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Dos herramientas, desarrolladas desde el Ministerio de Seguridad de la Nación, ayudarán a crear un mapa del delito nacional sobre las problemáticas de la trata de personas y los femicidios.

Las 23 provincias y la Ciudad Autónoma adhirieron este miércoles al programa de transmisión de datos a través del Sistema Integrado de Información Criminal del Delito de Trata de Personas (Sistrata). A nivel federal, además, se adoptará la guía de actuación policial para la investigación de femicidios.

La directora de Políticas de Género del Ministerio de Seguridad de la Nación, Carolina Barone, explicó que para llegar a un diagnóstico más real, que ayude a esclarecer dónde, cuándo, cómo y por qué hay femicidios en Argentina, "hay que tener una mirada más amplia para que en toda investigación donde muera una mujer la hipótesis principal sea la del femicidio".

Agregó, además, que "uno de los elementos fundamentales de la guía es la incorporación de una autopsia psicológica. Esto implica no sólo quedarse con el peritaje del cuerpo sino también con el contexto en el que fue hallado el mismo, dado que para interpretar la muerte violenta como un femicidio los investigadores deben estar atentos a otros signos de violencia en la escena del crimen".

A través de estos dos caminos, el Estado busca unificar los esfuerzos en todo el país en la prevención de los femicidios y en la persecución de la trata de personas. El objetivo es el de analizar y concentrar información para nutrir a los distintos organismos y a las investigaciones, evitando que, por ejemplo, dos juzgados investiguen la misma causa.
Información cualitativa y cuantitativa
El Sistrata se creó hace siete años para hacer frente a la problemática de la trata de personas. El programa se fue modernizando para mantener una base de datos compuesta por información suministrada por las fuerzas de seguridad provinciales y federales.

"En el fenómeno de la trata, la experiencia nos dice que para identificar el delito se necesita a las fuerzas locales, que son las que tienen información de primera mano", afirmó Rodrigo Bonini, director nacional de Investigaciones del Ministerio de Seguridad.

El Sistrata almacena información cualitativa y cuantitativa y será accesible para todas las provincias a través de una interfaz web. Su importancia es la de no solo generar cifras significativas sino proporcionar más herramientas para abordar la cuestión. Como para tener una magnitud de la problemática, datos oficiales revelaron que más de 500 personas habrían caído en redes de trata en los últimos dos años.

Según los últimos datos de 2016 y 2017, aumentaron 13% los allanamientos relacionados con casos de trata de personas. Se identificaron más víctimas tanto en trata laboral como en la destinada a la explotación sexual: pasaron de 744 en 2016 a 1381, en 2017.
Estadísticas de la vulnerabilidad
"En el país, las estadísticas de femicidios son dispersas y no son confiables. Además, dependemos de las fuentes policiales de cada provincia, que generalmente dan una caracterización escasa o deficiente de un caso", dijo Mariela Budiño. Confirmó que un mejor relevamiento de los datos policiales ayudará a determinar patrones de la comisión de este tipo de delito contra las mujeres.

Las provincias se comprometieron a remitir de forma periódica la información de las muertes violentas de mujeres para su análisis en la Subsecretaría de Política Criminal. También aceptaron formalizar el Sistrata Federal, luego de una jornada que se llevó a cabo en el Ministerio de Seguridad con representantes de todas las provincias.

En el encuentro el Ministerio propuso proyectos de capacitación para todas las policías provinciales sobre la guía de femicidios y el uso del Sistrata. Las reuniones serán en cada una de las provincias que lo requieran. También les entregarán un manual de protocolo para poder realizar los registros en el sistema.
Detrás de los números
En la trata laboral y sexual no sólo hay explotación. Antes existen la captación y el traslado, algo que pueden advertir las policías provinciales. Sostiene Bonini: "La estadística del delito está viciada y no sabemos bien qué pasa a nivel provincial. Es por eso que hay que federalizar el trabajo para incorporar más información y eventualmente poder desarrollar un mapa del delito".

Aventuró, además, que aquellas provincias que no aporten ningún dato pueden dar lugar a una investigación más profunda para investigar lo que realmente ocurre allí. Por ejemplo, en 2015, uno de los primeros informes de Sistrata arrojó resultados preocupantes: en Chaco no se habían registrado víctimas de trata de personas.
Fuente: Análisis digital - La Nación

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