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La ex funcionaria municipal y policial de Paraná, Griselda Bordeira, detenida en la causa por presuntas vinculaciones con la banda liderada por Daniel Tavi Celis y la venta de estupefacientes, en la que también está procesa el intendente Sergio Varisco, volvió a hablar desde la Unidad Penal Nº 6 de mujeres de Paraná, donde está detenida.

Se refirió a los dos sumarios administrativos que se le iniciaron en la fuerza de seguridad, uno por el procesamiento y prisión preventiva en la mencionada causa, y el segundo por la percepción ilegal de haberes. Contó que, por este segundo hecho, recibió hace dos días la notificación de la cesantía de la fuerza, y adelantó: “Obviamente vamos a apelar. Considero que, más allá de que el jefe de Policía considere que es una falta grave y que daño la imagen de la institución, esa fue la fundamentación, es un trato muy desigual hacia mí”, aseguró.

Precisó que en diciembre cumplirá 20 años de servicio y trajo a colación que tuvo un ascenso “hace siete meses”. “Hace siete meses era muy buena funcionaria policial y ahora hace seis meses estoy privada de mi libertad y soy muy mala. Me echan por la puerta de atrás como si hubiera cometido el peor de los delitos dentro de la institución”, cuestionó. Por otro lado, en una extensa entrevista radial, se explayó nuevamente sobre la causa que la mantiene con prisión preventiva. “Mi único error en todo esto, lo único que hice, fue atender a Luciana Lemos, que jamás fue a hablar de drogas, fue a victimizarse, a decir que estaba amenazada, que necesitaba una colaboración y que no iba a volver más. Estoy privada de mi libertad porque la atendí”, sentenció.

Bordeira afronta dos sumarios administrativos en la fuerza de seguridad. Uno por el procesamiento y prisión preventiva que se le impuso en la causa narcomunicipio, que investiga presuntas vinculaciones con la banda de Celis, y el segundo porque percibía al mismo tiempo dos sueldos: el de la policía y el de funcionaria municipal. Por ello, días atrás se la trasladó a la Jefatura donde declaró ante el Consejo de Disciplina de la fuerza policial que debía resolver la sanción que se le podría imponer. La situación más grave es por haber admitido el cobro de dos emolumentos paralelos. Precisamente por este expediente es que fue notificada este 24 de octubre de la cesantía.

En la extensa entrevista radial con En el dos mil también (FM Nueva Litoral), la ex funcionaria municipal adelantó que apelará la decisión de la fuerza en la que cumplirá 20 años de servicio, según contó.

“Recibí la notificación acá en la cárcel, el 24, hace dos días. La policía me realiza dos sumarios administrativos, y quiero ser muy responsable en lo que digo más allá que por resolución del jefe policial ya no pertenezco a la fuerza de seguridad después de 20 años de servicio, que cumpliría el 23 de diciembre. Obviamente vamos a apelar, hoy a la tarde hablé con mi abogado, vamos a usar todas las instancias administrativas y judiciales que correspondan, porque yo considero que mas allá de que el jefe de Policía considere que es una falta grave y que yo daño la imagen de la institución -esa fue la fundamentación- es un trato muy desigual con el que se me trató. El Dr. Vartorelli que es mi abogado defensor en esta instancia, lo marcó perfectamente”, detalló.

En ese punto, dijo que la cesantía se dio por el expediente respecto a la supuesta percepción de una doble remuneración. “Cree el jefe de Policía que daño a la institución policial, por eso digo que no hay un trato igualitario. Mi designación en la Municipalidad de Paraná fue pública, el jefe de Policía -quien me otorgó el pase en comisión a la Municipalidad- siempre estuvo al tanto de la situación. Es más, pedí una audiencia con la Junta de Disciplina, porque cuando no dejo de percibir mis haberes de la Policía, que tampoco cobraba el 100 por ciento, estaba en condición de ascender antes de irme de la Policía, por eso no percibo los códigos y solo se me deja lo básico. A fin de año asciendo dentro de las filas de la institución, voy a rendir como cualquier otro funcionario policial, salgo tercera en el orden de mérito”.

“Hace siete meses ascendí, cuando algunos integrantes en la Junta dijeron `no hay que ascenderla a Bordeira porque se fue a la municipalidad´, y el jefe de Policía dice `la vamos a ascender porque ella trabajó esa jerarquía, la rindió, se fue después´. Hace siete meses era muy buena funcionaria policial y ahora hace seis meses estoy privada de mi libertad y soy muy mala. Me echan por la puerta de atrás como si hubiera cometido el peor de los delitos dentro de la institución”, lamentó.

