de los comerciantes:
El comercio es parte de una cadena económica que desde hace muchos años aporta la mayor parte de los impuestos al sector privado.
Estamos de acuerdo con una economía sin ingresos brutos para la producción y la industria, como palanca esencial para que haya mayores inversiones en nuestra Provincia.
Pero cuando procesamos lo que sucede en el campo comercial, vemos con enorme preocupación que la óptica desde siempre ha sido la de recaudar más, presionando sobre este sector, y no la de recaudar mejor a partir de incentivar un desarrollo comercial próspero.
Quizás los profesionales funcionarios o los funcionarios profesionales deberían anexar en sus estudios de las medidas a aplicar a ciudadanos que tienen una capacidad no contable pero sí comercial, conocimientos que aportarían una estrategia más adecuada.
El comercio tiene desde siempre tres ámbitos: Distribuidores, Mayoristas y Minoristas.
Las modificaciones de los mercados provocadas por políticas macroeconómicas hicieron que en muchos casos se duplicara la función; esto es, distribuidores también mayoristas y mayoristas también minoristas.
En la escala de facturación, los distribuidores y mayoristas siempre se rigieron por una alícuota de ingresos brutos definida claramente, y otra para el minorista.
Una de sus últimas medidas, que se transformó en un "caballito de batalla" importante para las arcas de la Provincia, ha sido la recaudación de las Percepciones, que se realiza a través del ámbito de distribuidores y mayoristas.
El 3,5 aparece en el "Consenso Fiscal" como una alícuota menor, que en el caso del minorismo es una vuelta a lo existente hasta el año 2014, pero en el caso de los Distribuidores y Mayoristas es imposible, dado que la barrera de los 75 millones anuales es superada ampliamente por su manejo de volúmenes de compras.
En la pirámide de la cadena sin lugar a dudas la presión fiscal va a ser muy creciente por este comportamiento, que se ve agravado por una doble sanción al incumplimiento, dado que a las multas ya existentes se le suma una mayor alícuota.
Para que quede claro: Todo lo que le pase al distribuidor recaerá sobre el Mayorista y todo lo que le pase al Mayorista recaerá sobre el minorista. No solo esto repercute en el precio, sino que deja fuera de competencia a cualquier comercio formal, tras políticas que incentivan el informalismo y la ilegalidad, que está a niveles inimaginables y por la cual el Gobierno hace muy poco o nada.
Si se trabaja por la equidad, las reglas deben ser claras y para todos.
Se negocian tributos como si fueran pelotitas de tenis. No puede ser que en materia de bebidas alcohólicas se coloquen impuestos internos a unas sí y a otras no, siendo en el caso de la cerveza una bebida de lo más popular. Evidentemente el alcoholismo no se quiere combatir y si así fuera lejos está de ser este el camino indicado.
Sr. Gobernador, las necesidades del Estado para sostener el sector público llegaron a su techo mucho tiempo atrás, en cuanto a más impuestos sobre el sector privado. Busquemos salidas en conjunto para sobrevivir todos los entrerrianos.
POR LO EXPUESTO, RECHAZAMOS EL PROYECTO DE LEY DE REFORMA AL CODIGO FISCAL Y LEY IMPOSITIVA ANUAL.
