Según denunció un comerciante local, cerca de las 21 del viernes ingresó el muchacho que luego fuera aprehendido, consultando si solo le quedaba “eso de pollo”, haciendo referencia a la mercadería que se veía en la heladera exhibidora. También preguntó por milanesas, a lo cual el comerciante respondió que harían más al otro día. Finalmente, compró tres pechugas y las pagó con un billete apócrifo de mil pesos.
Minutos después arribó a la pollería un patrullero, consultando si le habían hecho alguna compra y pagado con mil pesos. El comerciante tomó el billete y le aplicó el lápiz detector de falsos, constatando que se trataba de dinero apócrifo.
Mientras tanto, se producía la aprehensión en flagrancia del estafador, en cuyo poder se encontraba la mercadería adquirida. A su vez, también se identificaba a las tres mujeres que se encontraban en el interior de una Renault Duster, vehículo que utilizaban para moverse por la región.
Además de la estafa a la pollería, en la comisaría sanjosesina se recibieron dos denuncias más sobre estas personas, sumándose a las ya radicadas por comerciantes colonenses.