“En los fundamentos que me hace la resolución es que uno quería ocultar. La 5654, que es el reglamento general de Policía, habilita a que uno pueda tener más de un empleo en el Estado si se desempeña como periodista, camarógrafo, fotógrafo o realiza otras actividades que estén en las 5654. Por eso pedí una audiencia en la Junta. Antes de la designación en el municipio hice la rueda de consulta correspondiente, porque la Policía de la provincia de Entre Ríos tiene antecedentes sobrados de personas que se han desempeñado y en la actualidad hay funcionarios policiales que se desempeñan en cargos políticos, hubo diputados provinciales, intendentes. funcionarios, concejales y funcionarios de gestiones municipales”, remarcó. Y añadió: “Está en el expediente que me respondían con una lista importante de gente que estuvo en la misma situación, fueron designados en otras gestiones y jamás hubo problema, nunca se le inició sumario administrativo, nunca se le reprochó nada”. Además, observó: “Mi designación no fue el 10 de diciembre de 2015 cuando asumieron todos los funcionarios de la gestión de (Sergio) Varisco, fue mucho tiempo después, porque me tomé el tiempo de consultar”.

Consultada por el periodista Antonio Tardelli si no debió contar con un dictamen legal escrito que lo avalara, apeló a una cuestión de “confianza”: “Yo todavía estoy criada de las personas que tienen palabra. Si yo vengo trabajando con alguien de hace varios años, porque he acompañado el proceso de trabajo del jefe de Policía cuando era director de Operaciones, si yo confío en la persona que me otorga el permiso para que vaya en comisión a trabajar, quien celebra mi designación en otro lugar y permanentemente está en contacto conmigo. Yo confío”.
"Mi único error en todo esto fue atender a Lemos"
En una segunda parte de la entrevista, fue consultada por la causa que la mantiene con prisión preventiva.”Quiero pensar que el Dr. (Leandro) Ríos cree que lo que está haciendo está bien y que esta situación fue inducida por quienes debían realizar las tareas investigativas, porque yo la verdad así como mis asesores legales y gente que conoce el derecho no entienden todavía por qué estamos detenidos”, aseguró.

Al respecto, se explayó sobre el auto de procesamiento donde el magistrado refiere a que Bordeira “realizó contrainteligencia a la Policía Federal”, y sostuvo que los datos del vehículo, “que después resulta ser secuestrado por la Policía Federal a un reconocido narcotraficante de Paraná, no los consigo yo por mis tareas de inteligencia. Un vecino que lo venía siguiendo, que sí trabajaba en el correo privado, le llama la atención que haya una persona vestida con el uniforme y que nunca lo vio en la empresa. Se comunica telefónicamente con la empresa, le pregunta a esa hora quién trabaja, le dice que nadie. Lo sigue, ve cuando sale corriendo de mi domicilio, se saca la camisa y la gorra que identificaban a la empresa, sube al automóvil, le toma la patente y ese vecino comprometido para un patrullero y le aporta los datos. No fui yo la que consiguió por mis averiguaciones ni por mis contactos ni en la policía ni en ningún lado; era un vecino”, describió.

“Pasaron seis meses, hay muchísimos testimonios en la causa, he contribuido con la justicia, y tengo entendido que hay muchas declaraciones donde dejan establecidos y claro cuál es el rol, que no somos X, N, y quiénes serían esas personas. Utilizaron nuestros apellidos. Son los únicos narcotraficantes en el mundo que hacen una lista con los apellidos de sus supuestos compradores”, ironizó.

“Quien dice que nosotros comprábamos la droga, que pertenecíamos a esa organización narcotraficante es Luciana Lemos, que en el allanamiento en su casa sí le sacan 3,5 kilos de cocaína y una cantidad importante de dinero, donde sí está involucrada en la causa; y en su estrategia de defensa hoy trata de victimizarse y dice que no tiene absolutamente nada que ver y en la casa de ella encuentran las anotaciones con nuestros nombres. Eso es lo que hay, yo estoy detenida, preventivamente dice el juez y entiendo que deba hacer las averiguaciones correspondientes, pero yo estoy detenida acá por la lista que encuentran en la casa de Luciana Lemos”.

Sobre otros audios en el expediente, aseveró: “Hay muchas cosas sacadas de contexto. Yo digo que pidamos todos los audios. Por qué no pasan todos los audios de cómo vinieron sucediendo los hechos”, se preguntó.

Sobre la posibilidad de animosidad del juez, expresó: “Quiero pensar que no, porque los antecedentes que lo acompañan al Dr. Ríos son dignos de un juez federal de la nación. Es un hombre inteligente, responsable, dedicado a la función. Que está convencido de lo que está haciendo, trabajando sobre los datos que le ha aportado en un trabajo de campo la Policía Federal, que sí estoy convencida de que no hizo las cosas como tenía que hacer, y del minuto cero lo dije”, advirtió al poner en duda la actuación de esa fuerza.

Al respecto, dijo que le llama “muchísimo la atención el estado de sospecha de la banda de Celis, es fantástico, se establece perfectamente cuál es el rol de cada uno, durante 8 o 9 meses estuvieron haciendo las escuchas, los seguimientos, sabían perfectamente cuántos kilos llegaban, quién los traía, cómo los distribuían, cuánto salía. Tengo entendido que Luciana Lemos comercializaba los estupefacientes y se comunicaba telefónicamente con quien era su esposo en ese momento, porque ahora parece que se desconocen, lo ponía al tanto de todos los movimientos que realizaba. ¿Y dónde está la droga? 12 kilos llegaron según la investigación, 3,5 kilos creo que le sacaron en el allanamiento, ¿y los otros?”.

