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“En retrospectiva, me parece una locura que Carlos Delasoie me haya nombrado entrenador de La Unión en el TNA a los 23 años”. La frase pertenece a Gabriel Piccato y alude a la decisión que el histórico pope de la entidad céntrica de Colón tomó en el año 1995 una vez que Pablo Columba, el técnico que había llevado al equipo a las semifinales de la temporada anterior, dejó el cargo. Piccato llegó a la entidad entrerriana para ser asistente de Columba y dirigir a las categorías inferiores, en los primeros años del “Rojo” en la Segunda división del básquet argentino. Tenía 21 años y fue la primera salida laboral que lo llevó a alejarse de su San Jorge natal.

Rememorando aquel momento, bisagra para su trayectoria deportiva, el santafesino recordó: “Era muy joven, tenía poca experiencia y el equipo andaba mal, pero tuve el respaldo de Carlos y de un plantel muy sano”.

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El rumbo se enderezó, Piccato estuvo a la altura salvando al equipo del descenso y el idilio con La Unión se fortaleció, a tal punto que continuó por casi una década, hasta que en 2002, con la misma frontalidad que cuando le entregó el equipo, el propio Delasoie tomó la decisión de rescindirle. “A Carlos siempre se lo catalogó como una persona muy temperamental y sin filtro, conmigo fue de esa manera. Así como un día me dijo ‘Gurí’ hacete cargo del equipo, en otro momento me manifestó ‘No sé si vos sos el problema, pero hasta acá llegamos’”, relató Piccato en una entrevista que mantuvo hace un par de meses con RADIO 12 de El Entre Ríos.

Para la temporada 2003/2004, Piccato tuvo su estreno en la Liga Nacional como asistente de Sergio Hernández en Boca Juniors, logrando el título local y de Liga Sudamericana. Tras la salida del “Oveja”, el santafesino se hizo cargo del equipo y dirigió al “Xeneize” hasta 2008, siendo campeón en 2007.

De allí saltó a La Unión de Formosa, club en el que estuvo durante dos períodos (entre 2008 y 2012 –siendo campeón del TNA y subcampeón de la Liga de las Américas- y en la 2013/14).

En el medio tuvo pasos por Obras Sanitarias y Banda Norte (TNA), y en los últimos años dirigió a Libertad de Sunchales, Regatas Corrientes (donde fue subcampeón de la LNB), Peñarol de Mar del Plata, hasta recalar en la reanudación de la actual LNB en Hispano Americano de Río Gallegos.

Paralelamente, desde hace algunos años trabajó como asistente de Sergio Hernández en la Selección Nacional, destacándose el subcampeonato mundial de 2019.

Este domingo, tras la salida por una temporada del “Oveja” a Zaragoza de España, Piccato fue designado como entrenador en jefe y dirigirá a “El Alma” en las próximas dos ventanas FIBA. “Colón es mi lugar en el mundo”, confesó Piccato en la mencionada entrevista, colocando a “los paisajes y la tranquilidad” como justificativos para tan grata definición hacia la localidad que lo acobijó y en la que formó su familia y permanece durante los períodos de descanso, en los que, igualmente, continúa analizando el juego que tanto lo apasiona.Con sentimiento recíproco, la ciudad y más puntualmente el básquet colonense en nombre del Club La Unión, recibieron la designación de “Gabi” con mucha alegría y solo cuentan las horas para que llegue la primera ventana FIBA (27 al 30 de noviembre en el estadio de Obras frente a Chile y Colombia) y sentir orgullo de ver cuán lejos ha llegado aquel jovencito santafesino que a principios de los 90’ arribó al gimnasio de calle 12 de Abril con un bolsito cargado de ilusiones.

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