Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
Este viernes, Colón y alrededores se revolucionaron con el pedido que circuló por WhatsApp y redes sociales en ayuda a una mujer que necesitaba la compra de una medicación, poniendo en evidencia la enorme solidaridad de la gente.

Detrás, una historia de coraje y defensa a un niño por nacer. El amor de una madre que arriesgó su propia vida para priorizar la de su hijo.

“Desbordé de tanta solidaridad”, es lo primero que nos dice la elisense Selva Meichtry. Y pasa a contarnos sobre ella.

“Soy médica recién recibida. Tengo 40 años y me costó muchísimo recibirme. Quienes me conocen en la zona de Colón y Villa Elisa, me han visto hacer dedo para viajar a la facultad”.

Actualmente trabaja en el Hospital San Benjamín y para la Municipalidad de Colón, mientras sueña con seguir la especialidad de Pediatría.
La mejor noticia y el peor de los diagnósticos
Hace 8 meses me encontré un quiste en una mama y cuando solicité el turno para la mamografía me dijeron que necesitaban un test de embarazo negativo. Yo hacía más de un año que buscaba quedar embarazada y pensé que me iba a dar negativo, pero para mi sorpresa fue positivo”, recuerda Selva, mamá también de un adolescente de 13 años.

“Me enteré que tenía un quiste mixto, lo cual indica una potencialidad maligna; y a la par que estaba embarazada de 4 semanas”.

“Obviamente continué con mi embarazo mientras vigilábamos el quiste y a los tres meses empezó a crecer, generando defectos en la mama”.

En septiembre –pasando ya las 20 semanas de gestación- una nueva ecografía mamaria mostró que el quiste estaba más grande y con muchas características que hacían pensar en su malignidad. “Hicimos una biopsia y me diagnosticaron un carcinoma invasor, un poco más agresivo que los comunes”.

“Hice una consulta en el Fleming y me dieron un tratamiento con inmunoterapia, que es sumamente caro porque hasta el momento es importado. La oncóloga me dijo que siga con el embarazo y cuando mi hija esté en condiciones de nacer, empezaríamos el tratamiento”.

Pese a su firme decisión de seguir adelante, reconoce que aquella espera no fue fácil. “Cada minuto el riesgo de metástasis es mayor. Pero tengo la paz de haberle dado a mi hija el tiempo para que madure”.
En tratamiento
Abigail nació el viernes 18 de noviembre con 2,930 kg, en la semana 36 de edad gestacional. Es una beba sana y no requirió internación en neonatología. “Es una de mis fortalezas para dar batalla a esta circunstancia que nos está atravesando como familia”, señala sobre su hija.

Ahora es el momento para Selva de acelerar los pasos hacia la cura de su enfermedad.

“El quiste está encapsulado y en esta semana tengo que hacer las resonancias que no pude hacer durante el embarazo, para ver si hay metástasis”, dice confiando en que todo estará bien.

En cuanto a los pasos a seguir, agrega: “El martes empiezo con quimioterapia y radioterapia, esperando que haya una remisión del quiste. En aproximadamente 6 meses, en base a la respuesta de mi cuerpo, me estarían operando”.
Una “catarata de solidaridad”
“Era probable que la obra social no me cubriese la inmunoterapia. Para mí siempre fue buena pero me habían comentado que estaba con problemas, como muchas otras. Por eso la Red Nacional Pro Vida decidió dar apoyo a mi tratamiento a través de esta movida”, cuenta en otro tramo de la conversación.

Si bien este viernes recibió la noticias que –al menos en un principio- el tratamiento será cubierto, la colecta solidaria continuó para una droga que debía comprar ella misma: carboplatino 50.

“Dicen que después me devolverán el dinero por reintegro, pero ya pagué las consultas en el Fleming y varias cosas más, y hasta ahora no he recibido nada”.

“En menos de 6 horas fue una catarata de solidaridad que me sorprendió. Ya conseguimos la droga y la pagamos. El lunes llegan las drogas que me envía la obra social y el martes comenzamos el tratamiento.”

Frente a la posibilidad de que la sigan ayudando económicamente, menciona: “Por el momento la ayuda es suficiente. Estamos súper agradecidos porque hemos logrado el objetivo de conseguir el dinero para la medicación y un extra para gastos de traslado”.

A la vez, destaca el trabajo que realiza LALCEC Villa Elisa, donde se incorporó a un grupo terapéutico. “Nos sentimos muy contenidos por ellos; también por la escuela de mi hijo y la de mi esposo que está terminando la secundaria, los amigos, la gente de la iglesia. Todos han sido muy solidarios, acercándonos su amor”.
Fuente: El Entre Ríos

Enviá tu comentario