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A raíz de los disturbios padecidos durante muchos días, el gobierno chileno decidió suspender dos importantes reuniones internacionales sobre el cambio climático, que hubieran tenido su sede en Santiago. Dada la violencia padecida suena razonable, pero mi estrecha mente no puede comprender cómo se apresuraron a confirmar el final de un campeonato de fútbol, cuyos admiradores suelen ser más violentos que los interesados en el clima y los horrores que se avecinan. Tal vez solo demagogia o resignación ante lo inevitable.

En estos días se anunció el deterioro sufrido por el glaciar Hielo Patagónico Sur 12 (12 HPS), situado en los Andes chilenos de la Patagonia. Entre los años 2000 y 2008, el espesor del hielo en el mismo se redujo a razón de 30 metros por año en promedio: ese último año la disminución fue de 44 metros. No pudo medirse este año, pues no había que medir, ya que el hielo se había licuado. Ha sido la pérdida más rápida registrada de la desaparición de un glaciar. Los llamados “glaciares tropicales" de Chile y Perú han disminuido su superficie entre un 30 y un 50% desde 1970. Son glaciares en las altas cumbres, que pueden estudiarse solo con satélites.

La amenaza de enormes inundaciones costeras va en aumento y pone en riesgo de desplazamientos, o muerte, de enormes poblaciones, sobre todo las del sudeste asiático y Antillas, pero es ascenso del nivel del mar se sufrirá de un modo u otro en casi todo el mundo. Se calcula que 300 millones de personas serán las afectadas dentro de 30 años. Ya nos han advertido que lugares y años son igualmente fugaces.

Temo que nunca llegaré a Venecia. Más lógico sería preocuparme por el Delta o las costas de Buenos Aires.

Mucho de lo que ha hecho y hace el hombre para producir esta catástrofe es bien conocido. Los recientes incendios en el Amazonas llevan a una región con problemas, a una situación cercana a su punto crítico, no reversible en los próximos dos años. Se perderá la capacidad de producir lluvias y se generará una inmensa sabana seca, que liberará billones de toneladas de carbono. Se ha cuadriplicado el área deforestada. ¿Cuál será el futuro de nuestros hermosos ríos?

El cultivo del cacao, sobre todo en la costa occidental de África, es una zona de deforestación tan grave como la del Amazonas. En Costa de Marfil se pierden cada minuto el equivalente en áreas forestadas de 40 canchas de fútbol. El chocolate que comés es parte de un árbol que cae.

El deshielo en el Ártico desenmascaró 5 nuevas islas cercanas a Rusia. Están buscando cómo llamarlas. Pero no parecen lugares propicios para los desplazados de Bangladesh.

Aparte de lo que destruye, con aquello que el hombre fabrica, contribuye también al efecto invernadero. Por ejemplo, los vehículos "todo terreno" (Sport utility vehicle.suv) ocuparon el segundo lugar como emisor de CO2 a la atmósfera después de los generadores de energía en el período 2010-2018, oponiéndose a los esfuerzos para producir energía limpia: autos eléctricos.

Buscando actividades que generan los gases vinculados al efecto invernadero (anhídrido carbónico y metano: CO2- y CH4), algunos investigadores han puesto el ojo en algunos festivales populares. Una de ellas fue la Fiesta de Octubre, que se desarrolló en Münich. Es un festival que gira alrededor de las cervezas y las salchichas, dura 16 días y genera en ese lapso 10 veces la cantidad de gas metano que la ciudad de Boston, en su mayoría producido por la combustión incompleta de cocinas y parrillas, y un 10% que se origina en flatos y eructos (cómo pudieron apreciar esto: lo ignoro, pero no deja de inquietarme). Después del CO2, el gas CH4 es el que produce mayor efecto invernadero, y aunque su vida es menor es más eficaz en el calentamiento de la atmósfera y se lo hace responsable de un 20% del calentamiento global. Esta feria es visitada por 6 millones de personas, que consumen 7 millones de litros de cerveza y 100.000 litros de vino, 500.000 pollos y 250.000 salchichas durante los 16 días.

Tal vez llegará el día en que portaremos en forma obligatoria un chip que registrará cuanto CH4 emitimos, y se nos cargará en la cuenta de luz según un arancel prefijado, con descuento para jubilados, si es que hay de ellos en los tiempos venideros.
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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