Los gendarmes que patrullaban la zona observaron un rodado Mercedes Benz Sprinter que circulaba a baja velocidad y, a simple vista, se percibía que tenía la suspensión muy baja por un exceso de carga.
Ante dicha situación, la patrulla de gendarmes se acercó y le realizó al conductor la señal de balizas y sirenas para que estacionara en la banquina, pero el sospechoso hizo caso omiso y aceleró, realizó maniobras peligrosas, y emprendió su huida.
Los gendarmes realizaron una persecución controlada y, unos metros más adelante, el vehículo perdió el control y despistó sobre una zona montuosa.
El conductor de la furgoneta intentó darse a la fuga saliendo por la ventanilla del acompañante, pero fue interceptado por los efectivos.
Tras la detención, se efectuó la requisa correspondiente al vehículo, y la pesquisa confirmó que eran 80 bolsas de grandes dimensiones con 2.018 paquetes rectangulares tipo "ladrillo" de distintos tamaños. En total, sumaban más de dos toneladas de marihuana.