-¿Che, la Bordeira te pagó la cuota esa?, le preguntó Celis a Silva.
-No, boludo. Ayer me saltó con que no tiene plata, con que le salió mal.
-Si vendió toda la mercadería, ¿cómo no te va a pagar?, repreguntó el líder narco.
-Si me hubiese pagado te lo presto a vos, boludo. Te lo presto yo y le digo a Hernán que te preste 150 él y solucionás el quilombo. Es que las cosas eran como que yo te decía a vos 10 costillares, le respondió Silva.
-Si a mí me dejás 100 kilos de carne, yo los vendo en el día, aseguró “Tavi”.
-Por eso, esta era una mercadería para vender rápido, si no que a esta se le dio por viajar y andar de coqueta y no laburó.
-Eso no es problema tuyo, aparte esa mercadería está re manoseada, en un quiosco te dan la mercadería de vuelta. Las cajas de los zapatos están todas rotas. Metele presión, boludo, insistió Celis.
-Ayer la llamé y me dijo ‘después te llamo’ y no me llamó en todo el día.
-Hacele cita oficial en el municipio, si tenés que cobrar igual. ¿Cuánto es? ¿500, 400?, preguntó “Tavi”.
-8 cuotas de 100 lucas, respondió Silva.
-¿$800.000? Vos sos un enfermo hermano, yo a la gorda esa no le doy ni 10 lucas, le dijo Celis.
-Pero yo debo $300 de eso no más, finalizó Silva.
Esta conversación enojó a Bordeira, quien se dio vuelta y comenzó a hacer ademanes en contra de Celis.
Los testigos del día
Comparecieron tres testigos de la Policía Federal Argentina y dos civiles que participaron de distintos procedimientos.Primero, atestiguó Juan Ever Gilabert, integrante de la Brigada de la fuerza federal de Concepción del Uruguay, que fueron convocados a participar de algunos de los allanamientos relacionados al juicio. Más precisamente en el domicilio de Patricio Larrosa, uno de los imputados, que fue detenido al momento del operativo, a pesar de que la Policía no halló nada en su domicilio de calle Sarobe.
Del mismo operativo participó Luis Correa, quien tuvo a cargo el trabajo con el can antinarcóticos llamado “Rocco”. El entonces cabo primero de la Policía Federal explicó cómo se trabaja con los perros en los operativos y de qué manera se los entrena. Respecto al allanamiento del domicilio de Larrosa, ratificó los resultados negativos.
En tercer lugar declaró el cabo Jorge Cornejo, que por entonces cumplía funciones en la sede administrativa de la Policía Federal en Paraná. Participó de buscador en el allanamiento al domicilio de Luciana Lemos, pero llegó al procedimiento una vez que ya había sido descubierto el bolso con los más de 3 kilos de cocaína, el arma y los cuadernos con las anotaciones.
Los abogados defensores le fueron haciendo preguntas que no siempre pudo responder por la falta de memoria. Principalmente, puntualizaron en la confección del acta que firmó Cornejo y, por su parte, la abogada Milagros Serra Cullen le preguntó si padecía problemas de Parkinson o dificultades para mover la mano e incluso si habían elaborado el acta sobre una mesa. Se puede suponer que buscará irregularidades en alguna de las firmas de Cornejo en esa acta.
Para finalizar, llegó el turno de dos testigos civiles que participaron de procedimientos diferentes. Por un lado, uno fue testigo del allanamiento en la casa de Miguel “Titi” Celis en San Benito y recordó que se secuestró una computadora, una balanza y un arma. Negó que se haya encontrado material estupefaciente.
Por el otro, compareció también uno que estaba yendo a trabajar por calle Alameda de la Federación y, al pasar por la sede de la Policía Federal en Paraná, fue convocado a ser testigo del allanamiento en el Barrio Antártida Argentina, en la casa de Laura Zurita. En ese procedimiento fue detenida la dueña del hogar junto a Renzo Bertana, Hernán Jesús Rivero y Jonatan Iván Romero. El testigo aseguró que se encontró un picador -para moler tabaco o marihuana- y una bolsa con "una sustancia vegetal" que luego aseguró que se trataba de tabaco.