Tiempos en que no pesaba sobre él, como ahora, una condena de ocho años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por cinco hechos de peculado (malversación de fondos) y negociaciones incompatibles con la función pública.
De cualquier manera, el exmandatario provincial dejó planteado que “si nosotros perdemos tiempo y no le pedimos a nuestra dirigencia que empiece a hablar de cosas que hoy nadie habla y que salga a recordar las cosas que en nuestros gobiernos se hicieron y que hoy no se dicen, cuando acordemos va a ser tarde”. Convencido que “de a poquito, la maquinaria empezó a moverse”, Urribarri apuntó directamente a “Juntos por el Cambio” y su principal referente a nivel provincial, Rogelio Frigerio: “El peronismo tiene que abrir los ojos y decirle a los entrerrianos que cualquiera de nuestros candidatos y nuestras candidatas es mejor que el candidato de ellos, que ni siquiera vive en Entre Ríos”.
“He dado la vuelta a la provincia cientos de veces y lo voy a hacer todas las veces que sea necesario hablando mano a mano -reflexionó-, dando la cara, llevando esperanza a cada militante para asegurar que sea uno de nuestros candidatos o una de nuestras candidatas quien reciba la banda y el bastón de manos del compañero Gustavo Bordet. Ese es el mandato que tenemos y lo tenemos que lograr entre todos y todas”.
Por último, el exgobernador advirtió a sus seguidores que “en el camino, vamos a encontrar espinas”: “Tengo el lomo curtido por todo lo que hemos padecido estos seis años y medio nosotros en Entre Ríos, Cristina a nivel nacional y otros compañeros y otras compañeras en distintos lugares. Pero nada, absolutamente nada, nos va a amedrentar”. “A pesar de las injusticias y del odio, estoy en mi pago dispuesto a volver a empezar todas las veces que sea necesario para que el peronismo siga siendo la esperanza de la mayoría de los entrerrianos y las entrerrianas”, remató.