Se trataba de un TV LED de 32’’, marca Ken Brown, con su respectivo control remoto, envuelto con una especie de tela o similar de color blanco, sustraído pocos minutos antes desde una vivienda de la zona.
Al ver la presencia policial, los ladrones dejaron abandonado en el suelo el electrodoméstico e intentaron huir, pero poco después fueron alcanzados por los policías.
Informada la fiscal en turno, dispuso el formal secuestro del televisor y la aprehensión del joven de 18 años para su correcta identificación, en tanto que el menor de 17 fue trasladado a la Comisaría del Menor y la Familia y, bajo acta de estilo, fue entregado a sus progenitores, quedando ambos supeditados a la causa.