“Ya quedó descartado que yo no soy X (la anotación en el cuaderno), y en su declaración Luciana Lemos dijo `no, la gorda no es ella´”, en referencia a alguien que se menciona en uno de los audios.

También hizo todo un detalle de lo que ocurrió antes de los allanamientos a los domicilios de los funcionarios y de la misma Municipalidad. “Cuando pasa lo del falso cartero que va a mi casa yo me presento y hago la denuncia en la policía de la provincia. Voy a la justicia federal esa misma noche, me presento espontáneamente porque yo no sabía lo que estaba ocurriendo. Voy acompañada por el Dr. Rolandelli, el Dr. Chaulet le dice no la estoy investigando, pero si la Federal la sigue yo no sé nada. Eso me hizo ruido, porque es imposible que el juez no sepa, o si no están haciendo inteligencia ilegal y es mucho más grave”, detalló.

Luego dijo que fue hasta la Policía Federal a realizar la denuncia: “Me encuentro con el auto, Ahí dicen que no me podían tomar la denuncia porque era contra funcionarios policiales. Le digo que yo desconocía que era contra funcionarios policiales , me dice `señora nosotros estamos informando que ese auto es utilizado por personal que ha venido de Buenos Aires, nosotros no sabemos sus nombres, trabajan directamente para el Dr. Ríos o para el gobierno nacional así que diríjase a la justicia federal´”. Añadió que se comunicó con su abogado, Boris Cohen, y realizó una presentación el viernes a las 12.45 en la Justicia Federal detallando todo eso y poniéndose a disposición “y en el caso de que haya algún sumario de investigación que nos ponga en conocimiento para que mi abogado pueda accede al expediente para colaborar con la justicia”.

“El lunes no nos contestó y el martes nos contesta con los allanamientos. Yo entiendo que después de ese escrito, si el juez nos decía que no, cómo nos iba a allanar después, y si nos decía que sí supuestamente íbamos a interrumpir la investigación. Yo no sé qué pasó en el camino del viernes al lunes”, apuntó.

Sobre Celis, sostuvo: “Nosotros no negamos, y quiero ser clara en esto por la hipocresía y la falsa moral de algunos dirigentes que creen que son la reserva moral de este país y no lo son, yo sí pongo la cara. En instancia judicial me preguntaron si lo conocía a Celis y dije desde el primer momento cuál era la relación que yo tenía, que siempre se limitó a una cuestión de mi función en la gestión de atenderlo como a otros tantos”.

“Me llama poderosamente la atención que desde la detención de Celis, creo hace un año y medio, en la causa anterior, nunca más volví a tener contacto con él ni con su entorno, y sorpresivamente tres días antes de los allanamientos al domicilio de Lemos, a ella la allanan el martes, el último viernes de abril ella va a la municipalidad esa mañana. No se puede entrevistar con el intendente, fue a buscarlo al concejal Gainza y tampoco dice ella se pudo entrevistar, viene un guardia de seguridad que me dice 'ahí esta Lemos buscándolo al intendente', ella viene a hablar conmigo, me manifiesta una situación que está declarada en el expediente”.

“Tres días antes del allanamiento de Lemos ella va con un mensaje de Celis donde nos pedía 1 millón de pesos, y está declarado y me extraña que la Policía Federal no le haya acercado o el Dr. Ríos no tenga el peritaje del teléfono de Lemos donde Daniel Celis viene a reclamarnos cuestiones de campaña, dice 'yo milité yo quiero para desvincularlos'”, dijo.

Sobre la presencia de Celis en la campaña, dijo: “Cuando yo me acoplo al equipo de trabajo de Varisco, la primer pregunta que me hice es qué hace acá. Había una situación de temor en ese momento también. Fui la primera de las personas que rodeaban al intendente que le dije a Celis que no iba a ser funcionario. No era funcionario”. Y soltó: “No fuimos nosotros los que lo incorporamos a la política, no entró de la mano de Sergio Varisco a las filas del radicalismo, sino son algunos que hoy están asombrados por esta situación y nos dejaron la pesada herencia”.

“Yo no tengo un solo mensaje de texto con Luciana Lemos, ni una sola llamada de teléfono, excepto ese mismo día el último viernes de abril que ella me llama por teléfono para decirme que estaba en la municipalidad, que incluso ante otro testigo yo dije cómo consiguió mi teléfono. Y lo declaro en sede judicial. En el estado de sospecha de los 7, 8 meses que la Policía Federal le realiza a Lemos y compañía jamás aparecí. La única relación que tuve con Lemos fue ese viernes último de abril”.

“Si uno comete un delito es consciente que puede terminar acá. Mi único error en todo esto fue atender a Luciana Lemos, porque fue lo único que hice. Lemos jamás fue a hablar de drogas, fue a victimizarse, a decir que estaba amenazada, que necesitaba una colaboración y que no iba a volver más porque si no él se agarrada con ella. Yo la ayudé, fui al cajero que está en peatonal, le di de mi plata y es todo lo que hice. Estoy privada de mi libertad porque la atendí a Lemos”, cerró.
Fuente: FM Nueva Litoral - En el dos mil también

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